Javier Del Valle Monagas Maita
Aunque
reconozco que no existe, ni existirá la libertad absoluta, si puedo decir
que desde 1999, puedo disentir, coincidir, apoyar o rechazar cosas y personas a
viva voz y sin temor. Cosas, que anteriormente me eran impuestas a la fuerza.
Privadamente
si podía disentir. Pero el peligro de perder la vida en el
intento o la poca libertad, de ser sometido, que nos dejaban, impedían trasladar
el pensamiento a la boca.
Solo
asumiendo armas, organizándose en ejército popular, hacer de las montañas
un escondite, se podía retar las fuerzas criminales y represoras del sistema
dominante que se disfrazaba de democracia tan solo para engañar. Claro que se votaba cada 5 años, pero todos
los candidatos eran del mismo patrón dominante. El pueblo, la mayoría, no podía
seleccionar y si lo intentaban, eran acusados de subversivos y las
consecuencias eran persecución, cárcel, tortura y muerte sin juicio previo. La norma
presidencial era: +disparen primero y averigüen después+.
Los
recursos de la nación, no filtraban si no, a las capas sociales burguesas y
la impermeabilidad hacia el pueblo era muy alta. Solo mendrugos o gotas llegaban
a las mayorías, cosa que generaba una pobreza y discriminación infernal. Sumiendo
a esa Venezuela de entonces en una precariedad demencial. Al punto, de hacer
brotar del seno de ese pueblo marginado, las condiciones y personajes que
dieron origen a rebeliones colectivas y levantamientos militares que culminaron
con Hugo Chávez como presidente y el principio del fin de la dictadura burguesa
opresora.
Todo
lo anterior, resumido en exceso, de la historia contemporánea de Venezuela.
Dio inicio a una era de libertad, acción y de convicción, para hacer de esa Venezuela
antes oprimida, una nación con plena soberanía popular para ejercer su derecho humano de participar,
activar y promover la verdadera democracia protagónica y participativa. Pero es en esta etapa, donde empiezan los
acosos externos contra el pueblo venezolano… Esta verdadera libertad, única y
real democracia popular, es un mal ejemplo para los demás pueblos oprimidos. Tan
peligrosa se ha vuelto, que el simple hecho de una elección constituyente libre
y democrática, ha hecho que el monigote
blanco que funge de presidente del país, brazo ejecutor del crimen organizado sionista
capitalista, grite públicamente amenazas de ataque militar armado, contra ese
pueblo que elige elegir –redundancia intencional- sus voceros constituyentes. Libre
y soberanamente.
El crimen
organizado Sion yanqui, en su afán de imponer el nuevo orden esclavista
mundial, sabe que es muy peligroso para sus intereses nefastos que existan
naciones con pueblos y gobiernos autónomos, libres y dueños de su destino. No hay peor condena y castigo para una dictadura,
para los explotadores. Que los pueblos se erijan en sus propios forjadores
de felicidad, vida y destino. Es precisamente
eso último, lo que construimos en Venezuela.
Es por eso que nos atacan y nos agreden, es por eso que estamos dispuestos
a vencer y a ayudar a otros pueblos. No hay vuelta atrás, es nuestro derecho a
elegir ser libres, por encima de lo que sea y lo haremos. Mejor es que se
acostumbren. Ya empiezan a sonar los tambores de los demás pueblos del mundo. Pronto
seremos una gran orquesta de dignidad y libertad. Así será. Así lo asimilamos.
En verdad, si somos una amenaza
VENCEREMOS!
*Abogado con Patria
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