Javier Del Valle Monagas
Maita
El pueblo humilde, los campesinos, los obreros, los sin tierras,
están pagando las consecuencias de los cambios morrocoyes que se hicieron en
Brasil, Argentina, Venezuela, etc. Y es que lamentablemente, cuando los pueblos logran romper los esquemas de
gobierno de la derecha Sion capitalista en nuestras naciones, los cambios se
hacen a cuenta gotas y el enemigo sigue disfrutando de fuerza y poder que en
cualquier momento le permite re asumir su posición de gobierno, y entonces las
arremetidas contra el pueblo es barbará. Es mas, el simple hecho que después de
cierto tiempo de gobierno de una
revolución o un gobierno progresista, tenga apoyo dentro de los sectores
populares, es un indicativo del fracaso de esos cambios. No se desarrolló la campaña educativa y de concientización
para impedir el engaño de esas mentes
humildes., no se les hizo comprender que es el capitalismo su gran
enemigo. No se debe descuidar el arma
mediática de la que disponen los
avaros criminales comerciantes de la miseria social masiva. Es la
primera que debe ser neutralizada y controlada con leyes efectivas para que
sirva solo para su función difusora e informativa y no para atacar por razones
de conveniencia económica o política a los poderes estatales y las personas. No
se trata aquí de censura. Simplemente es poner cada cosa en su lugar.
Estamos claros que cientos de años de dominación y subyugación no
se cambian de la noche a la mañana. Bien, pero si es menester, que cuando por fin se accede al poder político, lo
primero que hay que hacer es desarmar las estructuras mismas de dominación del
enemigo, derogar sus leyes, cambiar sus policías, sus ejércitos, posesionarse
de los medios de producción de bienes y servicios, reestructurar el
funcionamiento del estado y preparar al
pueblo para la asunción de su rol de poder colectivo, con fines colectivos,
para el bienestar colectivo. Por ejemplo, no es comprensible, como en
Venezuela, siendo el estado el que asume casi toda la financiación y suministro
de semillas para la siembra alimentaria, al final de la cosecha, sea la empresa
privada enemiga, la que se beneficie sin arriesgar un céntimo y la que a la vez,
termina por imponer las estructuras de venta de los productos finales. Confinando
además al productor primario a ser el mas débil y menos beneficiado de la
cadena comercial.
En estos momentos, los movimientos populares, los campesinos, los
obreros son blancos de feroces ataques represivos en su contra por parte
de los gobiernos neo liberales. Además las cargas impositivas y los costos de
los servicios públicos y privados deben recaer en sus hombros, mientras sus
ingresos merman aceleradamente, generando rápidamente inmensas cantidades de
hogares pobres o marginalidad social precaria. Todas las fuentes de riquezas se
privatizan y los pueblos son expulsados de sus lares de vivir y de trabajo para
entregarlos a las fauces de las empresas privadas transnacionales.
Sin importar la forma de acceder al poder, se debe entender que
ese paso se busca es para derrumbar, eliminar, desaparecer todo vestigio de
capitalismo o de sistema empresarial privado depredador. No hacerlo, es dejar
al enemigo con suficiente fuerza y poder para volver al pasado indigno de miseria social. No se puede hacer
y aplicar políticas en base a la capacidad de incidencia del enemigo
interno. Hay que tomar en cuenta a sus
fuentes externas de apoyo y que reaccionaran
en cambote, apenas se toquen los
primeros intereses capitalistas. No se
trata entonces solo de proporcionar bienestar social y colectivo a los pueblos,
se trata de crear las condiciones óptimas para que ese bienestar no sea arrasado en cualquier posible ataque del
enemigo. Se trata de hacer que esa gran masa popular sea el elemento central
del sostén de su propio bienestar (Conciencia de clase). De no hacerlo, pasa lo que pasa hoy en
argentina, Brasil, Chile. En Venezuela,
ilustrativamente sucede con los grupos Sion capitalistas de Mendoza y Cisneros,
por ejemplo. Pero la represión a los pueblos es generalizada
bajo el yugo del capitalismo depredador. Así en México, Colombia, Perú, Estados
Unidos, etc.
No es haciendo alianzas, ni acuerdos con esas empresas
expoliadoras que se construye un estado
socialista o de corte social popular
revolucionario. Es al contrario, arrebatándoles esos medios de producción,
preparando a la clase obrera para asumirlos y para hacerlos eficientes.
Un país que quiera sostener o construir soberanía, independencia
y libertad, no puede ni debe jamás hacer
negocios con monopolios transnacionales de ninguna índole. Quizás deba hacer acuerdos con otros estados.
Pero jamás contribuir al fortalecimiento del enemigo empresarial monopólico y
transnacional. Eso es ponerse un cuchillo en la garganta. Igual pasa con la
soberanía jurídica. Jamás una nación
puede aceptar o conceder poder a tribunales extranjeros para dirimir los
asuntos de la nación con un tercero. Eso debilita la independencia y pone al
país en riesgo, además que da carácter de imposición a ese tercero. Si no se
tienen suficientemente claras las fortalezas y debilidades del enemigo, la
batalla por vencerlo, es muy dura. Al
enemigo hay que estudiarlo y analizarlo bien, buscar los métodos y herramientas
alternativas a sus armas para someternos. Por ejemplo lo sucedido recientemente
con el banco maula “fist national city bank”
un trust bancario, que decidió,
por ordenes del gobierno Sion yanqui, cerrar las cuentas de pago de
Venezuela. En una franca acción de agresión y aislamiento internacional
financiero contra el país y en apoyo a los degenerados y traidores
políticos de la MUD. Lo primero
que se tendría que hacer es expulsar esa entidad del país y multarla por
irresponsable.
No es un secreto que la mayoría de las empresas Sion yanqui
establecidas en Venezuela, tienen implicación en la guerra económica y de
desabastecimiento contra el país ¿Por qué se les permite seguir obteniendo
ganancias aquí a costa del sufrimiento y angustia del pueblo? Son tan descarados,
que piden divisas reguladas y luego las colocan en el mercado paralelo
obteniendo inmensas ganancias mal habidas. No adquieren las materias primas y
luego venden los pocos productos que hacen a las redes clandestinas de ladrones
y estafadores que acaban robando el bolsillo de la población ¿Por qué hacen
eso?, por debilidad del estado, por permisividad y por falta de mano dura.
Si ya el aparataje mercantilista Sion capitalista nos está
poniendo la cosa dura, ¿Por qué no aceptar ese empuje y los sacamos del juego
de una vez? Ya estamos haciendo el sacrificio obligado para el cambio radical,
pues asumámoslo y cambiemos sus
capacidades de hacer daños. Inventemos (Simón Rodríguez) hagamos unas
nuevas estructuras de producción, con nuevos socios (que los hay en el mundo),
con los cuales podamos hacer relaciones comerciales sin el concurso del enemigo.
¡VENCEREMOS!
*Abogado con Patria
http://planetaenpeligro.blogspot.com/2016/11/cosecuencias-de-cambios-lentos-o.html
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