El planeta, la vida y la humanidad, necesitan del aporte de todos nosotros para rescatarlos y salvarlos de las garras del capitalismo sionista explotador e inmisericorde. Es ahora o nunca.
sábado, 16 de junio de 2012
Hablemos de economía, Aunque cause escozor, en palabras sencillas
Javier Del Valle Monagas Maita (*)
Economía en su sentido más estricto significa ahorro. Es la relación prudente entre el ingreso y el egreso, de forma que la primera nunca sea rebasada por la segunda, que ese egreso sea realizado de forma eficiente. Cuando se dice que un gobierno y su política, etc. tienen un buen sistema económico, es por que con menos recursos monetarios se construyen más estructuras, se les brinda mayor bienestar y posibilidades de acceso a las mayorías a los bienes y servicios de calidad. El principal obstáculo a una buena economía es la corrupción en todos sus sentidos y expresiones. De tal manera, si en la cuarta república, que era una estructura, político, económico y social, caracterizada por el despilfarro, el robo, el sobreprecio, la especulación, y la corrupción contra el estado y contra la población; por parte de la burocracia que gobernó. Significa, que esa economía era mala. Por que se le extraía al estado – nación y al pueblo, dinero que iba a parar a los bolsillos de elites ladronas, que de la noche a la mañana, se convertían en nuevos ricos, sin mayor esfuerzo que la estafa. No hicieron ninguna acción de trabajo decente, ni se ganaron premios de loterías. Simplemente robaron, si no que se multiplicaron. A la vez que robaron, colocaron personas de su misma calaña en posiciones gerenciales y administrativas que se dedicaron a las mismas practicas. Así se desangró a Venezuela por siglos.
En el año 1998, con la llegada del proceso Bolivariano, creímos que las cosas cambiarían, que la aplicación de nuevos conceptos económicos traerían consigo una guerra frontal a la corrupción, el ataque al compadrazgo, al amiguismo, a la colocación de familiares sin ninguna capacidad gerencial o técnica en cargos públicos de la administración. Pero desgraciadamente solo se ha hecho un débil intento y las cosas continúan tan pésimas en materia de economía real. Persiste el porcentaje de comisiones, pero incrementado. Ya no es el 10% de comisión; lo que cobran ahora en gobernaciones, ministerios, alcaldías o cualquier ente estadal descentralizado o autónomo. Lo actual es 20, 30 %
En nuestra Venezuela de hoy, los costos de las obras de infraestructuras, son una aberración. Es cierto que el precio del petróleo ha logrado que ingresen mayores sumas de dinero a la nación, pero al mismo tiempo los nuevos ricos “revolucionarios” se han incrementado también. Los contratos entre testaferros y amigos de altos funcionarios, convierten las obras en rebatiña de ofertas de comisiones en maletines y favores materiales que van desde carros, quintas, o jugoso fajos de billetes en efectivo. Para poder detectar lo que digo no hay que ser un detective estrella o un cazador de pruebas. Solo vean el estilo de vida de esos funcionarios, antes y después de acceder al cargo. Comparen sus posesiones monetarias y materiales, con el poder adquisitivo de los sueldos que ganan y después me cuentan.
¿Se han fijado en los presupuestos originales de las obras, tales como puentes, carreteras, casas, centrales azucareros, etc., y el costo final? Ninguna obra es concluida en el valor con el cual se presupuestó originalmente y en cuyo presupuesto se contempló todo o relacionado con inflación y los posibles retardos. Generalmente el costo se duplica, o se triplica ¿Por qué si las variantes económicas estaban previstas en el primer presupuesto?
No es un buen sistema económico, ese que invierte fondos en financiamientos agrícolas, y luego no son supervisados, esos que invierten en la adquisición de centrales azucareros para moler las cosechas de los productores de caña de azúcar, y luego se dedican a refinar azúcar importada y dejan las siembras de los campesinos en los campos perdiéndose y devaluándose. Ese es el caso por ejemplo del central Santa Clara en Yaracuy, mismo que tiene miles de toneladas cañas de azúcar el su patio trasero prácticamente, pero deja que se pierdan las siembras, mientras refina azúcar de República Dominicana y otras naciones del área. ¿No es sospechoso eso? ¿Verdad que se puede pensar que alguien se está llenado con ese negocito de importar esa materia prima en detrimento de la nacional? 3 (tres) años tenemos los productores pequeños de los cañizos palo - quemao en Yaracuy y sus zonas aledañas como Yumare, con la siembra en el campo, mientras ese central se inventa las miles de excusas para no realizar la zafra. Incluso, propone acuerdos con el central privado Rio Turbio, que queda a más de 400 kilómetros del sector y el cual cuando realiza su mini zafra, nunca da el rendimiento en grados brix real ¿De que vale un financiamiento de siembras que solo endeuda al productor mientras se tranca la dinámica de la zafra?
No es buena economía, seguir dándole dólares a las empresas transnacionales de refrescos, que envenenan a la población con sus productos intoxicantes, mismas que pagan salarios miserables y abusan de los trabajadores. Esas son las empresas que pagan en otras naciones como Colombia, para asesinar a sindicalistas y campesinos, mientras aquí conspiran abiertamente contra el país y lo poco avanzado en cambios políticos y sociales. No es económico hablar de revolución y mantener las viejas estructuras ministeriales, como min trabajo, que siguen vejando a los trabajadores y favoreciendo a las transnacionales o apoyando a los burócratas que lanzan a la GN, contra los trabajadores que protestan en pro de sus derechos. No es económico ni revolucionario, que un gobernador como Julio León Heredia, pacte la explotación de los recursos minerales no metálicos con una mafia que lleva muchos años desangrando los ríos y quebradas del estado, dejando pueblos inundados, pobreza y desolación, mientras a los humildes paleros del pueblo; los que trabajan con sus manos, los encarcelan, los persiguen, los reprimen y los criminalizan o los martillan los funcionarios de la GN. AHH. El martillo de los fiscales de transito, el del funcionario policial matraquero, el funcionario publico que pone trabas, el juez que vende decisiones, eso es anti económico, anti revolucionario, el organismo oficial que no da respuesta, es anti económico. El funcionario que impide que un ciudadano común acceda a su pensión, por que no se le bajó de la mula, es antieconómico. Son antieconómicos y anti revolucionarios. Supuestamente son alternativas a la gran prensa capitalista, pero también execran. Que el empresario privado, el político, corrompan y obtengan favores por medio del soborno. Es anti económico, que no estén presos. Es anti económico. Que existan quintas columnas en este proceso, pese a las denuncias del pueblo; es anti económico, que pasen casos como los de Ismael García, Aponte Aponte, Velázquez Alvaray, y otros, impunes. Pese a los alertas populares. Es anti económico y anti revolucionario. Que se hagan leyes y no se acaten. Es anti económico. Que se mantengan relaciones diplomáticas y se le venda energía a una nación que nos agrede como país. Es anti económico y anti revolucionario. Que un sector de la sociedad se comporte como cobardes traidores y vende patrias, como la oposición venezolana, es anti económico e indecente
(*) Abogado Bolivariano
Javierdelvallemonagas@gmail.com
www.planetaenpeligro.blogspot.com / lo que será
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