Bolivia: ¿la Libia del sur Abyayala?

Javier Monagas Maita (*)
Las herramientas del imperio, son infinitas. Es que mientras existan debilidades humanas, apetencias personales desmedidas, egoísmos, avaricias, cobardía y traidores, los asesinos sionistas imperialistas yanquis tendrán a quienes utilizar para sus oscuros intereses. Es por ello que captan a esas lacras humanas, para convertirlas en armas contra sus propios pueblos.
La construcción de una carretera. El descontento de una parte del pueblo aborigen con esa construcción, es usada como vehículo para sembrar odio, represión y violencia por ambas partes (Gobierno y marchistas) a fin de convertir esos desacuerdos en la excusa que el imperio necesita para intervenir de cualquier manera en Bolivia. Y detrás de Bolivia lo que sigue es la intervención en toda la región.
El aparataje de inteligencia del imperialismo sionista que controlan USA e Israel, es una maquinaria que trabaja 48 horas al día. De esa manera detectan debilidades de los gobiernos, de los sentimientos de los pueblos, las explotan en su beneficio hasta el punto de utilizar a sus propios enemigos, como instrumento de auto destrucción. No es secreto que la inteligencia yanqui sionista está muy activa en Bolivia, ecuador, Venezuela. Pero tiene mayor interés por ahora en Bolivia. Les duele en su ego, que un aborigen los haya pateado de la manera en que EVO, lo ha hecho. También necesitan el gas que se les quitó y con el cual tenían proyectos económicos ventajosos para ellos. El imperio desde hace tiempo tiene la intención de convertir a Bolivia en la Haití aborigen. Como ejemplo permanente a quienes osen romper las reglas de dominación criminal imperial.
Una decisión mal tomada, una represión infeliz, un secuestro desafortunado, sirven en bandeja de plata al imperio la oportunidad de activar sus Agentes infiltrados en el ex Alto. Perú, para emprender la campaña de demolición y destrucción de todos los avances conseguidos hasta ahora. De esa manera debilitaría el ánimo revolucionario en la región.
Es de suma urgencia que la UNASUR, intervenga y de un parao a la peligrosa situación que se vislumbra sobre la región. Es necesario que el gobierno Boliviano sancione a quien dio la orden de ejecutar esa represión desmedida y que los mandos policiales que la avalaron paguen su responsabilidad. De la misma manera quienes ordenaron el secuestro del canciller y otros funcionarios y, de quienes ordenaron atacar a la policía, sean también castigados por la ley. No cabe duda que la acción de secuestro era con el objetivo de activar el plan para generar el caos actual. Cuando busquen bien, encontraran que detrás de ese plan terrorista de desestabilización están la CIA y el MOSSAD. No seria de extrañar, que la derecha reaccionaria boliviana, esté en este momento organizando nuevamente a sus bandas armadas para generar una situación de incertidumbre que prepare el terreno al imperio, que utilizando los servicios de la OEA, o la ONU, como lo ha hecho ya en Honduras y Libia para justificar una intervención armada en la Bolivia rebelde.
Tremenda es la responsabilidad de la C.O.B, las organizaciones indígenas combativas, y el gobierno. No deben ni pueden hacerles el juego al imperio y perder de un solo tajo, la cabeza y el cuerpo de la libertad conquistada con tanta sangre y dolor. Esos órganos de coordinación popular, deben entender que el enemigo no es Evo Morales y el proceso de cambio en Bolivia. Está hartamente comprobado que el único enemigo histórico de nuestros pueblos en la región y más allá, es el imperialismo yanqui; ahora secuestrado por el sionismo judío y católico internacional, con pretensiones de convertirse en una dictadura mundial. No podemos permitir que se aplique en Bolivia el mismo método de Libia. Es asunto de sobrevivencia, de ser pueblos libres y soberanos.
(*) Abogado Bolivariano
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