martes, 20 de noviembre de 2012

Las Farc e Israel: la razón y la sin razón – uno por la vida, otro por la muerte y la ambición–


Javier Del Valle Monagas Maita

      Los conflictos humanos están signados por los intereses y las características de las conciencias e inconsciencias de los hombres. Los signos negativos como la envidia, la maldad, la ambición, la gula, complejos, Etc. sirven de caldo de cultivo a las guerras y los conflictos de toda índole.  Lamentablemente las minorías en el poder, han podido reventar la unidad de las mayorías y han logrado imponer sus egoísmos en base a engaños mentiras, insignificantes privilegios que conceden a sus serviles, para hacerles creer y sentir que alguna vez podrán ser parte de esa élite.
      Dos hechos resaltan hoy en el mundo (entre otros asuntos importantes). Uno: el bestial ataque de la nación paria e ilegal del Sión, contra de los territorios y pueblos mas agredidos, burlados y engañados del planeta (Palestina). Apadrinado por el país mas poderoso militarmente y que nutre el vientre sanguinario del estado judío con las mas modernas y mortales tecnologías de armas e instrumentos mediáticos  para desangrar y despojar a una nación histórica como lo es el estado - nación Palestino, de sus territorios y de la vida de sus hijos niños, jóvenes  adultos y viejos.  Pese a ser desarmada, aislada por el cerco terrorista, por  La ambición de unos locos dogmáticos, enfermos de poder y riquezas como son los Sionistas judíos.  Mismos que no les importa agredir,  perseguir y vejar a otros judíos que se oponen a las barbaries de una secta.  Esa misma secta que hizo alianza con HITLER  para entregar en bandeja de plata a los judíos en pleno apogeo del nazi – fascismo Alemán  Una sin razón existencial que deja como resultados, sangre, dolor y lagrimas en un pueblo y una región abusada por el colonialismo eterno.
     El otro:  Hijos de un país cuya población es atacada mortalmente por una oligarquía  cuya una razón de ser es mantener unos obscenos privilegios y que derivan como resultado en permanentes y vulgares carnicerías  persecuciones contra seres humildes, cuyo único delito es ser trabajadores, y vivir en el mismo territorio que las alimañas, burguesías colombianas. Donde de paso también está la mano criminal del sionismo Israelí
      Ese pueblo que lucha, que posee armas para defenderse de los inclementes ataques a sus hermanos de clases, está y tiene capacidad para negociar, para pactar una paz digna que favorezca a  las mayorías del pueblo. Ese pueblo armado ha regado los campos de Colombia con la noble sangre de honor y gloria de sus lideres y tropas guerrilleras, pero al ser poseedora de una gran convicción y anhelos de libertad insiste en anteponer el interés de las mayorías populares a los intereses de grupo y personales.  Son ellos, digno ejemplo de amor por un pueblo.
     Mientras la Palestina desangrada por por unos egoístas ambiciosos locos que se creen predestinados por un dios-invento, enfermizo. Se ve obligada a vivir su cotidianidad con la amenaza de las bombas de racimo, de fósforo blanco,  expansivas o re explosivas que matan sin piedad a mujeres y niños, hombres  y ancianos, fuente de mal que ve hasta en los centenarios Olivos  un enemigo a destruir. Ese sionismo, que demuelen hospitales, escuelas, viviendas humildes. Obliga a la nación Palestina,  a  bregar sola, contra un monstruo criminal, que utiliza el lobby de la farsa riqueza material Sión judío en USA para obtener armas y comprar libertades para matar.

     En la Colombia de Marulanda, de Camilo Torres, de Raúl Reyes, Mono Jojoy, del campesino desplazado, del indígena perseguido, del obrero explotado, Etc. y  esa parte del pueblo en armas para la auto defensa, como las FARC, el ELN, imponen al poder criminal oligarca, que casualmente es aliado del criminal sionismo judío  la fuerza de la dignidad popular para intentar establecer la paz.
     En ambos casos – Palestina, Colombia- La razón y la lucha, dan a los pueblos su legitimidad y derechos a una vida y existencia digna y de respeto.  Así mismo en los otros casos,  Israel y oligarquía colombiana, imperio Sión yanqui, la sin razón  del egoísmo  la gula, la avaricia y la locura enfermiza de tenerlo todo para el derroche y la satisfacción de egos dislocados, hacen el derecho a la legítima defensa, galope en los brazos, hombros y consciencias del pueblo colombiano, Palestino y, podría decir de todos los pueblos del mundo.
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