Javier
Del Valle Monagas Maita
Muchos
quisiéramos que Venezuela marchara según nuestros criterios y deseos. Nada más
peligroso y perjudicial seria, si los deseos se pudiesen hacer realidad como en
este caso. Primero que nada, debemos
tomar en cuenta que el escenario y los conocimientos desde los cuales estamos
posicionados, no son los más adecuados y capaces para poder tomar decisiones.
No manejamos suficiente información y logística para tal fin. Más aún. Si
tomamos en cuenta que estamos en posesión de uno de los territorios de mayor
riqueza y estratégicos del mundo, geopolíticamente hablando. Por lo tanto, de
los más apetecibles por las fuerzas ambiciosas, sanguinarias y avaras del
planeta. Y como lo demuestra la historia, esas fuerzas son capaces de cometer
los crímenes y acciones más atroces, para lograr sus objetivos. El simple hecho
del ataque económico, psicológico, mediático, militar, de baja intensidad, así
lo comprueban.
Es natural que ante lo que sentimos debido
a las consecuencias de esas acciones terroristas enemigas con que nos atacan,
propongamos soluciones desde nuestra perspectiva. Pero eso no es lo lógico.
Existen factores estratégicos que van más allá de lo individual o grupal. Hay
informaciones y hechos que superan nuestra capacidad de conocimiento del todo
en relación con Venezuela.
Nicolás Maduro como presidente de Venezuela,
recibe información privilegiada desde servicios de inteligencia y del resto del
mundo, incluso hasta desde las entrañas del imperio yanqui que no están de
acuerdo con el crimen organizado que controla ese estado forajido. Ese factor y
otros que no nombrare, son los que definen las estrategias políticas, tácticas,
económicas, sociales y militares del gobierno. Todo eso circunscrito a evitar
sufrimientos y dolores mayores al colectivo nacional.
No es por temor o miedo que se asumen
estrategias para sostener nuestra revolución, rumbo al socialismo. Es porque basado
en lo antes descrito, es lo más conveniente
a los intereses patrios y de la población. Es una política que persigue debilitar
al enemigo en su agresión y desenmascararlo ante el mundo, tratando de
neutralizar una de sus armas más poderosas como lo es la dictadura mediática
mundial. Para lograr esa meta, es que es importante tener al pueblo informado y
facilitarles los canales de comunicación para sumar fuerzas masivas de difusión
de la verdad en prensa escrita, radio, televisión, red o redes sociales, etc. Por
eso es que también el enemigo disfraza sus ataques con otros términos para así
intentar engañar a esa opinión pública nacional e internacional.
Es normal y natural, que expresemos
nuestra rabia ante algunas decisiones que se asumen desde el gobierno y que a
veces no pueden ser explicadas en su totalidad por razones de seguridad y
proteger las estrategias contra el enemigo. Nunca debemos olvidar que
enfrentamos a una organización criminal imperialista que fue capaz de demoler a
un poder tan grande como fue la URSS. Eso es si ya amerita hacer un manejo muy
preciso de las acciones que se hacen para combatir a ese enemigo y vencerlo.
No
es malo expresar nuestras molestias, rabias y rechazos a algunas concesiones hacia
los instrumentos del enemigo como los terroristas, sicarios y mercenarios internos.
Es más es bueno expresarlas, pero tampoco es bueno ensañarse para destruir al presidente,
cuando su conducta siempre ha sido leal y honesta. Debemos recordar que muchos
fuimos muy críticos contra Chávez en su momento ante algunas acciones, pero el
tiempo se encargó en la mayor de los casos de darle la razón o dárnosla al pueblo
en otras circunstancias y así lo reconoció el líder y públicamente lo expresó. Esa es una de las razones por las cuales
llevamos ya casi 20 años resistiendo y venciendo.
En lo económico tenemos un nudo muy difícil
de desatar. Porque ese nudo no solo implica al Sion imperio en sí. Es un nudo que también conforman los más bajos
instintos y avaricia del sector comercial, industrial y de distribución mercantil
del país y muchos engañado dentro del pueblo, que conspiran y atacan al propio
pueblo, mediante la estafa, sobreprecio, acaparamiento de bienes y contrabando,
sin comprender que de esa forma conspiran contra ellos mismos y contra sus
familias, que favorecen a un enemigo que no se detendrá a la hora de
aplastarlos a ellos también, que hoy los utiliza y luego los desechará.
¿Qué
pasa con nuestro nivel organizativo social como pueblo y consumidores? Si no
usamos las armas más poderosas en su contra, el enemigo no se detendrá. Si como
consumidores, por ejemplo, dejamos de consumir carne ¿Qué pasaría con el ladrón
y estafador? O baja los precios o se le pudre y pierde todo. Sabemos que la
avaricia capitalista va en contra de lo que llaman perdidas ¿no han notado que
pese a esta agresión económica, seguimos comiendo y subsistiendo? ¿Ese alimento
cómo llega? Lo producimos, pese al contrabando, nos surtimos de verduras, y
otros rubros agrícolas. Si con esa organización necesaria avanzamos, podemos
desechar y quebrar la conspiración del empresariado depredador internacional y
nacional. Ya estamos produciendo por ejemplo en pequeña y mediana escala jabones,
harina de maíz pre cocida, repuestos de artefactos, licores, etc. El gobierno de
impulsar la iniciática tecno científica, incluso proponerse fabricar totalmente
un vehículo nación en su totalidad dentro del país y adaptarlo a los diferentes
usos nacionales. Eso es posible. Tenemos laboratorios nacionales de investigación
que ya han desarrollado variedades adaptables de semillas de trigo a nuestro
clima, tenemos inmensas cantidades de tierra fértil improductivas, que se
pueden usar para producir todo el trigo que consumimos. Eso como ejemplo para
miles de cosas más. Veo en eta crisis económica inducida una oportunidad de
desarrollar el orgullo nacional productivo y auto sustentación patria. Solo debemos
ser férreos contra la corrupción que promueve el enemigo externo e interno.
Lo económico no depende solamente del gobierno,
la mayor responsabilidad es nuestra como colectivo nacional. El gobierno no va
a salir a sembrar, des cosechar y vender. Eso es tarea masiva popular. El estado
tiene la obligación de generar las medidas y condiciones para producir, pero
los que debemos producir somos el pueblo con nuestras manos y maquinarias. Si no
conjugamos esos dos factores, no hay gobierno y país capaz de ser
independientes y soberanos.
CONFIEMOS EN
MADURO, CONFIEMOS EN NOSOSTROS, SEAMOS PROACTIVOS Y CREADORES. TODOS SABEMOS
QUE SOMOS CAPACES. SOLO NECESITAMOS PARA TAL FIN: PAZ, CAPACIDAD, VOLUNTAD Y AUTO
APOYO.
. ¡VENCEREMOS!
*Abogado con Patria
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