Lo que será: DESDE MI HUMILDE ÓPTICA

Javier Del valle Monagas Maita (*)

los culpables de los males del mundo

El transcurrir de los tiempos siempre aclara las aguas. Por más turbias que éstas estén en un determinado momento, el transcurrir del tiempo asienta lo turbio y resalta la nitidez de la verdad. Todas las mentiras, los engaños, los sistemas, las anti historias, las fabulas, las guerras, los negocios, los acuerdos, las conductas anti sociales, los dogmas religiosos y los falsos valores, tanto físicos, como anti éticos y amorales. Están regidos por el egoísmo, la maldad, el crimen, la gula y la avaricia. Es de esa forma que las relaciones humanas se rigen por la fuerza, el poder, el crimen y la explotación de unos pocos sobre las mayorías.

Quien dijo: “La historia la escriben los vencedores” (Muchos la atribuyen a George Orwell). Lo cierto de todo, es que quienes se empeñan en acumular riquezas materiales, como una forma de obtener poder político, económico y social, para imponer caprichos, normas y conductas convenientes a intereses minoritarios. Pero que imponen por todos los canales de forma forzada y subliminal. Utilizando incluso hasta la manipulación educativa.

Las riquezas grotescas acumuladas por una minoría enferma, es la gran motriz de todos los males del mundo. Los seres humanos no necesitamos poseer inmensas cantidades de basura como es el dinero para tener una vida plena y sin presiones. Por ejemplo de que sirven todas esas riquezas a Carlos Slim ¿Tienen idea de cuantos millones de Mexicanos u otras nacionalidades, han de vivir en la miseria feroz o, les han arrebatado las vidas, para que ese individuo Carlos Slim, posea toda esa mal llamada fortuna? La avaricia ha conducido a todas las guerras que han sucedido en el mundo. La destrucción, contaminación y envenenamiento del planeta, es consecuencia directa de esa enfermedad del capitalismo. Es un solo mal, que ha adoptado diferentes nombres, según las etapas de la historia, hasta llegar a lo que hoy se denomina neo liberalismo. Pero que posee una misma esencia: el egoísmo y la vanidad.

Desde que se empezó a tener conocimiento de relatos y fabulas del pasado, el protagonismo va de la mano del egoísmo y la avaricia que conducen a los demás males derivados. Así por ejemplo, cuando la fabula bíblica narra que un pueblo esclavo en Egipto fue liberado por un ¿Dios? Generador de guerras terroristas, biológicas, químicas, ( Éxodo- Las plagas eran eso: agua convertida en sangre, invasión de ranas, invasión de mosquitos, invasión de tábanos, envenenamiento y asesinato masiva de ganados, Ulceras en la piel, lluvia de granizo, plaga de langostas, oscuridad, asesinatos selectivos de los primogénitos egipcios. En lo que sigue. Aquí se delata la enfermedad y la gula de ese criminal dios y ese enfermo pueblo por las riquezas materiales: “El anuncio de la décima plaga11 1 El Señor dijo a Moisés: "Voy a enviar contra el Faraón… 2 Mientras tanto, ordena al pueblo que cada hombre pida a su vecino, y cada mujer a su vecina, objetos de plata y oro"…”) van a un desierto parasitando por 40 años, sin trabajar, sin producir, chuleando a un supuesto poder imbécil que les daba un alimento llamado Maná, pero aun así ese pueblo avaro, egoísta, malvado, adorador de oro, y la riqueza fácil, lo traicionó en varias oportunidades malévolamente. De tal forma esos vagos errantes flojos desagradecidos y avaros, fueron incitados por ese supuesto poder malvado, para que ocuparan tierras de pueblos que laboriosamente trabajaron y las hicieron producir leche y miel. Así empezó el camino del mal judío, que va apeteciendo lo que otros poseen y logran laboriosamente, robando tierras, asesinando, acumulando riquezas enfermizas, promoviendo guerras, y envidiando y propagando la mentira, la iniquidad, como una forma de vida sin ética, ni principios, ni morales, destruyendo todo a su paso tal como plaga maligna. Así se propaga el capitalismo por el mundo. Inspirado en una fabula también en una conducta criminal, ladrona y sin respeto a la dignidad ajena, menos aun sin poseerlas ellos mismos.

El mundo seria un lugar ideal de no existir esas malignidades: todos produciendo para todos, todos alimentándose bien. Todos conviviendo y compartiendo bienes, servicios, y lo necesario para una vida digna en colectivo. Sin odio, sin maldad, sin egoísmos, sin malas ambiciones, sin envidias, sin asesinatos, sin guerras. En franca colaboración técnica, científica, educativa, agrícola, social. En armonía con el planeta, las aguas, el aire. Todo eso es posible sin los agentes contaminantes antes señalados y cuya máxima expresión del mal es el capitalismo pervertido y pervertidor del que ellos (sionistas judíos, católicos) son el sostén.

Nota: aunque estas letras suenan fuertes por que dicen una verdad inocultable. En ellas no hay odio, rabia ni ira. Ni es la intención promover tan dañino sentir.