Javier Monagas Maita
¿Para qué es la ley? eso pregunta mi pueblo. Esta pregunta tiene una relevancia de suma importancia hoy. La norma es el freno sicológico social legal. Y la tipificación establecida en su espíritu, es la condena correspondiente a la falta cometida. Aunque sabemos que las normas y su tipificación están hechas para que los poderes dominantes puedan mantener sojuzgados a quienes se les niegan todas las oportunidades de superación en la vida; esos que tienen una función y un destino preestablecido en base a su raza, color de piel, estatus social y religión. Son esas leyes, el soporte jurídico de las desigualdades sociales, mediante las cuales la burguesía impone sus intereses en detrimento de las mayorías populares. Si un pobre viola la norma, recibe la sanción, si un rico comete la falta, no pasa nada. Así funciona el sistema capitalista, donde el dinero es la medida para la justicia. Es por garantizar esas diferencias sociales, que nace el estado burgués como método de preservación del status encimado de una minoría y la obligación en minusvalía de una mayoría para sostener los privilegios de esas elites. Pero cuando ese estado es tomado y controlado por el pueblo, entonces ya ese estado no sirve, ya no es útil como sistema organizativo, político, social, territorial. En esas circunstancias, ese estado arrebatado a las mafias del poder burgués, elitezco,, pasa a ser un estado forajido, un estado ilegal o un estado fallido, según la visión capitalista burguesa y la división social del mismo.
Pero hay cosas que necesitan una medida mínima de aplicación para mantener un equilibrio aún dentro de los procesos de transición de un modelo de sociedad netamente capitalista a uno socialista dentro del esquema del estado, como la justicia o la pena por delinquir. Por que de lo contrario la anarquía acabaría con todo nuevo proyecto social. Una de las causas por las cuales Venezuela colapsó con la cuarta república, es por la impunidad y la galopante inseguridad e injusticia social que se estableció en el país. La delincuencia era estimulada desde las esferas de poder, y la sanción, al mismo tiempo, era la masacre y la criminalidad; llamada después violación de derechos humanos. Al pueblo se le dijo, roba que no hay por que no hacerlo, pero la impunidad no era para el pueblo, solo para las elites. Así se saturan las cárceles de pendejos del pueblo que creyeron podían ser impunes a las leyes burguesas elitistas. Les tendieron una emboscada clasista y cayeron en ella por incautos. De esa forma todo se clasificó, desde el vestido, pasando por el alimento, las diversiones, la música y las oportunidades etc., etc.
El poder desplazado después de 1999, no se resignó a perder sus privilegios, conociendo la deficiencia la nueva tendencia ideológica en proceso de toma del poder, se las ingenió para crear circunstancias jurídicas y escenarios falsos positivos, con los cuales acorralar al poder emergente. Para su aplicación contó con el apoyo incondicional de sus aliados foráneos. Así se magnificó la lucha por los derechos humanos, al punto de desvirtuar la pena legitima como castigo para el criminal, sobreponiendo el derecho del criminal por encima de la victima. Y el derecho de la sociedad a protegerse de la nueva concepción de derechos inhumanos establecidos. Ya no se trataba de velar por la seguridad y respeto a la familia, ni por evitar que los cuerpos policiales se convirtieran en jueces y parte en la aplicación de la justicia a los pobres y a los que se rebelan contra el criminal orden establecido. Ahora se trata de evitar que el estado popular, pueda sancionara los que por defender a la burguesía y sus privilegios, no reciban castigo por los crímenes que cometen. Ahora se sienta en el banquillo de la “justicia” a quien o quienes, deben garantizar la paz, la tranquilidad y el bienestar colectivo del pueblo. Los nuevos jueces y poderes supranacionales son los medios de comunicación y el estado imperialista yanqui sionista, los estados nacionales son sometidos a las legislaciones oligarcas capitalistas yanqui, las organizaciones internacionales para la estabilidad y la resolución de las diferencias y los conflictos entre países, pasan a ser una dependencia más del poder sionista sanguinario yanqui. Bajo ese esquema, cualquier país está expuesto a ser atacado bajo cualquier excusa y cualquier asesino, terrorista al servicio imperial, tienen impunidad, no importa las masacres que cometa. Esa es la razón de la libertad y protección de Posada Carriles, de Orlando Bosch, o de cualquier dictador refugiado en USA…
Utilizando la droga Y la televisión, con una programación intencionalmente retorcida y la tergiversación del sentido de la información, como vehículos de una nueva realidad, se les ponen obstáculos a los nuevos gobiernos progresistas para mantener un orden mínimo con el cual poder aplicar los cambios sociales, políticos y económicos correspondientes a un estado de justicia social.. Se inventan las ONG’S como figuras de competición con la soberanía de los estados. Pero curiosamente, esas organizaciones no son reconocidas ni respetadas a lo interior de los países capitalistas imperialistas. Se les reconoce derechos solo en los países colonizados, y lo más vergonzoso, son financiados y convertidas en apéndices del gobierno norteamericano, de sus instituciones de poder o de sus lacayos. Lo que se traduce en una potencial capacidad de intervención del gobierno yanqui en los asuntos internos de los países soberanos.
Con la droga y la inducción mediática, desvirtúan los valores de la sociedad, priorizan en la juventud, las riquezas fáciles, las diversiones pervertidas y la impunidad. El colapso de seguridad ciudadana, es producto de una guerra bien dirigida y con objetivos muy claros: reventar el orden social y generar una anarquía, en la cual podrán pescar en rio revuelto los que fueron sacados del poder burgués.
Hoy el obrero, el campesino, el profesional decente, el estudiante, la ama de casa, son poseedores de unos derechos humanos de segunda categoría frente a los asesinos, sádicos, ladrones y corruptos o de cualquier otro tipo de criminal. Esa criminalidad es resaltada e impulsada desde los mecanismos de propaganda pro imperialista , al servicio de la canalla racista Y sin vergüenza del pasado. Es esa misma podredumbre la que crea privilegios en las cárceles del país,, la que trafica con armas y drogas dentro y fuera de los muros penitenciarios, los mismos que tarifan la vida de los reclusos y les condena además de la pena por el delito a pagar por todo lo de uso y servicio en esas instituciones de corrupción. Se comprende por que la derecha y los dirigentes y diputados de la MUD son tan diligentes en defender ese estado de cosas. Esa es su herencia
Así mismo existe un esmero desmedido en defender los derechos humanos de unas sabandijas que lo que menos han hecho en su vida es respetar. Personero que tienen 10 o mas homicidios, y que salen muchas veces a la calle por manejos indebidos de procesos judiciales o compra de decisiones, y que vuelven a la calle a seguir con su racha delincuencial. Es cierto que hay personas que por circunstancias fortuitas se ven implicadas en situaciones penales, pero no es la mayoría. El delincuente irrecuperable, no puede ser tratado igual que la persona potencialmente recuperable.
Creo que el obrero, el trabajador la persona honesta y sus familiares, tienen derechos humanos aun después de su muerte a manos de los asesinos profesionales reincidentes. Culpa de esta ola criminal global la tiene la televisión, el cine y su programación inductiva al delito.
javiermonagasmaita@yahoo.es javierdelvallemonagas@gmail.com
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