Javier Del Valle Monagas Maita
Hay cosas en la vida que se pueden repetir miles, millones de veces
y aun así, nos parecen pocas. Es que
cuando hay fidelidad, solidaridad y consecuencia. Jamás cansa la brega por
lograr la meta. Al contrario, a sabiendas que de nuestra persistencia depende
la victoria, a mas tiempo, mayor empeño. Es por eso que el revolucionario es
cansón, insistente, y terco, hasta la saciedad en todas las etapas de la
lucha, incluso hasta cuando de denunciar injusticias se trata. Más aun, cuando
esa injusticia es contra hermanos de la batalla y que por cosas del destino son
presa de las garras del enemigo
Cinco que son tres, que van por miles. Antonio Guerrero Rodríguez , Fernando González Llort (en media libertad), Ramón Labañino Salazar, René González Sehwerert (en media libertad), Gerardo Hernández Nordelo.
Uno que son miles: Carlos Ilich
Ramírez, suman muchos. Es que la prisión, cuando es injusta, en la
vida de un revolucionario, ha de ser llevada con gloria y dignidad en
representación de todos los hombres, mujeres, niños y niñas que sufren la
opresión y maldad de los criminales que basados en falsos valores y en odio a
los demás seres. Usan el poder y la fuerza para cometer injusticias. Cinco
cubanos, un venezolano, cada uno orgullo de sus hermanos connacionales. Más orgullo aun, por el valor
y la dignidad demostrados y por el ejemplo imperecedero que significan para los que batallan a diario por un mundo
mejor.
En esos seis, que son millones.
Envuelvo a los miles y miles de prisioneros Palestinos en las mazmorras del
oprobio israelita. A niños, niñas,
mujeres y hombres valientes que arriesgan sus vidas para defender lo más
sagrado que puede tener un ser humano: la patria, de los crímenes de un estado
ilegitimo e ilegal, que basado en mentiras y
con el apoyo de un imperio sanguinario. Se basó en la fuerza para
invadir y masacrar a un pueblo trabajador y pacifista como lo es el pueblo Palestino.
También representan a esos numerosos campesinos, indígenas, obreros,
estudiantes, profesionales y grupos en armas, que forzados a defender su vida y
las de su pueblo, armaron las gloriosas guerrillas, frente a una oligarquía
colombiana avara, que se pone a los pies de los intereses del mismo imperio
criminal que oprime por todo el mundo.
Veo en esos seis: al gran ejercito
Sirio, a Muamar Gadafi, al pueblo Libio asesinado por mercenarios al servicio
del imperio maligno, al pueblo Ucraniano
democrático y revolucionario, que enfrenta al fascismo pro Sion yanqui. Veo al
pueblo Boliviano en la cima de su victoria.
En los cinco más uno, miro la
bravura de todos los seres de la tierra que no aceptan un precio por su
libertad y que hacen de la justicia social y de los derechos humanos, una
riqueza incalculable e insacrificable. En esos seis están reflejadas todas las
luchas históricas de los pueblos desde el principio de la historia hasta
hoy. Veo a Fidel y los barbudos
desembarcando en la Sierra maestra, a Hugo Chávez regresando de la muerte aquel
13 de abril, a Omar Torrijos, rescatando su canal de las garras del Sion
imperio, a Daniel Ortega y los
Sandinistas derrotando a los mercenarios serviles de la canalla yanqui, al
pueblo Salvadoreño venciendo a los asesinos y torturadores. A la humanidad recuperando su destino
definitivo. Por eso y por más. 5+1 son muchos.
*Abogado con Patria
http://planetaenpeligro.blogspot.com/2014/11/51-muchos.html
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