Lo que será: ¿Violencia bendecida, violencia maldita?

Javier Del Valle Monagas Maita

El falso rasero con que los diferentes organismos internacionales se motivan para actuar, opinar y criticar, la violencia que se ejerce contra los pueblos es algo asqueroso e inmoral. Es natural que para muchos pensadores esas circunstancias no pasen desapercibidas, aunque una gran mayoría de interesados desconozcan deliberadamente. Pero llama poderosamente la atención como por ejemplo con el uso de la dictadura mediática por parte del poder impostor que gobierna en USA, Europa e Israel, esa violencia se desconozca, se invisibilice y hasta se le tilde de buena, cuando sus propulsores y sus beneficiados son los delincuentes asesinos sionistas judíos y católicos o de las otras mafias que en forma de sectas imponen la fuerza y la maldad contra las mayorías oprimidas.

En Libia existía un estado de tranquilidad y estabilidad bajo el gobierno legitimo de Muamar El Gadafi. Incluso tenia el privilegio de ser la nación más prospera y estable del continente Africano. Bastó que el imperio sanguinario Sion yanqui pusiera sus ojos en las riquezas de esa nación y en su envidiable estabilidad, para que de la noche a la mañana fuera invadida por mercenarios entrenados, financiados y armados por el poder diabólico Sion judío - católico yanqui. De tal forma la dictadura mediática de esos asesinos crearon las circunstancias artificiales para justificar la intervención militar para que Libia fuera destruida, secuestrados y robados sus recursos económicos, su petróleo y su población fuera violentamente retrotraída a la mayor pobreza e inseguridad de su historia, después de una grotesca carnicería en contra de los civiles inocentes. Esa inmoral acción no tuvo ninguna crítica, ni condena de la ONU. Simplemente avalaron y aceptaron los falsos argumentos de los asesinos interesados. Irak era una nación estable antes de la invasión yanqui sionista. Pese a ser un monigote del imperio, Saddam Hussein, cometió muchos crímenes, pero nunca fue objeto de atención de esos órganos títeres internacionales. Bastó que el imperio decidiera asumir las riendas de la nación directamente, para que el señor Hussein cayera en desgracia y al final fuera ahorcado por sus ex socios. Para ello hubo de montarse una criminal justificación la cual consistió en auto agredirse el imperio, derribándose las torres (onerosas) gemelas, matando a mas de tres mil personas, en su mayoría latinos, empleados de limpieza y mantenimiento. Por que sospechosamente los altos ejecutivos de las empresas que estaban alojadas allí, no trabajaron ese fatídico día.

La violencia en Siria, es la continuación del libreto diseñado y aplicado en Libia. Allí hay una descarada y avergonzante intervención del imperio Sion yanqui y sus lacayos de los reinos Árabes. El crimen se expande por Yemen, Somalia, Afganistán, Pakistán, entre muchas otras naciones. En nuestra región: Colombia, Honduras, México son los puntales de avance de la maldad egoísta Sion – yanqui.

Debo aquí hacer un alto para aclarar que aunque los pueblos de estados unidos, Europa, Canadá, etc. Son los instrumentos humanos usados para las agresiones y criminales ataques (soldados y policías), también son victimas de ese maligno monstruo. Y que si tienen Alguna culpa: Es la de ignorar esa realidad. Por algo las sociedades de esas naciones son las más ignorantes y las mayores consumistas del orbe, atacados en su esencia natural y realimentadas con mensajes interventores, que generan otra realidad diferente en sus subconscientes.

Es decir el imperio es un minúsculo clan de avaros y enfermos acumuladores de falsas riquezas, objetos fríos y vanidades en forma de ego. Que son propietarios de monopolios económicos que se nutren de la miseria y el dolor ajeno.

Son esos monopolios económicos los que siembran violencias, guerras, crímenes y conspiraciones en todo el mundo para obtener lucro, sin importar las victimas ni las consecuencias. Incluso esos locos enfermos, dañan al planeta, a su equilibrio y su mecanismo natural de preservación de la vida. Pero esa aberrante violencia, no tiene órganos internacionales ni tribunales, y muy pocos gobernantes que la denuncien abiertamente. La mayoría calla por complicidad, temor, cobardía o simple mediocridad. De esa manera el mundo hierve en violencia intencional, promovida desde ese imperio maldito, en forma de guerras, drogas, invasiones, dictaduras, leyes absurdas y discriminatorias de los derechos las mayorías, engaños, traiciones y desprecio a esas mayorías populares.

La nueva modalidad de obtener tontos asesinos útiles de ese imperio para sus guerras es la utilización de mercenarios. De personas con mentes disociadas, que previamente han sido enfermados sicologicamente y que sirven de asesinos tarifados para imponer las políticas de destrucción que elaboran los monopolios económicos Sion judíos – católicos, esa violencia aunque es sanguinaria es ocultada o desconocida con premeditación intencional…