sábado, 3 de septiembre de 2011

¿Es el actual concepto y aplicación de dinero, valor y riqueza, valido para una nueva sociedad de justicia social?



Javier Del Valle Monagas Maita*
Es indudable que el capitalismo necesitó unas bases mínimas para poder establecerse como un sistema económico mundial. También es cierto, que necesitó una especie de dictadura mediática para imponer criterios e ideas que hicieran creer que esa es la forma de organización económica, política y social valedera para la convivencia humana.
El capitalismo es heredero de las viejas estructuras económicas, políticas, sociales históricas y prehistóricas tales como: esclavismo, el feudalismo, las monarquías, y hasta el trueque, con el que se cree, se establecían las relaciones comerciales de los orígenes de la humanidad. Pero hay un factor común a todos estos; la obtención de mayores márgenes de provecho por parte de una minoría, que acapara mayor proporción de bienes, con los que adquiere a la vez, beneficios elitescos o privilegios. Estos privilegios se acrecientan y se reducen a menos manos, con la llegada de la industrialización, la abolición de la esclavitud y la sustitución del feudalismo, que aparentemente concede libertades a los hombres, solo es la metodología, mediante la cual el poderoso se desprende de la obligación de mantener a sus serviles, pagándole a cambio míseros salarios por su fuerza bruta e intelectual, con las cuales esas persona, seguían viviendo en la precariedad política, económica y social.
El dinero aparece en la escena económica mundial como el factor con el cual se asigna un valor a las mercancías, bienes y servicios. De esa manera quienes poseen las mayores proporciones de ese símbolo, tienen la potestad de jugar con las relaciones – valor, de todo lo que existe en la sociedad. Como ellos son solo intermediarios y beneficiarios del proceso de producción, distribución y venta de esos bienes y servicios, asignan a esta etapa de la comercialización un mayor margen de ganancia y por lo tanto poder de incidencia en los asuntos de la sociedad. Esto conlleva a que a la larga estos personajes, se posesionen de todos los centros de decisión social y sus implicaciones en todo lo que tenga que ver con los más mínimos detalles de la vida cotidiana de esa sociedad.
El poder entonces, es extensión de quienes poseen las mayores masas de dinero. Ese mismo poder, distorsiona la realidad de quienes lo sustentan y produce un desequilibrio sicológico en ellos, que los hace creerse merecedores de todas las bondades de la vida, habidos y por haber, negándoles a su vez a otros, los mínimos medios de subsistencias humanos para una vida decente, a menos que les paguen a ellos, esas migajas con el valor dinero - riquezas que ellos mimos tazan a conveniencia.
En esta desproporción del sentido natural y humano de las cosas, todo el entorno humano es atacado, se llega a lo que hoy es el símbolo mayor de disociación sicótica y social, que pretende hacer al ser humano por encima de la naturaleza misma. Se da al poder irreal basado en la riqueza y el dinero acumulado una importancia superior al aire y al agua, elementos que son básicos para la existencia misma de la vida. Así se destruyen bosques, se contaminan y desaparecen ríos y otras fuentes de agua dulce, tan solo para amasar mayores volúmenes de dinero. Los alimentos en manos del productor originario, tienen un valor escaso asignado, pero en las manos del gran capital, pasan a ser un artículo de lujo, y quien no lo pague, se muere de hambre. Esa es la razón que existan hoy un millón trescientas mil personas muriendo de hambre en el mundo, mientras en los restaurantes de lujo y de otras categorías se botan cantidades de comida suficiente para paliar esa epidemia forzada. Los niveles de vida de las mayorías existen precarizados y para superar esa etapa es necesario venderle alma corazón y fuerza a gran capital como forma de pago.
El capitalismo en su nueva “loca” etapa. Etapa a la cual, bien se podría catalogar de nuevo sistema económico político y social post capitalista, es decir neo liberalismo como muchos lo llaman, yo lo llamaría “globalismo sanguinario” una especia de neo monarquía cooperativa, reducida a un grupo de menos del 2% de la población mundial. Una nueva relación, económica, política y social, donde ese capital antes disperso en muchas manos de oligarquías regionales y de empresarios medianos y pequeños por el mundo, es acaparado ahora por una pequeña mafia, denominada gobierno mundial, quienes asumen la potestad de todas las decisiones de toda índole en todo el planeta y, que rige a toda la humanidad.
Los niveles de pobreza se incrementan en el mundo, incluso en esas naciones que se auto denominaron desarrolladas. Por ejemplo, en USA, esa pobreza se multiplica como virus en una gran reunión. Son millones, (que no miles) los ciudadanos de ese país, que abonan las esferas de pobreza, de desempleo, de sin techos, mientras el gasto social se recorta cada día más y el presupuesto para la muerte aumenta. Pero ese presupuesto para la muerte beneficia a las minorías propietarias de las fábricas de armas y de guerras. Mientras que la eliminación del gasto social perjudica a los hombres y mujeres en general.
En realidad no existe ninguna diferencia básica entre el concepto y manejo del dinero, las riquezas y el valor de las cosas, respecto a aquellas fichas que el latifundista emitía para pagarle a sus esclavos y con las cuales compraban las pocas cosas necesaria que podían adquirir, debido al justiprecio que el mismo emisor de las fichas establecía a sus mercancías.
En una sociedad de justicia social, llámese comunista, socialista, humanista, libre, etc. las necesidades básicas del ser humano deben estar garantizadas, mas allá del falso o real valor que se le fije a los bienes y servicios. La producción se debe orientar en pro de las necesidades colectivas y no de intereses particulares. Por lo tanto los medios de producción deben ser también de propiedad social colectiva, donde se satisfaga a cada cual según sus necesidades, aunque debe existir un mínimo de rendimiento individual, para evitar la holgazanería. Pero esta deficiencia ha de minimizarse en base a la educación y los nuevos valores de solidaridad y apoyo colectivo, que sembrada en la conciencia colectiva, imponga una competencia sana por ser un buen servidor y proveedor colectivo. Más esto es inaplicable en una sociedad mediatizada por el egoísmo, el individualismo, la explotación, la mentira y el engaño.
En la medida que inicialmente se satisfagan las necesidades básicas de la sociedad, independientemente de lo que se aporte en colectivo, se sienta la estabilidad y la tranquilidad de obtener lo que se necesita en base a necesidades reales y no ficticias o creadas, en esa medida los viejos vicios y falso valores capitalistas serán erradicados de la mentalidad humana. No iniciar la caminata hacia ese rumbo lo más pronto posible, seria un suicidio colectivo de la especia humana y un daño a nuestra madre naturaleza. No sobreviviremos ni ricos ni pobres, ni justos ni injustos. En esta etapa de la instauración “del globalismo sanguinario”, las mismas elites burguesas desaparecerán absorbidas por la elite mundial sionista. Esas elites secundarias y dependientes serán demolidas y desaparecidas de la faz de la tierra, sin lujos, privilegios y ventajas de ninguna clase.
*Abogado Bolivariano
javiermonagasmaita@yahoo.es javierdelvallemonagas@gmail.com
www.planetaenpeligro.blogspot.com / lo que será

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