martes, 25 de abril de 2017

¡TERRORISMO JUDICIAL!


Javier Del Valle Monagas Maita

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Terrorismo
1. m. Dominación por el terror.
2. m. Sucesión de actos de violencia ejecutados para infundir terror.
3. m. Actuación criminal de bandas organizadas, que, reiteradamente y por lo común de modo indiscriminado, pretende crear alarma social con fines políticos.
Se puede delinquir por acción, por omisión o…
       Analizando el término, en base a su uso y aplicación actual, lo definiría como el método de ataque más perverso y sanguinario jamás conocido por la historia humana. Mediante su imposición persigue debilitar la resistencia de las personas (síquica, física, mental) o individuos a los cuales está dirigido, a los fines de ser sometidos y dominados por entes colonizadores, sin importar daños, consecuencias humanas, materiales y morales...
      Pero, también me atrevo a decir, que existen diversos tipos de terrorismos, que al final pretende conducir al mismo objetivo de colonización y dominación de pueblos, personas, naciones etc. por parte de fuerzas diabólicas y perversas. Mas, eso, creo es conocido por  cualquier ser pensante medianamente estable, formado e informado ¡Ah! También pienso que existe un terrorismo específico, que puede servir de fuerza o apoyo a los demás tipos de terrorismos: Ese es el terrorismo judicial. 
     El terrorismo judicial: Es ese vergonzante acto cometido. Que teniendo las evidencias claras y bien formalizadas de la culpabilidad de los  acusados. Utiliza los recovecos, los caminos verdes, las argucias leguleyas, que puedan torcer el camino de la justicia y poner en la calle a esos criminales, que aunque demostradamente se saben, están claramente incursos en delitos,  manipulan argumentos y excusas fútiles para la impunidad. También, es parte de ese terrorismo, el funcionario que es muy veloz para actuar cuando se trata de complacer intereses sórdidos, que por chantaje o presión fuerzan las balanzas de la justicia en favor del delito.  Pero también se suele poner muy pesado y lento para ver las pruebas que demuestran la culpabilidad del corruptor.
     Después de esta necesaria introducción, sin querer ser acusador ligero ni pretendido dueño de la verdad. Me atrevo a decir que lamentablemente, nuestra Fiscalía General de la República Bolivariana de Venezuela ha caído en eso que defino como terrorismo judicial. Los recientes hechos ocurridos en Venezuela, a partir de la reactivación del plan criminal y sanguinario de la oposición venezolana, financiada y elaborada desde Estados Unidos, en las oficinas de los servicios de inteligencia Norteamericanos con objetivos claros de neo colonialismo y  usurpación de posesión de las riquezas  de la patria.   A diario salen declaraciones de los lideres de la llamada MUD, que son claros indicios de delitos que pudieran ser considerados inclusive hasta de noticias criminis. Pero asombrosamente no pasa nada, no hay procedimientos, no hay investigación, no hay citaciones… solo un silencio cómplice y la impunidad descarada del delito obvio que no se ve por que la fiscalía mira hacia la luna: se amenaza al presidente, se amenaza al pueblo, se violan los derechos constitucionales de las mayorías, amparados en nefastas manifestaciones violentas, ilegales e ilegitimas, se asesina, se destruye, se incendian bienes nacionales, privados, se saquea, se secuestra masivamente se atacan instituciones hospitalarias que atienden a bebes, madres parturientas, se agreden ambulancias, se asesinan policías, militares, guardias nacionales, obreros, campesinos, profesionales. Y para colmo, se conceden liberaciones basadas en tecnicismos que son más, actuaciones políticas o tarifadas en muchos casos que decisiones jurídicas legitimas. Es una miopía tan contrastante con la veloz reacción a denunciar que había un golpe de estado, en medio de aplausos sospechosos y bajo la cobertura de los medios canallas de manipulación de la información. Pasando incluso por encima de los procedimientos y normas propias para estos casos de dirigirse directamente solicitando una aclaratoria vía escrita, sin espectáculo publico con tribunas de hienas predispuestas a devorar a los demás poderes del estado. Cuando  el TSJ, hizo uso de sus facultades constitucionales para imponer el orden necesario en un caos que se intento  imponer desde una Asamblea Nacional en desacato y usurpadora de las funciones especificas del poder ejecutivo y judicial. Y  hacer del estado venezolano una entelequia sin fuerzas ni fundamentos. Que conduciría a una posible declaración de estado fallido que serviría de excusa para el crimen organizado que desde Estados Unidos, la OEA, etc. y otros gobiernos lacayos  para invocar una intervención extranjera en Venezuela. Lo que es meta del plan  Sion yanqui para robar  las riquezas deseadas de nuestra nación.
     No tengo nexos, no conozco personalmente a la ciudadana fiscal del ministerio público, jamás he tenido diferencias, ni roces con ella.  Simplemente analizo su conducta (Su órgano representado). Y su parsimonia, cuando de actuar en contra del poder económico violador de leyes se trata, y lo muy ligera o rauda, cuando de actuar en defensa de esos intereses  le corresponde.
     No es mi intención mal poner, ni atacar gratuitamente a nada ni nadie.  Simplemente llamo la atención sobre una conducta que cada día, se nota, va en dirección contraria al deber ser y a la justicia imparcial. Siempre dejo abierta la ventana de estar errado o del deseo de estarlo, pero las evidencias están allí, a la vista de cualquier observador.

¡VENCEREMOS!
*Abogado con Patria
 http://planetaenpeligro.blogspot.com/2017/04/terrorismo-judicial.html
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