viernes, 6 de julio de 2012

Entre oposición y gobierno: el problema no es de oportunidades, si no, de capacidades.

Javier Del Valle Monagas Maita (*)
Es indudable. Todo proceso electoral debe tener un equilibrio y condiciones en las cuales la equidad, el balance y la razón jueguen un papel preponderante para que los competidores puedan tener igualdad de oportunidades en el desarrollo de su campaña electoral. Pero también deben tener respeto, reconocerlo públicamente por el arbitro. Pero hay asuntos que competen no al arbitro como tal. Si no, a la capacidad, inteligencia y logística de cada uno de los equipos y a los candidatos en si. En el caso particular de Venezuela, el candidato del gobierno, que es el mismo del pueblo, el mismo de la patria. No se trata de ventajismo: se trata de algo innato en la persona, que tiene que ver con su capacidad intelectual. Misma que le permite darles un mejor uso a todas las condiciones, elementos y situaciones de las cuales dispone y sacarle mayor provecho, además del factor humano; que refiere a la honestidad e identificación con las mayorías olvidadas y traicionadas tantas veces. La calidad y cualidad de las personas están determinadas por una serie de factores, en los cuales influye desde el medio donde nace, los valores del hogar donde se nace, la educación, las oportunidades de desarrollo de la personalidad, el amor, el respeto, la auto estima inducida dentro de la misma educación y la visión del mundo que desea – tanto la familiar como la escolar; en sus diversas etapas – Ciertamente que no es motivo de alegría, la incapacidad e impedimentos que una persona tenga a los fines de obtener un optimo desarrollo de la personalidad e inteligencia. No basta el dinero, ni la comodidad ni las facilidades del hogar donde se nace. Se trata de valores, de éticas, de moralidad, de respeto por si mismo y por los demás. Desde que tengo uso de razón, siempre escuché hablar de democracia, de libertad, de soberanía, de independencia. Pero esas palabras jamás fueron sembradas en el consiente de nuestra generación como algo meritorio. No, eran expresiones convertidas en slogans de propaganda, donde un partido pedía que se votara por su color, sin una presentación de programa de gobierno. Fueron once, (si no me equivoco) elecciones desde 1951 hasta 1998. En cada una de ellas se repetían las mismas promesas una y otra y otra vez: acabar con la pobreza, mejoras económicas, reforma agraria, pan, tierra, trabajo, educación gratuita, progreso, libertad, democracia. Un sinfín de soluciones a problemas; que al final de cada periodo resultaba agravado. Mientras tanto, el país se alejaba más y más de los pobres, las inmensas riquezas si iban a otros países, mientras mi pueblo se empobrecía más. Así pasaron las cosas que la historia bien nos relata hasta aquel año 1998. En verdad no puedo ni debo decir que esa madeja de podredumbre se ha acabado. No, seria irresponsable e hipócrita y hasta deshonesto con los que leen estas notas y conmigo mismo. Pero la disposición de un individuo en la magistratura nacional por atacar ese problema grave, no lo puede negar nadie. Lo malo estriba, en que una persona sola no puede solucionar en pocos años, toda una historia devoradora de lógica, de políticas anti estado, anti nación, colonizada y gobernada toda la vida: a excepción del tiempo que Don Simón ejerció el poder, por personas indignas, mismos que se peleaban y turnaban por el poder para ver quien servía mejor a intereses foráneos. Gobernantes y poderosos empresarios o comerciantes, que denigraron de la capacidad, honorabilidad y grandeza del pueblo venezolano, mismos que se postraron a gobiernos extranjeros y se convirtieron en lacras serviles que por aparentar ser diferentes al pueblo que gobernaron, entregaron todo y hasta nuestro esfuerzo fue despreciado y nos sembraron la odiosa consigna de que los venezolanos somos flojos y borrachos, mientras los peones descalzos, mal alimentados y sin esperanzas se paran a las cuatro de la mañana a laborar en haciendas, tiendas, empresas, etc. de patrones extranjeros que se robaron y se roban todo de nuestro país y que pretenden hoy venderse como los salvadores de la patria. Hoy trece años después de 1998, un pelele, representante de las mismas fuerzas e intereses que ocasionaron la desgracia antes narrada. Se presenta en el juego electoral, bajo las mismas reglas que Éllos establecieron tiempo ha, pero con escasa capacidad intelectual, con asesores acostumbrados a vender basuras y productos inútiles, haciéndolos ver como necesidades por los medios de comunicación. Al ver que sus posibilidades de seguir engatusando al pueblo venezolano con sus ofertas engañosas, reclaman igualdad de oportunidades. Es una vergüenza ajena, que quienes disponen del mayor espectro radial, televisivo, prensa escrita y otras alternativas mediáticas, tengan la cachaza de exigir equidad, en un escenario electoral, cuyo tiempo de ejecución Éllos empezaron hace más de un año, abusando de la paciencia de los venezolanos y violando toda la normativa legal del país. El fondo real de todo este drama ajeno, es que ya el pueblo no les cree, que pese a las lacras infiltradas dentro de las estructuras de gobierno, de partidos y del poder social, que obstruyen; que siguen aplicando corrupción, que conspiran contra un proceso que es esperanza popular. Pero que ha logrado metas y objetivos concretos contra esas mafias ladronas del pasado. Entonces hacen alianza contra el país entero, contra la institucionalidad, contra la libertad, contra la economía, contra la vida; con el puro y más sanguinario enemigo histórico que tiene y ha tenido la patria desde que Bolívar inició su inconclusa epopeya. Asi se van a España, a USA a sentárseles en las piernas a los presidentes enemigos, para tarifar sus favores prostituidos. Entonces, todo radica en que nuestro hermano de clase, tiene mayor capacidad, inteligencia, respaldo popular, iniciativa, valores éticos, morales y ciudadanos; que el oponente y sus cohortes de indignos. Solo comparen sus discursos y sus propuestas. Asi de sencillo. Pienso que lo mas duro de nuestra lucha no es contra los instrumentos políticos del imperio, si no contra los quintas columnas. Allí si es dura y difícil la batalla. Pero hacia allá vamos (*)Abogado Revolucionario javierdelvallemonagas@gmail.com www.planetaenpeligro.blogspot.com / lo que será Facebook: Javier Monagas Maita

No hay comentarios:

Publicar un comentario