Lo que será: HURGANDO EN EL COFRE DEL DIABLO

Javier Del Valle Monagas Maita

Con amor y admiración a Jorge Meier Hoffman

¿Qué es Venezuela? Somos la nación con las más grandes reservas de petróleo (Energía) comprobadas del planeta. Pese a que la restitución de nuevas fuentes o yacimientos de energía negra, merma cada día en el mundo. En nuestra nación nos podemos dar el lujo de decir que podemos seguir produciendo petróleo para los próximos doscientos años. Ese solo hecho, en un mundo que se alimenta de petróleo, es ya algo muy peligroso y apetecible. Más aun, a sabiendas que en menos de 20 años, seis naciones han sido destrozadas para apoderarse de sus fuentes de energía petrolera o, por ser sensibles rutas de transporte de ese energético estratégico, con su derivado en gas. Así como de sus reservas monetarias. Me estoy refiriendo a Iraq, Libia, Afganistán, Siria, Nigeria, Yemen entre otras naciones atacadas.

Venezuela no solo posee esas envidiables riquezas petroleras. Sumemos también el oro, el Coltan, Uranio, hierro, bauxita, diamantes, caolín, barita y manganeso. Carbón, níquel, zinc, cobre, plata, plomo, arenas silíceas y cromo. Titanio, platino, plomo, wolframio, dolomita, fluorita, mica, estaño, cobalto, talco, grafito, mármol, mercurio, magnesita, vanadio, cianita, bismuto, bentonita, asbesto, niobio y tierras raras. Todas estas riquezas que adquieren día a día, mayor importancia debido a su uso en el desarrollo y aplicación de las nuevas tecnologías. Falta por nombrar quizás la que será la mayor riqueza dentro de pocos años: agua dulce y biodiversidad.

En lenguaje popular, claro y conciso, debemos hablar de enemigos de Venezuela, que ejercen todo tipo de acciones, agresiones, chantajes, presiones y acosos para poder tomar el poder definitivo y total de esta patria. Más aun a sabiendas que ya esos enemigos fueron hasta hace pocos años, quienes decidían e imponían sus intereses en esta nación, mediante la colocación de gobernantes maulas que entregaron el destino de la nación y su pueblo a los grandes capitales transnacionales Norteamericanos y Europeos. En detrimento de las mayorías, las que cada día empobrecieron más.

La guerra mediática, política, económica, sicológica y paramilitar contra Chávez ayer y hoy contra Maduro, no es una guerra contra dos hombres o, contra una dictadura como pretenden hacer ver. Es una guerra contra todo el país, contra todo el pueblo. Incluso contra esos lacayos serviles que sirven de quintas columnas al Sion imperio capitalista transnacional. Contra su independencia, su soberanía, su autodeterminación, su libertad de poder decidir internamente su futuro y su rumbo. Es una guerra para robarse todo lo que tenemos en nuestro territorio. El panorama mundial hoy, pese a las censuras y manipulaciones mediáticas, dan un claro panorama de lo que es la geopolítica económica y militar (ambas encadenadas) Los hechos, muertes masivas, guerras planificadas y justificadas de forma grotesca y hasta absurdas. Son un reflejo espantoso de cual es la real verdad: unos pocos sanguinarios quieren todo para ellos y nada para los demás.

Dado lo anterior, y resumido por el peso del espacio. Digo y trato de hacer ver la importancia de sostener este proceso, a Nicolás Maduro como presidente, a Chávez como referente y a Simón Bolívar como rector ideológico y al pueblo chavista como factor humano decisivo y a la revolución bolivariana y socialista como meta. Aquí no se trata de hombres, de personas en singular. Es la confirmación de una voluntad política, ideológica, estratégica, sicológica y humana. Tan humana por sus imperfecciones, pero también por sus virtudes. Una de esas grandes virtudes, es precisamente la de no acobardarse ante un enemigo poderoso y que ha masacrado otros pueblos. Pero en Venezuela le plantamos frente en todos los terrenos necesarios para seguir siendo lo que empezamos a ser aquel 27, 28 y 29 de febrero de 1989. No podemos jamás olvidar ni perder el orgullo de haber sido un presidente venezolano en Canadá el que con voz solitaria y contundente les echó a perder la fiesta colonizadora de la imposición del ALCA. Y que esa misma noble voz, unida a otras glorias regionales terminaron por hundir en el fango del desprecio el sueño neoliberal imperialista del neo esclavismo. Fue en la Argentina del che, en la bella Mar Del Plata; en el sur Abya Yala.

Ciertamente que en estas elecciones por venir, hay implícito algo mas que un acto de voto. Pese a las diferencias, y hasta desconfianza con algunos candidatos, que algunos podamos tener dentro del chavismo, vibra una esperanza, una necesidad de seguir construyendo y rectificando en el camino. Pero bajo la batuta del ideario que se sembró en nosotros aquel 4 de febrero de 1992. Si no podemos o no sabemos batallar con esas diferencias y esos errores, la realidad nos impondrá una etapa de lucha mucho más difícil, pesada y sangrienta. No olvidemos que después de Chávez, en Venezuela se puede hacer política, critica, trabajo ideológico de calle, plaza, casa y fabrica. La única limitante es nuestra conciencia y disposición. Pues no hay represión, persecución, tortura, acoso o destierro. Todo el que se ha ido de Venezuela post Chávez, es por su voluntad o huyendo por delitos cometidos. Eso es harina de otro saco

En Venezuela, nada de lo que se presente, u ocurra, ocurrió u ocurrirá a partir de 1998; está divorciado del anhelo de dominación imperial por un lado y del sueño de liberación y soberanía socialista nuestro por el otro. Cada quien pueden escoger el lado que más les parezca. Pero les digo que el único lado digno, noble y glorioso es el de la independencia, soberanía y liberación nacional más allá de la patria, hacia la patria grande. Recuerden teniendo patria. Siempre patria, perteneciendo a una sueño colectivo de vida, democracia y verdadera libertad. En ese campo terminaremos de pulir las diferencias y perfeccionar las fallas. Nadie puede decir que tener libertad es fácil. Pero peor es ser esclavo y vejado desde otros espacios foráneos. Tenemos la dicha de poder batallar por nuestros sueños, de ser protagonistas de nuestras vidas y de garantizar libertad a nuestros descendientes ¿Cuántos en el mundo quisieran ese privilegio?