lunes, 1 de diciembre de 2014

¿CONTRUIR UNA CASA? ¡ODISEA DE LA DESESPERANZA!




Javier Del Valle Monagas Maita 

Gobierno, empresa privada, comerciantes ladrones y estafadores. Desangran los dineros al pueblo pendejo, convirtiéndolo en centro y en masa de merengue inestable, haciéndole un gran favor al Sion imperio asesino yanqui. Incluso el IVA, es un saqueo contra el pueblo humilde.
      Como el poco dinerito que tengo se me esfumaba en el banco, decidí antes de que se lo comiera la inflación generada por la complicidad  gobierno -y las mafias de la oposición (sector comercio estafador, al servicio del Sion imperio) comprar una parcelita, construir una vivienda a mi expensa.  No tenia idea de lo traumático de tal aventura (Si traumático) empiezas con la búsqueda de las cabillas. Todas las ferreterías te pichan a otras, ve a tal o, ve a tal otra, etc.  Al final cuando pierdes la esperanza y casi te rindes. Un gerentico (de esos,  medio mafioso y medio tracalero) al ver tu debilidad te llama a parte y te dice: “yo se donde puedes encontrar las cabillas, pero eso si, te costaran más caras y sin factura” pregunto ¿Donde?, me da un teléfono y me dice llámame mañana. Después de las 10 am. luego te informa que el precio de la misma es 300% mayor que el regulado, si te pillan los policías o la guardia cuando las trasladas te la decomisan y el del camión se mete en un peo, a menos que te bajes de la mula generosamente. Como no caigo en la trampa. Al fin después de tantas vueltas encuentro una ferretería que tiene las cabillas de 12 metros de ½ pulgada a la bicoca de 840 Bs c/u.  Es así como lo ablandan a uno, para que se ponga suave al encontrar el atesorado fierro y pague lo que les da la gana cobrar. Con el cemento, la cosa es peor. No puedes comprar más de 5 sacos (cuando por fin lo encuentras). Una telaraña de trafico del cemento te conduce por unos callejones de rebusque increíbles.  Finalmente  antes de rendirte, resulta que un contratista del gobierno, - de esos que hacen las viviendas para el estado - amigo de un ferretero, te puede ubicar algunos saquitos de cemento, pero a precio de oro y el traslado, igual que la cabilla, es a tu riego único y absoluto. En la procesión de búsqueda de estos artículos, te encuentras una muchedumbre de gente en la misma cacería. Allí escuchas los comentarios en contra del gobierno, en contra de los estafadores, en contra de los comerciantes, en contra de la oposición, en contra de cualquier cosa, menos en contra del real enemigo (ese nombre se los dejo a su  descubrimiento. Solo puedo decirles que ese enemigo, actuó así, también en Chile contra Salvador Allende, que no pudo darle una respuesta efectiva, y cuya historia se está repitiendo hoy en Venezuela)
      Resulta pues, que quienes queremos construir una vivienda sin el concurso del estado, no podemos  hacerlo. A menos, que nos vayamos por los caminos de la corrupción y las mafias. No tenemos ningún lugar donde acudir y a donde exigir que nos vendan lo que necesitamos. Y cuando encontramos algo, nos hacen sentir peor que los que trafican con drogas, armas, personas u órganos humanos.  ¿Por qué ese cemento y esas cabillas que tienen por coñazo los contratistas del estado y los comerciantes estafadores y que van al mercado negro, no se venden mejor en sitios y locales acreditados, bajo control, estricto y que si es necesario, se verifique el sitio donde se construye, Pero que sea eficaz y a precio accesible? ¿Por qué tienen que obligarme a que sea el gobierno quien haga mi casa a su modelo? No critico que el gobierno haga esas viviendas de interés social y sus modelos y que ponga control, pero debe dejar, facilitar que particulares hagan lo suyo a expensas y sacrificios propios, pero a su manera.
      Nos ponen en medio de un emparedado de opresión. Por un lado el gobierno nos prohíbe toda posibilidad de construir con sus restricciones exageradas. Las policías y guardias martilladoras, sirven de soporte a la corrupción. Por otro lado, las mafias de empresarios ferreteros maulas y sus socios o relacionados, nos aprietan por el otro extremo, robándose descaradamente y sin sanción alguna nuestros escasos ahorros, al complotarse para esconder los productos y filtrarlos luego a precios grotescos por los caminos del chantaje.
*Abogado con Patria
http://planetaenpeligro.blogspot.com/2014/12/contruir-una-casa-odisea-de-la.html 
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