lunes, 11 de febrero de 2013

Dólar, guerra, magia, responsabilidades, críticas sanas y, criticones pendencieros hepáticos



Javier del valle Monagas Maita (*)


      La complejidad de la actual Venezuela, pasa por varias vertientes que convergen es la realidad. 
     Una: somos un país enfrentado a las fuerzas más poderosas del planeta desde el punto de vista económico, político y militar. Esa fortaleza les permite maniobrar y hacer daño. Pese a que tienen sus propios problemas económicos y sociales internos.
     Dos: Al ser nuestra nación parte integral de un mundo, cuyas leyes vigentes aun responden a los intereses de los grandes capitales internacionales, queramos o no. Sus problemas nos afectan. Mas aun si nuestras importaciones y exportaciones se hacen en dólares. Esto implica una dependencia  muy peligrosa respecto a la nación  matriz del dólar.
     Tres: no están dadas aun, las condiciones internacionales y nacionales para lograr romper por ahora con la dependencia de una moneda, que es puro papel y tinta, que ni siquiera es respaldada por una economía sana, si no por el contrario  por una economía muy enferma y cada día mas débil e improductiva.
    Cuatro: a lo interno del país, tenemos una oligarquía económica que posee control de la mayor porción de la economía nacional. Eso hace que tengan capacidad de imponer un ritmo diferente al del proceso. Es lógico, por que ellos son antagónicos a cualquier cambio que de poder a las mayorías en detrimento de sus intereses de clase burguesa. Esa oligarquía, juega con la economía nacional usando para ello varios factores que generan inquietud colectiva: la falta de conciencia, la complicidad política, el miedo, el engaño, la manipulación mediática, y sobre todo el desprecio hacia el pueblo llano.  Esa situación hace que el pueblo en muchas circunstancias reaccione por instinto contra sus propios intereses. Es decir basta una campaña mediática que diga  de la posibilidad de uno o varios artículos de consumo, para que  se produzca una estampida que provoque la desaparición de esos artículos del mercado. A eso debemos sumar que esa oligarquía económica, previamente, ha desabastecido al mercado y previamente notifica a los comerciantes minoristas, para que ellos racionen a su vez las existencias disponibles, a los fines de especular después con los precios ¿La meta?: culpar al gobierno y usar su propia maldad especulativa, para beneficios políticos
     Cinco: dentro de la estructura de gobierno y de las organizaciones político partidistas que dicen apoyar al proceso, se ha colado una serie de mercantilistas de la política que han hecho un buen trabajo para retrasar y desviar los avances del proceso. Incluso muchos son neo potentados económicos y cuando hablan de revolución, lo hacen en el sentido de desplazar a la elite burguesa actual, y favorecerse ellos.  Sustituirla por ellos, pero manteniendo la relación laboral igual, y la propiedad de los medios de producción en sus manos.  Son esos disfraces de revolucionarios, parte de los residentes hoy en Miami, Perú, Costa Rica, Colombia, etc.
     Seis: la dirección honesta del proceso ha fallado. No se ha atacado al consumismo en su esencia, y hasta puedo decir, que  se ha estimulado. A eso a contribuido la dirigencia media  del proceso, la cual se ha empeñado en promover ese consumismo y en detrimento de impulsar la mejor distribución de los recursos económicos entre la población de forma mas ecuánime y productiva.  Esa misma dirección media, ha subestimado y en muchos casos despreciado las críticas y comentarios sanos que desde la base el pueblo hace a diario. Esa dislocación política ha generado una separación de la base respecto a sus líderes medios, incluso los captan como algo lejano y sin conexión legitima. Ha situación ha degenerado, que incluso hasta los lideres naturales del pueblo, cuando ya no pueden ser ignorados, son cercados  e imbuidos en una especie de bolsa, donde va perdiendo poco a poco el contacto con el pueblo. Llegando hasta el punto de hacerse enemigos de quienes hacen las criticas dentro de las organizaciones de manera honesta. Muchos de esos dirigentes medios, se dedican a crear parcelas de seguidores, a costa de favores, descuidadando la esencia educativa e ideológica del proceso.
     Siete: el desprecio hacia el proceso educativo y formativo ideológico en las organizaciones  de apoyo a la revolución, se ha acentuado tanto, que lo único que se hace es repartir algunos panfletos y libritos, con los discursos del presidente y de uno que otro autor reconocido, pero sin profundizar en la esencia del mismo. Afortunadamente, la conexión pueblo  - presidente, ha servido para que sea este ultimo, el único vehículo.  Cuando se realizó una campaña desde la base, de algunos militantes que entendían de esa necesidad, se nombraron unos comisionados de ideología, que al final  sirvió para que se impusieran elementos que lo que hicieron fue proyectarse ellos y sus entornos, abandonando el eje central del proyecto. Lo que terminó en un simple fraude decepciónate.
     Ocho: Desde el punto de vista productivo, se dieron financiamientos y asistencia económica a proyectos que solo fueron una excusa o un medio para hacer un dinerillo a costa de la revolución. No hubo, ni hay la asesoría técnica ni el personal responsable y consciente para desarrollar una estrategia  y hacer un seguimiento a esos créditos y dineros entregados, a los fines que generaran productividad eficiente y permanente. Entes como CVA Azúcar por ejemplo, rotan  un responsable o gerente casi como cuando uno se cambia de interiores. Ninguno ha sido eficiente, incluso ponen a personas sin la suficiente calificación y responsabilidad política y profesional, para ser eficientes. Todos se vuelven discursos, sueltan dinero y nada más. Mientras tanto el campo sigue siendo un caos.  No se organizan los suelos, no se respeta su clasificación, ni se asignan producciones en base a su calidad y necesidades del país. La seguridad del campo es caótica. Siembras como el plátano, el maíz, auyama, frutas, etc., son victimas del bandidaje rural que des cosecha antes que el productor. Sumemos  a eso, el margen de ganancia tan pésimo que obtiene el productor y los márgenes tan descomunales que de la misma siembra obtienen los intermediarios, debido a la incapacidad de esos productores de colocar sus cosechas en lugares de acceso directo a consumidor, donde este ultimo pague menos y el productor gane más.  El estado creo empresas de mecanización agrarias, que no aparecen por ningún lado, entregó maquinarias a cooperativas de mecanización, que cobran más caro que los mismos prestadores de servicio privados. Se adquirieron centrales azucareros, para supuestamente darles respuesta oportuna y más rentable a los productores de caña de azúcar. Y lo que ha hecho es dejar las siembras en el suelo perdiéndose y ocasionado perdidas a los productores, mientras unos vivos relacionados con esos centrales y grupos políticos del entorno predomínate, se llenan los bolsillos refinando azúcar  bruta importada de otros países,  pongo por ejemplo el Central Santa Clara y el Cumanacoa, entre otros.
      Nueve: Como militantes con visión y capacidad política, debemos asumir la responsabilidad ante toda esta debacle. Tenemos responsabilidad al permitir como dueños del voto, de la voluntad propia, que se nos impusieran a muchos parásitos pseudo líderes, que solo demostraron capacidad de maniobra para  acomodarse en posiciones políticas desde las cuales  han cabalgado en el potro del los favores militantes y  sembrando parcelas, donde solo ellos cosechan el beneficio personal y grupal que envenena a las organizaciones revolucionarias y  causa distorsión en la conciencia del pueblo común.
     Por una devaluación, no vamos a vender ni entregar este proceso. En eso debemos estar claros. Lo que hay que exigir y reclamar es participación popular cierta en las decisiones del proceso, pero para poder participar hay que prepararse, no podemos dejar que empíricos o  asomados sin capacidad en los temas, impongan criterios u opiniones. Tampoco vamos a fusilar a aquellos compañeros que hasta ahora nos han mantenido lo mas alejados posible de las consecuencias de la crisis económica artificial provocada por las mafias Sion capitalistas que pretenden imponer una dictadura global a costa de la miseria, vida y dolor de los pueblos.  Tenemos que hilar muy fino y entender que estamos en guerra y el enemigo ataca. Lo que debemos hacer es atacar también, pero organizadamente y en armonía revolucionaria. No permitamos que el enemigo nos disperse. “por que si la lucha se dispersa, no habrá victoria popular en el combate” Aly Primera
     Pasa que muchos de los que se rasgaron las vestiduras  pregonando al mundo y a los extraterrestres, que son serán y serian chavistas revolucionarios por sobre todas las cosas. Ahora dicen que la oposición tiene razón y que el gobierno está devaluado. Por aquello de: ”con mi bolsillo y capital no te metas”

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