domingo, 15 de febrero de 2015

LAMENTO DE UN CHILENO DIGNO

SOMOS LLORONES LLOROSOS
Pablo Pinto Ballesteros 


Este Chile, país nuestro, sufre de confusión mental esquizofrénica: Existe, pero no existe. Tiene Gobierno más no gobierna para su pueblo, sino protege intereses de media docena de vermes antiguos y nuevos.
¿Más, si somos los explotados, sufridores, trabajadores, jubilados, pensionistas, profesores, estudiantes, etc, inmensa grande mayoria, cuál es la razón de esperar - como prometida Parusía - llegada de algún partido o líder, más o menos carismático, que nos libre de esta lacra facistoide?
Miremos para los tantos puntos cardinales del país y veamos: ¿Que es nuestro? Encontraremos que nos robaron ese Chile de nuestros abuelos y sólo figuramos en mapas y enciclopedias, a veces en estadísticas de una tal ONU ineficiente y de otra no menos extravagante OEA - esta última gobernada por un socialista (?) fabricado en farmacia de manipulación con insumos de hipocresias.
Somos colonia nuevamente o de los mismos errazuris, zañartus, larraines, reyes, aristocracias naftalínicas y otras porquerías o de camaleones que ayer eran vendedores de castañas, motemei o sopaipillas por las calles y hoy son gerentes de hocico bien cocido, administrando bienes de sus amos, sea en oficinas calefaccionadas o en parlamento oscuro y tenebroso.
Es terrible: familiares de torturados, estuprados, asesinados, exiliados, desempleados por el facismo y hoy teniendo “poder” factico en gobiernos y parlamentos no hacen nada, no mueven un dedo, no derraman una lágrima, no quieren, no se atreven o perdieron la verguenza y el orgullo de sus abuelos y padres, hoy con letras de oro en la Historia real (inclusive ellos mismos víctimas del horror y terror). Simplemente es terrible sufrir esta metamorfosis que ni Kafka se la hubiera imaginado.   
 Parece que nuestro destino es sólo llorar y continuar divididos gritando como canutos en esquinas y plazas, discursando y prometiendo a sordos y al vacio que nuestros biznietos serán la reencarnación de Manuel Rodríguez, Bilbao, Balmaceda, Elias Lafferte, Clotario Blest, Miguel Enriquez, Ricardo Ruz Zañartu, Gladys Marín, “Flaco” Tohá y miles de asesinados por ser chienos..
¿Cuál es el problema de no unirnos en torno de un programa rebelde con justificadísimas causas y razones científicas, manteniendo identidades ideológicas más o menos paralelas, más jamás enemigas?
 Ha llegado la hora de abandonar discursos y entrevistas que sólo fortalecen esa microscópica – pero peligrosa -  derecha mas chueca que el curso del rio Mapocho. Es hora de quemar esa espécie de constitución que apenas es reglamento donde se refugia una colonia de baratas fácil de aplastar, si queremos. Chile proletário, profesional, obrero, intelectual quiere Asamblea Nacional Constituyente, más sin esa parasitaria auto-investida corja de diputados o senadorcillos  
Tal vez, por mecanismo de defensa y de conciencia tardía, los mismos milicos pobres se van a dar cuenta que son usados por un puñado de oficiales ricos puñeteros y los van a dejar sólos con sus amantes de múltiples géneros sexuales.
Dos terceras partes del Continete Moreno (Bolivia, Cuba, Ecuador, Venezuela) estan de pie esperando el Grito de Avanzar. Qué no sea tarde de más para recuperar lo esencial para vivir: Educación Nacional Laica, Gratuita (aunque no le guste al Sr. Cardenal, pero es de agrado de Francisco, el Papa), Salud Científica Universal y Obligatoria, Seguridad Social y Privada, Nacionalización de lo que es nuestro (parece chiste y contradicción nacionalizar lo que es chileno), Recuperar la propiedad de Nuestras Riquezas Ictiológicas, Expulsar los Sionistas de la Patagonia, Rendir justo Homenaje a Pueblos Originarios por tantos siglos de los siglos explotados y marginalizados, Recuperar la Honra de ser chilenos de verdad y no sólo de ramadas, conventillos y reuniones sin resultados. También, exiliados aún vegetando en los frios extranjeros esperamos JUSTICIA.
Pablo Pinto Ballesteros (15/02/15)

http://planetaenpeligro.blogspot.com/2015/02/lamento-de-un-chileno-digno.html

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