El planeta, la vida y la humanidad, necesitan del aporte de todos nosotros para rescatarlos y salvarlos de las garras del capitalismo sionista explotador e inmisericorde. Es ahora o nunca.
miércoles, 27 de junio de 2012
Nosotros condenamos: ellos nos escoñetan. Hasta cuando esa mariquera…diría Aly
Javier Monagas Maita
Antes era: ¡Camarada, camarada…tu muerte será vengada! Pero al final el camarada queda muerto, su dolor se lo traga la tierra, su miseria la comen los gusanos, la conciencia se convierte en un tesoro que solo los pocos que la viven y sienten saben de lo que se trata. Mientras tanto el coro sigue, se repite una y mil veces. ¡Allí están esos son los que roban la nación! Luego esos señalados se disfrazan de rojo rojito y siguen robando a la nación. De esa manera se homenajeaba a Argimiro Gabaldon, a Argenis Rodríguez, Alberto Lovera, a Motilón, a Libia Gouvernier, Américo Silva, Fabricio Ojeda, etc. Así se homenajean a los caídos anónimos en puente Llagúno. Pero al final. Solo queda el recuerdo en la conciencia de quienes la poseen. En los demás; Éllos no existieron, ni vivieron, no los mataron. Aun están sin vengar
Siempre la derecha ha derramado la sangre de avanzada de los movimientos populares en Venezuela, en el mundo. Se podría decir que es una constante con pocas variantes a través del tiempo. Ellos (el enemigo)casi siempre tienen el poder. La revolución, el pueblo y sus líderes pocas veces. Pero cuando lo tenemos, somos incautos, descuidamos al enemigo, lo adulamos y hasta somos tan pendejos que creemos que con hacerles concesiones y darles espacio inmerecido, nos lo podemos ganar y hasta pensamos que les matamos sus malditas malas intenciones y mentes criminales egoístas, derechistas y fascistas.
Sabemos quien es el enemigo. Como actúa; sabemos su historia, contamos sus crímenes y narramos sus malas andanzas, pero les permitimos que se alojen en nuestra casa. Tenemos experiencias de que sus habitaciones son centros de envenenamiento y acecho a nuestros hermanos y pueblos. Más aun así, les permitimos que pernocten en nuestro lar.
¿Es que somos débiles mentales, que no tenemos memoria o, que de verdad somos inferiores a esas alimañas, como ellos lo predican? Nos dan con el tobo, a veces los expulsamos, luego les permitimos que vuelvan y al final, la historia se vuelve un círculo vicioso con ellos teniendo el control otra vez ¿Pero por que no intentamos revertir el orden de las cosas y somos nosotros los que vamos a su sitio a sublevar y subvertir el orden grotesco establecido? ¿Por qué debemos ser siempre Nos, los que estamos a la defensiva? ¿No dice un refrán por allí que la mejor defensa es el ataque?
Ellos asesinan a millones de seres humanos. Nosotros vemos las noticias, las comentamos y nos olvidamos. Cuando se les toca el culo o una uña a uno de ellos, entonces somos atacados, bombardeados, invadidos y masacrados. Sus bravuconadas se escuchan en todos los rincones del planeta. Al final acaban imponiendo sus mentiras. Entonces los culpables son inocentes y los inocentes declarados culpables. La alharaca se proyecta en toda la galaxia, pues sus medios se vuelven cotorras histéricas
Si las mayorías queremos ser libres, independientes, soberanos. Eso no cuenta. La mentira nos presenta, que es la opinión de las minorías sanguinarias las que deciden. Así seguimos vagando en un absurdo e ilógico mundo que nos hace creer que la esclavitud y el sometimiento son buenos y que la libertad es peligrosa y dañina.
¿De que carajo nos sirve ser libres, soberanos e independientes – o decimos serlo -, si les seguimos regalando las materias primas. Mismas, con las que construyen sus naves, sus armas, sus bombas, sus proyectiles, sus aviones, barcos y les damos también muy barato el combustible que impulsa a sus maquinas de muerte, con las que nos aniquilan a nosotros y a nuestros hermanos. Les cedemos nuestros suelos para sus bases militares, desde donde nos espían, nos roban y nos matan. Cuando ellos cometen sus crímenes, dudamos en acusarlos, más cuando nuestros hermanos cobran alguna deuda pendiente; los condenamos, hacemos pactos con sus perros serviles y les entregamos a nuestros aliados, tan solo por el temor de molestar, o no dar una excusa para que nos ataquen ¿Cuándo coño esos asesinos han necesitado una excusa para atacar? Ellos las fabrican. Así lo hicieron contra Irak, Libia, Afganistán, Pakistán, Siria, Cuba, Nicaragua, El Salvador, Crenada, República Dominicana, Haití, Chile, Argentina, Paraguay, Uruguay, Venezuela, Brasil, Panamá, Vietnam, Corea, Puerto Rico, Somalia, Yemen, Honduras ¿Hasta cuando seguimos siendo pendejos y creemos que con portamos bien y someternos a esas lacras estaremos a salvo? Soportamos que golpeen a nuestros hermanos una y mil veces, para luego decir las mismas frases trillada.
En este preciso momento ese enemigo está matando a los Yukpas, a nuestros líderes populares en los barrios y pueblos, de Venezuela. Con el antifaz de la inseguridad sembrada como pretexto. Los comandos especiales yanquis y paramilitares colombianos, están asesinando a personas en Venezuela de manera selectiva y parece ser que nadie se entera. Todo lo dejamos que se diluya en las últimas páginas de los diarios asalariados, que presentan al crimen como una oportunidad de vender periódicos y de engañar a la gente.
Señores, en Venezuela se esta librando una guerra no declarada, que es conducida por el poder dominante en Estados Unidos, el mismo poder que destruyó a Irak, Libia y ataca ahora Siria. Ese poder nos distorsiona la realidad y nos presenta su maldita guerra, como algo denominado inseguridad. Por eso sus lacayos de la MUD, la citan tanto y la toman como bandera política y militar. Por eso los Cisneros, los Mendoza, los Escotet, los Camero, los Volmer. Machado, el grupo BBVA. Etc. siembran cizaña en el país, para acabar con la esperanza de un pueblo que quiere ser soberano y libre por encima de todo y todos. Por eso las leyes para adecentar el periodismo y controlar a los medios enemigos del país, no funcionan. Ellos no respetan. Retan al estado, retan al gobierno, retan al pueblo y están allí impunes sembrando su odio, su maldad, su veneno racista y discriminador. Por eso Globovisión, Venevision, Televen, etc., imponen su dinámica y ejercen su poder por encima de las leyes. Ellos provocaron la muerte de muchos venezolanos en el 2002 – 2003 y allí están impunes y generando las condiciones para otras muertes más. Hablan de la violencia, del odio, del hampa y son ellos mismos los que hacen del delito un acto heroico y publicitado en sus programaciones. Pero siempre acaban acusando de culpables al gobierno y al socialismo.
¡Así no se hace revolución y no es que se gobierna!
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