lunes, 11 de julio de 2011

Chile y Argentina racistas, criminales y pro imperio sionista

Javier Monagas Maita
“URGENTE: Grupo parapolicial protegido por la policía ataca a la Comunidad Loncon. El puestero del camarista Carlos Larroulet que usurpa una fracción del territorio Mapuche en Comallo (a 80 km al este de Bariloche), Roberto Che chile (el socio de Larroulet) y por lo menos seis personas más, todas armadas, este viernes irrumpieron en el lugar en conflicto con la comunidad Loncón poniendo en riesgo la vida y los bienes del Lof Mapuche. Todo el grupo armado agresor cuenta con la custodia y protección de la policía de Comallo que ilegal e ilegítimamente dispuso en el lugar el juez de Bariloche Roberto Calcagno en diciembre del año pasado. Red Latina sin fronteras redlatinasinfronteras@yahoo.es. “
Sucede que a veces nos engañamos y creemos que por que unos gobiernos son populistas o simplemente se salen de la forma tradicional de dictadura; ya están en la onda de la liberación del pueblo, o dejan de ser dictadura de ricos contra pobres, cuando la realidad es otra muy diferente.; eso es un craso error. A diario recibo reportes de la situación interna de Argentina y Chile por parte de diferentes medios y organizaciones populares muy serias que activan dentro de esas naciones. Les digo que no es nada agradable la situación del pueblo argentino y chileno, sobre todo la de las mayorías pobres y aborígenes.
En ambas naciones el racismo, el desprecio por el pobre, por el de color oscuro u ocre de piel, es una constante, que solo se salva de ser total por algunas excepciones muy honrosas, dentro de las cuales están esos dignos medios alternativos y los colectivos revolucionarios populares. La prensa pro sistema, bajo la batuta del poder capitalista, sionista, yanqui; silencia los abusos, despojos y encarcelamientos ilegales que se cometen a diario contra los débiles económicos y jurídicos. Pero cosa curiosa. No hay pronunciamiento serio de las llamadas organizaciones pro derechos humanos, de los organismos internacionales relacionados con el tema y cuando lo hacen es solo como un saludo a la bandera, sin consecuencias ni afectación de la inmoral condición de marginalidad y desprecio hacia las mayorías populares. Afortunadamente existen los medios alternativos de comunicación y la efectividad de internet para desmontar esa falsa realidad mediática. No hay pueblo aborigen y pobre en nuestra región, que no sea blanco del ataque criminal y destructivo de los poderes económicos nacionales y transnacionales, incluso en los que en apariencia han avanzado en el proceso de liberación de clase, con la excepción de Cuba y la batalla que libramos en Venezuela en menor grado, pero aun se sufre ese karma. Ser pobre en nuestro mundo es sinónimo de ser oprimido y castrados por la fuerza del capital.
Pero no seamos tan ligeros en achacar la culpa al capitalismo nada más, asumamos también la cuota que nos corresponde a todos aquellos que pretendemos poseer la mucha o, poca capacidad de comprensión de esa verdad y no aportamos lo suficiente para reventar ese esquema de dominación, seamos realistas al decir que también somos culpables en alguna medida por la fortaleza del capitalismo y el poco avance de la conciencia de clases de nuestros pueblos. Veamos que cuando tenemos acceso al poder, nos alejamos de la predica y nos dejamos absorber por el desorden social que pretendemos combatir y hasta nos convertimos en unos pequeños burgueses, peores que los mismos burgueses, más egoístas y avaros que los que calificamos de alienados. Cuando creemos tener poder político, en lugar de ampliar y proyectar el poder de la base, los reducimos y nos dedicamos a fortalecer nuestras huestes particulares para garantizarnos unas cuotas de poder ante la competencia de otros, que diciéndose revolucionarios, también asumen la misma conducta.
Seamos más amplios, entendamos que solo somos instrumento de la liberación de los pueblos, por lo tanto somos circunstanciales y un simple trampolín de transición del poder delas oligarquías a los pueblos, que es nuestro destino asumir lo más duro de la lucha y que la única recompensa, es un pueblo empoderado de su destino y su futuro o asumimos esa verdad o somos unos farsantes.
Es parte de nuestra culpa, que pese a los mil trescientos millones de personas muriendo de hambre y sed, aún las masas populares victimas del capitalismo, defiendan a los explotadores y asesinos de la clase pobre, que a sabiendas que los gobiernos llamados democráticos, son en verdad dictaduras de clase, y no hemos podido hacer comprender esa verdad tan grande y clara como el cielo y el sol, que la educación está implementada por el capitalismo de forma tal que sea un látigo de castigo para el pobre y un premio para el rico, que la posesión de una vivienda es imposible para los pobres, por que los ricos se benefician de los altos precios de éstas y les niegan toda posibilidad de vida decente y humana. Todo el panorama represivo en Argentina, Chile, Colombia. Perú, Panamá, USA, es culpa de las vanguardias revolucionarias también, por ser inoperantes. El imperio, el capitalismo son los grandes responsables, ciertos, pero no ocultemos nuestra propia responsabilidad
Javiermonagasmaita@yahoo.es javierdelvallemonagas@gmail.com
www.planetaenpeligro.blogspot.com

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