El planeta, la vida y la humanidad, necesitan del aporte de todos nosotros para rescatarlos y salvarlos de las garras del capitalismo sionista explotador e inmisericorde. Es ahora o nunca.
jueves, 17 de mayo de 2012
El mensaje lo hemos recibido desde hace tiempo, claro, fuerte y contundente ¡cuidado con la respuesta!
Javier Del Valle Monagas Maita (*)
Eso que están haciendo ahora: golpear a nuestros humildes hermanos periodistas de los medios de comunicación alternativa y a los de los medios del Sistema nacional de Medios de nuestra nación, no es en realidad algo nuevo en vuestras conductas fascistas. Uds. los de ahora son herederos de aquellos que en el pasado, aun siendo gobierno; forraban las cabillas para agredir impunemente a los estudiantes que salíamos a protestar en las calles de Venezuela en contra de las torturas, las persecuciones, los allanamientos de liceos, escuelas, universidades. Uds. Quienes con armas de fuego, amparados por los cuerpos de seguridad de AD y Copey, asesinaban obreros en las calles, cazaban a los líderes sindicales los secuestraban y los desaparecían, cuando algún sindicato decente se atrevía a pelear en la calle las reivindicaciones normales de los trabajadores.
Uds. Mismos, eran los que señalaban a las personas en los barrios, caseríos, pueblos, empresas, universidades, etc. para que luego en la oscuridad de la media noche, sus cuerpos policiales guiados por personajes como Luis Posada Carriles, Henry López Sisco o cualquier otro funcionario sanguinario de la misma calaña, sacaran de sus casas a los señalados, sin ninguna formalidad legal, lo introducían en un carro negro a su ultimo viaje, dejando tras de si un halo de dolor y llanto que cubría a miles y miles de familias venezolanas. Esa es su herencia: sembrar odio, muerte, discordia, violencia y derramar sangre inocente del pueblo.
Sepan Uds. señores violentos, lacayos del imperio, serviles macabros de los peores intereses anti patria, anti pueblo, anti Venezuela; que los revolucionarios de estos días. Muchos, herederos de los luchadores populares del pasado, no les tenemos miedo. Así como nuestros hermanos, cuando arreció la persecución, fueron capaces de tomar las armas para irse a las guerrillas y con la dignidad por delante plantaron batalla a sus sanguinarias tropas fascistas, que fueron convertidos en entes sin conciencia. Las que se deleitaban derramando la sangre inocente del pueblo, de estudiantes, obreros, campesinos: de sus propios hermanos de clase, asesorados por los monstruos de la escuela de las Américas del ejército yanqui. De esa misma manera los de hoy, ya no estamos dispuestos a seguir poniendo la otra mejilla. Sepan Uds. miserables títeres, que quienes los compran con vicios, drogas, aguardiente y dos lochas, como fuerzas de choque, que llegado el momento, no tendrán salvación. Los que los compran ahora, quizás logren huir como las ratas que son, llegado el momento, ellos disponen de naves, aviones, lanchas. Uds. No.
Los revolucionarios en esencia somos pacíficos y humanistas. Pero históricamente se ha demostrado que podemos reaccionar cuando no dejan otra salida. Las veces que se han desarrollado revoluciones en el mundo, es con la finalidad de frenar el barbarismo sanguinario de la derecha. Que usa la represión, la violencia, el racismo, la discriminación, el robo, el crimen como su instrumento de trabajo.
Hasta ahora esas rabias sembradas por Uds. y sus amos, se han contenido gracias a la posición y, loable acción del huésped de Miraflores actual, pero esa acción, ni nos quita la indignación que sentimos en el pueblo cada vez que basuras como Uds. y quienes les incitan, cometen actos de agresión y vejación contra los venezolanos, ni nos amedrenta. Somos orgullosos chavistas, somos dignos revolucionarios, somos dignos defensores de nuestra identidad e independencia, somos humanistas, pero también somos gente con sangre en las venas y que puede en cualquier momento volver a explotar como explotamos aquel 27 de febrero del 1989. Y sin ambages lo decimos ahora. El blanco de esa explosión serán todos aquellos que vejan, agreden y humillan al pueblo. La revolución pacifica se puede volver violenta si nos empujan a ello. No es que vamos a hacerles el juego y vamos a perder la cabeza, no, solo que si nos fuerzan, seremos capaces de responder con contundencia. No nos importan sus padrinos ni sus amos. Uds. viven en barrios, pueblos y zonas humildes. Uds. son eso que definen “lumpen” y son fáciles de ubicar. Tal vez sus mentes estúpidas y obnubiladas por los vicios con que los someten, no les permitan ver su realidad; pero esa realidad dice que están nadando contra la corriente, son utilizados contra sus hermanos de clase y eso los conducirá en cualquier momento a sufrir las consecuencias. No es una amenaza. Es una promesa
El consejo es: vayan a ganarse la vida de manera decente y saludable, aprovechen que este gobierno, incluye a todos, sin discriminación, pese al saboteo de los infiltrados. No vamos a caer en provocaciones, pero…
Son las lacras miserables como Uds. Los de su despreciable condición; los que se han prestado en otras latitudes, para que masacren al pueblo. Vean a Libia, a Irak; los que ahora se ponen al servicio del imperio diabólico en Siria, contra su pueblo, aquí en Venezuela Uds. no pasaran, como no pasaron en el 2002, pero ya no permitiremos más perdón.
Esta nota involucra solo a su redactor, no implica a ninguna organización civil, política o militar, menos al gobierno. Pero si es el sentir dentro del pueblo chavista y no chavista honesto. No jueguen con candela por que se van a quemar. De esto también culpo a los órganos correspondientes que permiten la impunidad de acción de estos serviles de derecha. O hay justicia o la anarquía se impondrá. Ya tenemos tiempo escuchando y sintiendo en carne propia el mensaje violento y agresivo de esa gente. Ahora, si ellos no quieren escuchar el nuestro, se pueden llevar una sorpresota ¿está Claro?
Uds., se prestan para el juego en el cual las oligarquías tomen el poder para hacer lo que hacen ahora en Honduras, Panamá, Colombia, Mejico, Estados Unidos, Canadá. Donde el pueblo es despojado de todo violentamente y de paso les niegan el sagrado derecho a protestar. Los criminalizan, los encarcelan, les siembran drogas, los torturan, por el simple motivo de rechazar, por que los condenan a vivir en la miseria. ¡BASTA!
(*) Abogado Bolivariano
Javiermonagasmaita@yaho.es www.planetaenpeligro.blogspot.com / lo que será
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