viernes, 22 de junio de 2012

COLOMBIA. Las leyes de Punto Final del gobierno Santos

Alberto Pinzón Sánchez La Mayoría de organizaciones defensoras de los Derechos Humanos y algunos parlamentarios demócratas de Colombia, han advertido con gran preocupación sobre la denominada “locomotora legislativa” del gobierno de J.M Santos (complementaria de las locomotoras económicas neoliberales y políticas de su plan de gobierno) que con sus tres leyes: 1-Marco para la paz. 2- Reforma de la justicia y 3- Fuero Militar, más las otras reformas a la constitución colombiana actualmente en trámite, están conformando una real Ley de Punto Final y Obediencia Debida, como las aprobadas por el gobierno argentino de Alfonsín en 1986, complementadas por los Indultos otorgados por de Menem a los militares genocidas de la dictadura terrorista, las que debieron ser anuladas posteriormente por la gran presión popular e internacional. Muchos intoxicadores de opinión del régimen colombiano, o “spinn doctrs”, escriben desde sus privilegiadas revistas, perfectas columnas de opinión sobre las extrañas y oscuras cabriolas y bandazos políticos de su amigo Juan Manuel Santos en la presidencia de la república. Eso sí, ocultando el telón de fondo neoliberal y oligárquico que anima al colaborador íntimo y ministro de defensa de Uribe Vélez en todos sus actos de gobierno. Cortinaje de fondo que empieza a quedar al descubierto con sus leyes de Punto Final “a la colombiana”. A eso ha quedado reducida su falaz llave para la paz. Las grietas en el seno de la clase dirigente colombiana son objetivas y no se han podido disimular, porque corresponden a claros interés económicos de cada fracción de la oligarquía integrante del bloque de clases dominante. Pero el empozamiento prolongado del impase y su lenta pudrición, se debe a que ninguna de esas fracciones puede prescindir de la otra a riesgo de un hara- kiri, ahora que ha comenzado una verdadera movilización social por la Solución Política al conflicto social y armado de Colombia y la paz Democrática con justicia social, verdad y reparación, hasta la segunda independencia. Un ejemplo, nos ilustrará un poco más: la cínica lavada de manos que hoy han hecho todos los altos miembros del Estado; como el ex presidente Uribe Vélez, su ex ministro de defensa Juan Manuel Santos, el director de la Policía general Naranjo, el Procurador de la nación Ordoñez, el Concejo de Estado y, los parlamentarios de la “aplanadora oficial” que ascendieron con honores a general de la policía a Mauricio Santoyo Velasco, pese a todas las graves denuncias, todas conocidas hasta ese entonces; por desapariciones forzadas de dos miembros de ASFADES y 1500 chuzadas telefónicas a ONG´s antioqueñas, espionaje electrónico en Venezuela, colaboración militar con los narco-paramilitares y con la oficina de Envigado y los carteles Mejicanos para enviar cocaína a los EEUU. “Enviar blanco y traer verde”, como gustaba decir Pablo Escobar. En una frase toda la “red Estatal de Impunidades” que sostuvieron las “operaciones encubiertas” de tan eficiente súper-agente del narco-militarismo colombiano, como director del grupo antisecuestros de Antioquia entre 1996 y 1999 (cuando Uribe Vélez fue gobernador de ese Departamento) luego jefe de la seguridad de este cuando llegó a presidente, suspensión temporal y leguleya de las sanciones para reintegrarlo y ascenderlo a general de la república y para que permaneciera con sus grados honoríficos hasta el día de hoy, cuando es “extrañamente” solicitado por la justicia estadounidense. Ya el 05 / 08 / 2007, el periodista y político venezolano de José Vicente Rangel había escrito: “En Los confidenciales de hoy: El coronel retirado de la Policía Nacional de Colombia, Mauricio Alfonso Santoyo, experto en electrónica, exintegrante del cuestionado grupo Gaula de Colombia, está operando en Caracas como uno de los jefes de la estación de la CIA en el país. Además tiene jurisdicción sobre Ecuador y Bolivia. Santoyo fue destituido e inhabilitado en Colombia por la Procuraduría general de la Nación, entre otros motivos por interceptar irregularmente mil 449 líneas telefónicas a funcionarios y organizaciones no gubernamentales, mediante órdenes falsas de la Fiscalía General de la Nación. La presencia de éste personaje en Caracas es una bomba de tiempo”. http://www.noticias24.com/actualidad/noticia/6827/los-confidenciales-de-hoy-de-jose-vicente-rangel-4/ Lo cual confirma que la “operatividad” del general Santoyo Velasco era un asunto ampliamente conocido por la clase dominante en Bogotá, incluso con implicaciones internacionales, y fue solucionado con la más amplia Impunidad amparada en oscuras leguleyadas santanderistas, las que a partir de ahora y gracias a la locomotora jurídica del Punto Final de Santos, serán artículos de la degradada constitución del 91, vigente en Colombia.

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