Javier
Del Valle Monagas Maita
No creo
que todo un proceso descanse solo sobre un programa de televisión o un solo
hombre. Sin entrar a juzgar si Mario Silva y su programa son útiles o no;
si hubo o no, razón de sacarlo del aire.
Lo central del asunto, es que si una revolución se sostiene solo por un
programa de televisión, o por que uno de nuestros dirigentes deje la posición
de vanguardia. Eso implica que estamos
jodidos ¿acaso el compañero Silva no puede aportar al proceso desde otro
escenario? Si nuestro nivel político nos sirve y se activa mediante
una señal televisiva o por los dichos y comentarios de un líder, estamos mal.
¿Que pasaría entonces en una guerra si muere en combate un jefe u otro camarada?
¿Nos rendiríamos? ¿O más bien apuramos la batalla para vencer al enemigo?
Si Uds. se ponen a ver: También se desarmó esa bomba asesina mediática que era
globo visión. igualmente veo al asesino Capriles pegando gritos al cielo por
que no lo sacan en primer plano y en vivo. Señores estamos en una guerra
y en la batalla tenemos bajas y producimos bajas al enemigo. Estoy seguro que
el compañero Silva sabrá ocupar otro sitio en la lucha. No nos ceguemos. Presionemos
para que la revolución se profundice. He allí la tarea. Sin conocer personal mente a Mario Silva, me
atrevo a señalar que el compañero acatará la decisión.
En la vida nada es eterno, más aun, si preconiza y participa de una
revolución. La propia esencia
revolucionaria hace que se tenga que evolucionar, cambiar a otros esquemas
hacia otras estadías de conciencia y trabajo.
Ahora, por que alguien debe rotar, no es razón para ponerse
rebelde. Es simple y llanamente el fin
de un ciclo y el principio de otro.
Somos siete millones y medios y algo más de chavistas duros ¿creen que
para tomar decisiones, todos debemos coincidir?
Eso seria como sentarse a esperar que llueva para arriba, es imposible,
aun asignando a todos y cada uno las mejores de las intenciones y la buena
fe.
Todo lo que está pasando fue previsto por el líder eterno. De allí, su
angustia cuando nos decía aquel 8 de Diciembre, sabiendo ya que no retornaría al poder,
desahogó todo su pesar, y angustia.
Allí están sus palabras grabadas,
sus instrucciones y sus presentimientos reflejados. Todo está claro. Entonces
¿cual es la alharaca? Entiendo que todos
sientan un pesar y hasta angustia cuando
los cambios necesarios nos asignan
nuevas posiciones, eso es normal en una revolución. Si no, entonces no es
revolución, si lo que estamos pidiendo es que se revolucione la revolución
¿Cómo queremos entonces contradictoriamente dejar todo como está? Varias veces escuché al camarada Chávez citar
y recomendar “el arte de la guerra de SUN TZU”. Bueno pues allí está claramente
explicado por que el cambio de las cosas y como se puede entender de manera
hasta natural. Incluso la propia dinámica del marxismo también la expone como
algo dialéctico (Sucesión de hechos
en la que se van produciendo unos a causa de otros)
Por allí vi muchas
amenazas de camaradas honestos y valiosos, de no votar, de renunciar al
proceso, de enchinchorrarse con su familia,
si no regresa Mario Silva.
Carajo acepto esa posición por razones de fuerza o por principios
realmente nobles, ¿Pero por berrinches y una solidaridad mal concebida? No.
Están comportándose igual que el asesino Capriles. Por que globo visión no lo
sacó en vivo y entonces zapateando como marico chiquito se va a Colombia a
pedir una ayudita al sanguinario narco para –militar, Álvaro Uribe Vélez.
Detecto detrás de todo ese berrinche que la
concientización sobre lo que hacemos, contra quienes lo hacemos y para que lo
hacemos. No está muy clara. Y eso si es peligroso. Mas peligroso que si no
tenemos un programa de radio o televisión. Si por mí fuera, me preocuparía más
por que el grueso del colectivo chavista entendiera la necesidad de ciertas
decisiones, que por otra cosa.
El hecho de conocer y reconocer al enemigo
principal de este proceso es tan importante, como hacer las cosas bien y con
honestidad. Si reconocemos y captamos al
enemigo Sion imperialista en su esencia, seriamos capaces de comprender todos
sus hechos y dichos sin necesidad de que nos lo expliquen pues las
consecuencias son productos de las realidades y estas de los pensamientos que
la generan. De esa forma no habría
engaño posible o mentira mediática o electorera que nos hiciera dudar. Para llegar a ese nivel, es necesario romper
ese ambicioso esquema de creernos el centro del mundo y de ante poner intereses
egoístas o grupales por encima del colectivo.
Cuidado y no me mal
interpreten. Reconozco y respeto al camarada Mario por su labor. Su desmontaje mediático de matrices impuestas
por los enemigos es una labor muy importante, pero las cosas se vencen, los
esquemas se maduran y se imponen
renovaciones. Si de mi dependiera, daría al camarada Mario Silva y a todo aquel
capaz de hacerlo, la responsabilidad de generar los elementos necesarios para
elevar el nivel de conciencia de la militancia, pero no como algo dogmático,
rígido o impuesto, si no como un proceso educativo constructivo y espontaneo,
desde el punto de vita de hacer que brote dela propia iniciativa del militante
el superarse y ponerle a su alcance las herramientas dinámicas y abiertas para
que las tome y las asimilen sin presión. No como una obligación estricta, si no
como un sentido del deber. Es difícil, más no imposible. Les aseguro que esa labor es de urgente
aplicación hoy por hoy. A mayor nivel de
conciencia más fortaleza revolucionaria y menos poder de parte del enemigo ¿hay voluntad?
Facebook, Javier Monagas Maita
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