El planeta, la vida y la humanidad, necesitan del aporte de todos nosotros para rescatarlos y salvarlos de las garras del capitalismo sionista explotador e inmisericorde. Es ahora o nunca.
jueves, 4 de octubre de 2012
El juego de la derecha, es igual al juego de la maldad, de la muerte
Javier Del Valle Monagas Maita (*)
Debo empezar por aclarar que el término derecha, es un sinónimo de indolencia, terrorismo, muerte, despojo, saqueo, genocidio y su principal cualidad es el egoísmo. Ya escrito esto, continúo exponiendo que, lo que pasa en Venezuela a partir del año 1992 cuando surgió por vez primera la figura de Chávez, no es nada fortuito. Es simplemente que la nata fue desbordada por el hervor de la represión y el pueblo encontró una válvula de escape que mantenía una sobre presión en esa olla que era la Venezuela (como lo decía Alfredo Maneiro) de la cuarta república cuyo signo era la corrupción, el robo y la entrega del país a intereses extranjeros en detrimento del pueblo.
En esa Venezuela pre Chávez, había discriminación y nadie se atrevía a juzgarla por temor a la represión. En esa Venezuela había hambre y todos los aceptaban como algo normal, por ser un mal permanente. En esa Venezuela existía odio: el negro, el moreno, el indio, eran personas de segunda, al punto que sus ocupaciones más destacadas eran de servidumbre, jornaleros y obreros simples. En esa Venezuela imperaba la injusticia. Cualquier funcionario de mediana posición, tenía la facultad, de calificar a un pobre de vago y maleante y sin juicio previo o proceso judicial alguno, era enviado a las colonias móviles del dorado sin más trámite que la voluntad inmoral de un Adeco o Copeyano ladrón y sinvergüenza. En esa Venezuela, no existían derechos humanos. Para tener educación, se debía disponer de un capital y de un padrino o familiar del partido de gobierno. Es cierto que los pobres podían estudiar hasta el sexto grado. Pero era a punta de sacrificios, dolores y carencias extremas de los padres, llegar a secundaria o, a la universidad era una misión imposible para el 85% de la población venezolana. Eso no me lo contaron. Lo viví en carne propia. Los liceos, universidades eran constantemente atacados por los cuerpos policiales, no había una semana sin que se asesinara a un estudiante por parte de esos cuerpos represivos o por las bandas armadas de AD Y COPEY.
A partir de los años sesenta, nuestro pueblo pobre fue blanco de un ataque descomunalmente demoledor de su condición humana y de dignidad. Junto con la intromisión de la televisión y su programación destructiva de los valores culturales propios en nuestros precarios hogares. Se nos indujo a los jóvenes a ser esclavos de las drogas. Si, en los años sesenta, Venezuela fue invadida por una podredumbre humana expulsada desde Cuba por la revolución Cubana, y junto con ellos vino la droga como agente mediatizador y adormecedor. La prostitución como negocio, la tortura como método de represión y la muerte en los barrios como agente de control. Se lo que digo, por que me crié en los frailes de Catia, donde hasta hacer deportes era un riesgo, debido a las permanentes redadas de los cascos blancos de la Policía Metropolitana, quienes sin mas tramite que sus malditas voluntades te encerraban por que estabas jugando pelotica de goma o chapitas en la calle, por no tener canchas deportivas en ningún lado.
Nada es casual. Esa es y era la estrategia de la burguesía para mantener a un pueblo encerrado en el vicio, el ocio, la ignorancia y la maldad, a fin de poder controlar ellos todas las riquezas del país. Pero como todo se sabe y se desnuda. Toda esa malicia se fue haciendo conciencia en el pueblo. Nuestros caídos, nuestros hermanos estudiantes que manifestaban y que eran masacrados por esas mismas policías, fueron dejando huella en nuestras almas y corazones. Poco a poco fuimos madurando. El carburo de la represión y la injusticia nos fue templando el acero de la voluntad. Las güerillas, pese a traidores como los ya conocidos (Teodoro, Américo, Pompeyo, Douglas, Puerta Aponte, Pablo Medina, otros cobarde traidores como Eduardo Sentei), dejaron huella en nosotros. Los héroes que sobrevivieron a esa pesadilla convertida en persecución. Esa mayoría de combatientes, muchas veces mas románticos que expertos, pero con disposición, que no se entregó, que luchó hasta el final, que mantuvo y mantiene sus principios. Fue dando forma al pueblo que reaccionó y que celebró cuando aquel 1992, hubieron las dos rebeliones que rompieron el virgo enfermo de una dictadura vendida como democracia. Allí fue el principio del fin de la dominación burguesa sanguinaria y engañadora y el inicio de la etapa de aprendizaje acelerado de este pueblo para ser libre y soberano.
Ahora, cuando veo y analizo las conductas cada vez mas aberrantes e inmorales de esa derecha, podrida que habita en los rincones mas obscenos de la inmoralidad y del vicio, es que me aterra la sola idea de que puedan recuperar al menos un poco del poder que han perdido, no me aterra por cobardía, si no por saber como es su mentalidad degradada, pese a que aun mantienen todavía poder dañino, es nuestra voluntad de arrebatárselos y desaparecer su enfermas practicas criminales. Cuando veo en la televisión, a un candidato de esa derecha a ser presidente, contar con descaro que para él, es una forma de aprecio que le agarren el culo en publico, que una acción como esa le produzca hilaridad y jocosidad, habla de la condición mental de ese candidato y de la burguesía que lo aúpa. He allí el nivel de desmoralización e ignorancia que esas elites, que teniéndolo todo, no tienen nada en el cerebro mas que perversión, envidia, rencor, odio, deseos de venganza y muerte contra las mayorías oprimidas. Los veo como mienten sin que se les alteren las facciones. Mienten descaradamente y no se avergüenzan pese a que sus mentiras son muy obvias, cometen actos reñidos contra los principios más elementales de la moral, la ética pública y las buenas costumbres mínimas de convivencia social, y no se amilanan. Contrariamente arremeten contra quienes cumpliendo con su deber los sancionaron al encontrarlos en la vía pública en plena acción de felación a otro pervertido que hoy sigue siendo la pareja y director de campaña de ese aberrado. Es tan grotesco y dantesco el espectáculo de vida y campaña de ese candidato y de quienes lo aúpan, que en programas de televisión, para tratar de mejorarle una imagen definitivamente vertida a las cloacas, pretenden hacerlo pasar por lo contrario: Un irresponsable mujeriego, que va por la vida cogiéndose a cuantas damas se le atraviesan, en una franca ofensa a la dignidad de la mujer venezolana o universal.
Esa derecha representada por Capriles Radonski, ya definida y descrita. Es la que defiende los valores extranjeros y extranjerizantes que gobiernan en países tan hundidos en la depravación y la miseria humana como Estados Unidos de América o la Europa servil, es la misma que odia y desprecia al pueblo en todas sus expresiones. Es la típica heredera de aquellos que asumieron los métodos de Hitler para imponer su poder en el mundo, es la misma podredumbre que masacra a Palestinos, Iraquíes, afganos, Pakistaníes, Sirios, Colombianos, Hondureños, Salvadoreños, Mexicanos, Guatemaltecos, Chilenos, Paraguayos, somalíes, Egipcios, Libios. La misma que trafica con armas, con drogas, con personas, con órganos humanos, con niños, con pedofilia religiosa, es la misma que es acompañada por lacras de sotana como. Baltazar Porras, Roberto Lückert, Jorge Sabino Urosa, el Nuncio Apostólico, y toda esa mafia pútrida de alma y corazón, que conforma la CEV - con una o dos excepciones – Son los mismos que conforman ejércitos mercenarios para mascarar pueblos.
Esa es la misma derecha de las empresas Polar, Maicena Americana, que le chupa el sudor y el pudor a sus trabajadores, les paga miseria y que a la vez baña a Venezuela de drogas en forma de licor y que abusa de los productores de arroz, maíz, ajonjolí, sorgo, etc., pagándoles precios de hambre por las cosechas a los productores y vendiendo los productos finales a precios prohibitivos. Esa es la derecha burguesa que no le importa un bledo lo que sienta o padezca un pobre. Al contrario. Mientras más empobrecen y sacrifican las vidas de los ciudadanos comunes, para ellos es mejor y más rentable económicamente. Que Capriles sea un maricòn, no es un problema, pero que se pretenda presentar como un ejemplo o patrón de conducta a seguir si es un delito y una aberración despreciable. No es lo marico lo criticable. Es lo perverso y lo maligno que es, igual a lo que representa. Es necesario romper esa vieja forma en la cual una minoría avara, egoísta, criminal, racista y discriminadora se imponía a las mayorías en base a mentiras, traiciones y engaños. ¡YA BASTA!
(*) Abogado Bolivariano
javiermonagasmaita@yahoo.es
www.planetaenpeligro.blogspot.com / lo que será
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