GUANTÁNAMO: COMO LAS
INCONGRUENCIAS ARRANCADAS BAJO TORTURA SE RECONFIGURAN PARA CONTINUAR CON LOS
CRÍMENES DE LESA HUMANIDAD CONTRA LOS PUEBLOS (1)
-¡No ven
ni escuchan nada de forma directa de los torturados de Guantánamo! Tampoco los
salvajemente criminalizados los conocen, ¡pero vaya que aprenderán a conocerlos!
El
retruécano parase una broma de mal gusto, pero a no equivocarse no lo es.
“Esos” (a), que hablaba detrás nuestro, a nuestras espaldas e intentan y muchas veces lo logran decidir sobre nosotros, nuestra ascendencia, descendencia y nuestros derechos consagrados, son apenas hombrecitos por altura intelectual, debajo de sus atildados trajes usan orondos el uniforme SS y sus oropeles.
“Esos” es
cierto, aunque llegamos a conocerlo perfectamente, jamás debe ser para
nosotros más que el neutro “Esos”. Porque, a decir verdad, nuestra inspiración,
intuición y talento se sentirían débiles al tratar de dar un apodo adecuado a
esa rica mezcla de cretinismo, imbecilidad, arribismo y maldad, que es uno de
los sostenes principales de la imposición del Nuevo Orden Mundial.
"Esos" no llega ni a las rodillas del cerdo, dice el dicho popular para designar a este tipo de pequeño arribista vanidoso a fin de herirlo en el lugar más sensible.
¡Qué pequeñez
intelectual debe tener un ser humano para servir a un poder conferido y creer
que se le ha otorgado! y entonces vengarse de lo que es más grande física e
intelectualmente, es decir, en todo sentido lo humano.
No con golpes, ellos no lo hacen directamente. No tiene suficiente audacia para ello. Pero sí con la denuncia a sabiendas que es infundada, arrancada con torturas. Pueblos enteros pierden la vida por esa razón, pues no es lo mismo destruir un país, para convertirlo en campo de concentración con una u otra sentencia de estos infames.
Son infinitamente ridículos, los “Esos”. Vagan con supuesta dignidad por los corredores de sus palacios de gobierno, solos, soñando engreídos con su gran importancia. Cada vez que se cruza con un ser humano de verdad siente necesidad de treparse en cualquier parte. Si lo interrogan, son capaces de sentarse en la balaustrada de la escalera, y se queda hasta una hora en esa incómoda posición, porque así sobrepasa al otro en una cabeza y piensan que es suficiente. Si vigilan el arreglo de los docunentos viciados de nulidad manchados con sangre, repiten lo que creen sus ingeniosas sentencias:
¡No quiero ver nada, ni escuchar nada! Ustedes no me conocen, dejen los papeles en mi despacho
Son infinitamente ridículos, pero -como todos los imbéciles que ocupan puestos de decisión sobre la vida de las personas- son también infinitamente peligrosos. En el fondo de su imbecilidad se esconde un talento: hacer de una mosca un elefante. No entiende de otra cosa que de su tarea de perro guardián, y por esta razón la más mínima desviación del orden prescrito le parece algo grande, que corresponde a la importancia de su misión. Inventa y fabrica delitos y crímenes contra sus mandantes para poder dormir tranquilo sintiéndose alguien.
Si alguien trata de
saber aquí cuánto hay de verdad en sus denuncias, que se apronte, lea con
laboriosidad, celo y paciencia de orfebre la valiente denuncia de Kevin Ryan,
LAS TORTURA COMO FUENTE DE INFORMACIÓN, y conocerá perfectamente a los “Esos”,
así como sus nombre y apellidos
A LA INTEGRACIÓN CAPITALISTA
QUE DESDE Y EN LA
CRISIS PRETENDE RECONFIGURARSE SOBRE LAS ESPALDAS DE LA CLASE OBRERA Y EL
PUEBLO, DEBEMOS RESPONDER HACIENDO FRENTE A LA VIOLENCIA QUE LA CLASE DOMINANTE LE
IMPRIME A LA PUJA ,
SEA CUAL FUERA SU DIMENSIÓN, CON LA INTEGRALIDAD EN UNIDAD Y ORGANIZACIÓN DEL
MOVIMIENTO OBRERO Y EL CAMPO POPULAR QUE LE ES AFÍN, CONSTRUYENDO LÓGICAMENTE LA NECESARIA HERRAMIENTA
POLÍTICA PARA LA PARTIDA.
A un plan obedece
nuestro enemigo: de enconarnos, dispersarnos, dividirnos, ahogarnos. Por eso
obedecemos nosotros a otro plan: enseñarnos en toda nuestra altura, apretarnos,
juntarnos, burlarlo, hacer por fin a nuestra patria libre. Plan contra plan.
José Martí
FeTERA Flores (colectivo de base de la Federación de
Trabajadores de la Energía
de la República
Argentina en CTA.) Aurora Tumanischwili Penelòn, Guillermo
López: Sabemos que nuestra intención será siempre un problema para unos,
nuestra conducta un escándalo para otros y nuestros esfuerzos una prueba de
heroísmo en el concepto de algunos, nos importa todo muy poco, y no nos
olvidaremos lo que decía Sócrates, los que sirven a la Soberanía de la Patria deben contarse
felices si antes de elevarles altares no le levantan cadalsos. (feteraflores@yahoo.com.ar ) 15-50254948
(a) A 110 años de su nacimiento (23 de
enero de 1903) el documento es una
versión libre del capitulo “ESO” de su libro testamento “Reportaje
al pie del patíbulo”. “He vivido
por la alegría, por la alegría he ido al combate y por la alegría muero. Que la
tristeza nunca sea unida a mi nombre”. Fue un optimismo extraordinario,
militante, libre de toda ingenuidad, la marca indeleble de Julius Fucik es un legado para las generaciones por venir. CAYO EN COMBATE EL 8 DE SEPTIEMBRE DE 1943, camino al patíbulo
cantando LA
INTERNACIONAL.
(1) LA TORTURA COMO FUENTE DE INFORMACIÓN
Abu Zubeida, el hombre que «delató a al-Qaida»
por Kevin Ryan
Abu Zubeida, aún detenido en la base naval estadounidense
de Guantánamo, es para Occidente la principal fuente de información sobre
al-Qaeda. Al ser sometido a la tortura, Zubeida reveló los nombres de otros
responsables de la organización terrorista, quienes –al ser arrestados gracias
a sus revelaciones– proporcionaron a su vez otras informaciones, de las que
también disponen las autoridades de Estados Unidos. En pocas palabras, todo lo
que las autoridades estadounidenses dicen saber se debe, en primer lugar, a Abu
Zubeida. El problema es que ahora se sabe que Abu Zubeida nunca fue miembro de
al-Qaeda y que todo lo que confesó bajo la tortura lo dijo únicamente para que
no siguiesen torturándolo. O sea, la mayor parte de lo que el contraespionaje
estadounidense dice saber sobre al-Qaeda salió de la fértil imaginación del
torturado y es todo falso.
RED VOLTAIRE | WASHINGTON DC (EEUU) | 19 DE ENERO DE 2013
Abu Zubeida,
presentado en otros tiempos como el «jefe de operaciones» de al-Qaeda,
parece haberse convertido en el elemento fundamental de una gran interrogante
que pone en duda toda la leyenda oficial alrededor de esa organización. Desde
su captura, a principios de 2002, Zubeida es conocido como el primer «detenido»
que fue torturado [por la CIA ].
La información que le sacaron sus torturadores fue determinante en la
elaboración de la versión oficial sobre el 11 de septiembre, además de haber
servido para justificar el uso permanente de esa forma de interrogatorio. Sin
embargo, en septiembre de 2009, el gobierno de Estados Unidos reconoció que
Zubeida nunca fue miembro de al-Qaeda y que ni siquiera estuvo vinculado a esa
organización. Ello da pie a un alarmante número de interrogantes sobre la
veracidad de lo que se sabe de al-Qaeda. Interrogantes que además nos llevan a
reconsiderar todo lo que creíamos saber sobre la verdadera identidad de las
personas sospechosas de haber estado detrás de los ataques del 11 de
septiembre.
Contrariamente
a los demás presuntos líderes de al-Qaeda, como Khaled Cheikh Mohammed (KCM) y
Ramzi al-Chaiba, Zubeida nunca fue acusado del menor crimen. Mientras que los
demás principales sospechosos del 11 de septiembre están a la espera de un
juicio militar constantemente pospuesto, Zubeida ha sido borrado de la
historia. ¿Por qué quiere el gobierno de Estados Unidos que nos olvidemos de
este personaje, a pesar de que se le considera como el primero y el más
importante de los agentes de al-Qaeda arrestados después del 11 de septiembre?
La serie de
televisión “24”
(2001-2010), distribuida mundialmente, fue evolucionando poco a poco hasta
llegar a presentar la tortura como una técnica corriente de interrogatorio. Fue
financiada parcialmente por la
CIA.
En
2009, en lo que constituyó un increíble cambio de rumbo, un abogado de Zubeida
escribió en el diario británico The
Guardian que la mayoría de
las acusaciones contra su cliente eran consideradas falsas… por ambas partes.
En realidad, escribió, «su carácter falso ya se conocía cuando fueron
formuladas» [2].
El abogado Brent Mickum declaró que su cliente, a quien se había descrito como
«el número 3 de al-Qaeda», nunca había estado vinculado ni había sido
miembro esa organización y que «ese hecho ya no era realmente cuestionado:
Zubeida no fue, ni nunca ha sido, miembro del taliban ni de al-Qaeda. La CIA así pudo comprobarlo
después de torturarlo durante mucho tiempo». En realidad, «nunca fue
miembro o partidario de tal o más cual fuerza armada contraria a Estados Unidos»,
ni tampoco fue «jefe de un campamento militar que entrenaba terroristas. Esa
acusación es totalmente falsa».
Resulta
que el artículo del Guardian era exacto y que la «supuesta
relación de Abu Zubeida con al-Qaeda [era]enteramente
una leyenda» [3].
Ahora podemos confirmarlo ya que, a partir de septiembre de 2009, el gobierno
de Estados Unidos reconoció que Zubeida nunca había sido agente de al-Qaeda.
Cuando se presentó el recurso de habeas
corpus a favor de Zubeida [o
sea, al denunciarse judicialmente que su detención era arbitraria], el gobierno
reconoció que Abu Zubeida nunca había formado parte de esa organización y que
nunca había estado implicado en los atentados contra las embajadas de Estados
Unidos en África ni en los ataques contra Estados Unidos registrados el 11 de
septiembre de 2001 [4].
En la respuesta presentada por el gobierno estadounidense se afirmó que:
«[…] en este procedimiento, el Gobierno
no sostuvo que el Demandante [Zubeida] fuese miembro de al-Qaeda, o que
estuviese formalmente identificado como miembro de esa organización.
En
este procedimiento, el Gobierno no ha sostenido que el Demandante haya
desempeñado un papel directo o que haya tenido conocimiento previo de los
ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001.
[…] el Gobierno no ha sostenido que el
Demandante haya estado personalmente implicado en la planificación o la
ejecución de los atentados con bombas de 1998 contra las embajadas[estadounidenses]
[…] o de los ataques del 11 de
septiembre de 2001.»
En su artículo publicado en The Guardian en 2009, el abogado Mickum prosigue
sus revelaciones subrayando que Zubeida era una figura central en las
grabaciones de las torturas destruidas por la CIA –y sobre las cuales la propia CIA mintió ante
la Comisión
sobre el 11 de Septiembre. Según Mickum, «las cintas de video de sus
torturas fueron suprimidas. Muy recientemente, el gobierno reveló que 90 de los
92 videos destruidos por la CIA
tenían que ver con nuestro cliente». Mickum amplió sus revelaciones al
declarar que el gobierno de Estados Unidos había borrado toda «referencia a [su] cliente
de las actas y los factual
returns [o sea, las respuestas gubernamentales a los recursos de habeas corpus] de los demás prisioneros sometidos
a juicio. Los relatos de los medios de prensa y los documentos oficiales de [la prisión de] Guantánamo vincularon a Zubeida con
casi 50 detenidos y ex prisioneros. De ellos, unos 25 vieron sus acusaciones
abandonadas, o fueron liberados». En realidad, [el gobierno de Estados
Unidos] «borró a Abou Zubeida de la historia».
Es
evidente que este intento de tratar de que pase al olvido un importante
presunto responsable del 11 de septiembre debería modificar radicalmente la
versión oficial de los acontecimientos. Sabiendo ya que este hombre nunca
estuvo vinculado a al-Qaeda sería de esperar una importante revisión del
Informe de la Comisión
sobre el 11 de Septiembre.
Para
entender hasta qué punto fue Zubeida una fuente importante para la versión
oficial del 11 de septiembre, hay que analizar las numerosísimas acusaciones
que el gobierno estadounidense y la prensa dirigida al gran público profirieron
contra él durante años. Ya hemos visto que la Comisión sobre el 11 de
Septiembre lo llamó (injustamente) «lugarteniente de al-Qaeda». En la
investigación de la comisión mixta del Congreso, también se le llamó «lugarteniente
de ben Laden capturado en marzo de 2002», así como «Abu Zubeida, un
líder de al-Qaeda». Todavía en 2006, el informe del inspector general del
Departamento de Justicia sobre los ataques del 11 de septiembre lo calificaba
de «lugarteniente de ben Laden».
En
marzo de 2002, cuando Zubeida fue capturado, los responsables del gobierno de
Estados Unidos lo presentaron como la captura más importante de la guerra
contra el terrorismo, al menos hasta el arresto de Khaled Cheik Mohamed (KCM).
Robert Mueller, el entonces director del FBI, declaró que su captura ayudaría a
impedir nuevos atentados [5].
El vocero de la Casa
Blanca , Ari Fleischer, afirmó que Zubeida podía ser una mina
de información sobre al-Qaeda [6]. El
secretario de Defensa Ronald Rumsfeld llegó a decir que era «un hombre al
corriente de otros ataques», que había «entrenado gente para eso» y
que era un pez gordo con amplios conocimientos [sobre al-Qaeda] [7].
Las numerosas acusaciones proferidas contra Abu Zubeida
fueron en aumento. Se dijo que era:
junto a KCM, uno de los «principales dirigentes operativos de al-Qaeda». Palabras de Richard Clarke, el «zar del contraterrorismo» de los presidentes Bill Clinton y George W. Bush, en su libro Contra todos los enemigos;
«siniestro» y que «existen pruebas que demuestran que es un planificador así como un dirigente [de al-Qaeda].Pienso que es una figura clave [de esa organización]». Palabras de Michael Sheehan, ex director del contraterrorismo en el Departamento de Estado [8];
«extremadamente peligroso» y que era un organizador del 11 de septiembre. Palabras de John B. Bellinger III, consejero jurídico del Departamento de Estado, en una reunión de información en junio de 2007 [9];
un formador, un reclutador, con conocimientos en fabricación de bombas, que era un falsificador, un planificador en cuestiones de logística, alguien que concretaba los proyectos y que había hecho «funcionar al-Qaeda». Palabras de Bob Grenier, ex jefe de estación CIA [10];
«un socio cercano [de Osama ben Laden] y, a falta de ser el numero 2, [estaba] muy cerca de la persona que ocupa esa posición dentro de la organización [al-Qaeda]. Pienso que todo eso está bien demostrado.» Palabras delsecretario de Defensa Donald Rumsfeld [11];
«un muy alto responsable de al-Qaeda que estuvo estrechamente implicado en una serie de actividades por la al-Qaeda [sic].» Palabras de Donald Rumsfeld [12];
un «agente muy importante de al-Qaeda». Palabras deDonald Rumsfeld;
un «reclutador esencial de terroristas [,] un planificador operativo y miembro del primer círculo de Osama ben Laden». Palabras de Ari Fleischer, vocero dela Casa Blanca [13];
alguien cuya captura era un «revés muy serio» para al-Qaeda y que, por lo tanto, uno de los «numerosos tentáculos» de esa organización había sido «cortado». Palabras de Ari Fleischer;
«uno de los más importantes agentes [de al-Qaeda] que elaboran y planifican la muerte y la destrucción en Estados Unidos». Palabras del presidente George W. Bush [14];
«uno de los más altas dirigentes de al-Qaeda» y que «estaba entre los principales responsables operativos [de esa organización], dedicando mucho tiempo a elaborar y planificar asesinatos.» Palabras del presidente George W. Bush [15];
«el jefe de operaciones de al-Qaeda». Palabras delpresidente George W. Bush [16];
«uno de los 3 más altos responsables» dentro de al-Qaeda. Palabras del Presidente George W. Bush [17];
alguien cuyos interrogatorios [bajo la tortura. Nota de Red Voltaire.], «condujeron a informaciones fiables», un «proveedor prolífico» de información, que dio origen al 25% de la información de origen humano sobre al-Qaeda. Palabras del director dela CIA
Michael Hayden [18];
uno de los 3 individuos mejor «situados para estar al corriente de atrocidades terroristas inminentes». Palabras de Michael Hayden [19].
junto a KCM, uno de los «principales dirigentes operativos de al-Qaeda». Palabras de Richard Clarke, el «zar del contraterrorismo» de los presidentes Bill Clinton y George W. Bush, en su libro Contra todos los enemigos;
«siniestro» y que «existen pruebas que demuestran que es un planificador así como un dirigente [de al-Qaeda].Pienso que es una figura clave [de esa organización]». Palabras de Michael Sheehan, ex director del contraterrorismo en el Departamento de Estado [8];
«extremadamente peligroso» y que era un organizador del 11 de septiembre. Palabras de John B. Bellinger III, consejero jurídico del Departamento de Estado, en una reunión de información en junio de 2007 [9];
un formador, un reclutador, con conocimientos en fabricación de bombas, que era un falsificador, un planificador en cuestiones de logística, alguien que concretaba los proyectos y que había hecho «funcionar al-Qaeda». Palabras de Bob Grenier, ex jefe de estación CIA [10];
«un socio cercano [de Osama ben Laden] y, a falta de ser el numero 2, [estaba] muy cerca de la persona que ocupa esa posición dentro de la organización [al-Qaeda]. Pienso que todo eso está bien demostrado.» Palabras delsecretario de Defensa Donald Rumsfeld [11];
«un muy alto responsable de al-Qaeda que estuvo estrechamente implicado en una serie de actividades por la al-Qaeda [sic].» Palabras de Donald Rumsfeld [12];
un «agente muy importante de al-Qaeda». Palabras deDonald Rumsfeld;
un «reclutador esencial de terroristas [,] un planificador operativo y miembro del primer círculo de Osama ben Laden». Palabras de Ari Fleischer, vocero de
alguien cuya captura era un «revés muy serio» para al-Qaeda y que, por lo tanto, uno de los «numerosos tentáculos» de esa organización había sido «cortado». Palabras de Ari Fleischer;
«uno de los más importantes agentes [de al-Qaeda] que elaboran y planifican la muerte y la destrucción en Estados Unidos». Palabras del presidente George W. Bush [14];
«uno de los más altas dirigentes de al-Qaeda» y que «estaba entre los principales responsables operativos [de esa organización], dedicando mucho tiempo a elaborar y planificar asesinatos.» Palabras del presidente George W. Bush [15];
«el jefe de operaciones de al-Qaeda». Palabras delpresidente George W. Bush [16];
«uno de los 3 más altos responsables» dentro de al-Qaeda. Palabras del Presidente George W. Bush [17];
alguien cuyos interrogatorios [bajo la tortura. Nota de Red Voltaire.], «condujeron a informaciones fiables», un «proveedor prolífico» de información, que dio origen al 25% de la información de origen humano sobre al-Qaeda. Palabras del director de
uno de los 3 individuos mejor «situados para estar al corriente de atrocidades terroristas inminentes». Palabras de Michael Hayden [19].
En el film “Unthinkable”,
realizado en 2010 y difundido en España como “Amenazados”, el contraespionaje
estadounidense tiene que “sacarle” a un terrorista musulmán la información
necesaria para impedir la explosión de varias bombas nucleares. Para proteger
su patria, los interrogadores caen en la más profunda barbarie.
Mientras se alimentaba la leyenda alrededor de Abu
Zubeida, se dijo en la prensa que este hombre:
«valía una tonelada de tipos en Guantánamo» [20];
era «un alto responsable de ben Laden» y el «ex jefe dela Yihad Islámica basada en Egipto» [21];
«tuvo un papel central en los ataques contra las embajadas [de Estados Unidos] en el este de África» [22];
estaba clasificado como un «ayudante de confianza» de ben Laden, con un «creciente poder[dentro de su organización]» [23];
controlaba al-Qaeda [24];
era un ayudante de ben Laden que había dirigido campos de entrenamiento en Afganistán y había «coordinado células terroristas en Europa así como en América del Norte» [25];
era un «reclutador esencial de terroristas, un planificador operativo y miembro del primer círculo de Osama ben Laden» [26];
era el «Presidente-Director general de ben Laden» [27], así como «una figura central dentro de al-Qaeda» [28];
era el «planificador de los viajes» de ben Laden [29];
formaba parte de «un puñado de hombres encargados de dirigir la red terrorista en caso de muerte o captura de Osama ben Laden» [30];
era un importante lugarteniente de Ben Laden, sospechoso «de organizar los recursos de al-Qaeda para perpetrar ataques contra objetivos estadounidenses» [31];
era el número 4 de al-Qaeda, después de Osama ben Laden, Ayman al-Zawahiri y Mohammed Atef [32];
conocía las identidades de «miles» de terroristas que habían pasado por los campos de entrenamiento de al-Qaeda en Afganistán [33];
era un colega de Richard Reid, el terrorista de los zapatos explosivos [34];
era uno de los principales planificadores de operaciones terroristas por cuenta de ben Laden y que conocía los planes de al-Qaeda así como los planes de sus células [35];
representaba la «conexión entre ben Laden y la mayoría de las células operativas de al-Qaeda» [36];
era la fuente de la información según la cual el vuelo 93 de United Airlines debía estrellarse contrala Casa Blanca [37].
«valía una tonelada de tipos en Guantánamo» [20];
era «un alto responsable de ben Laden» y el «ex jefe de
«tuvo un papel central en los ataques contra las embajadas [de Estados Unidos] en el este de África» [22];
estaba clasificado como un «ayudante de confianza» de ben Laden, con un «creciente poder[dentro de su organización]» [23];
controlaba al-Qaeda [24];
era un ayudante de ben Laden que había dirigido campos de entrenamiento en Afganistán y había «coordinado células terroristas en Europa así como en América del Norte» [25];
era un «reclutador esencial de terroristas, un planificador operativo y miembro del primer círculo de Osama ben Laden» [26];
era el «Presidente-Director general de ben Laden» [27], así como «una figura central dentro de al-Qaeda» [28];
era el «planificador de los viajes» de ben Laden [29];
formaba parte de «un puñado de hombres encargados de dirigir la red terrorista en caso de muerte o captura de Osama ben Laden» [30];
era un importante lugarteniente de Ben Laden, sospechoso «de organizar los recursos de al-Qaeda para perpetrar ataques contra objetivos estadounidenses» [31];
era el número 4 de al-Qaeda, después de Osama ben Laden, Ayman al-Zawahiri y Mohammed Atef [32];
conocía las identidades de «miles» de terroristas que habían pasado por los campos de entrenamiento de al-Qaeda en Afganistán [33];
era un colega de Richard Reid, el terrorista de los zapatos explosivos [34];
era uno de los principales planificadores de operaciones terroristas por cuenta de ben Laden y que conocía los planes de al-Qaeda así como los planes de sus células [35];
representaba la «conexión entre ben Laden y la mayoría de las células operativas de al-Qaeda» [36];
era la fuente de la información según la cual el vuelo 93 de United Airlines debía estrellarse contra
Como
ahora resulta que Zubeida nunca fue agente de al-Qaeda y que ni siquiera estuvo
vinculado a esa organización, no nos queda otro remedio que llegar a la
sorprendente conclusión de que todo eso historia era mentira. Entre las
interrogantes que así se plantean se encuentra la siguiente: ¿Cuánto de lo que
se sabe sobre al-Qaeda y cuánto de la guerra contra el terrorismo se elaboró
con los testimonios –arrancados mediante la tortura– de un hombre que no podía
saber absolutamente nada de esa organización?
Al
principio se nos dijo que Zubeida fue el primero en identificar a KCM como el
socio de ben Laden designado como «Mokhtar». Esa información viene de
Ali Sufan, el funcionario del FBI que fue la primera persona en interrogar a
Zubeida en una prisión secreta de la
CIA en Tailandia. Sufan dijo también que Zubeida había
acusado a KCM de ser el «cerebro» de los ataques del 11 de septiembre.
En su libro publicado en 2007, el director de la CIA George Tenet fue
más lejos aún, afirmando que «interrogar a Abu Zubeida había llevado hasta
Ramzi ben al-Chaiba» [38].
Pero
ahora sabemos que, durante un interrogatorio, la CIA dijo a Zubeida que había descubierto que él
no era combatiente, miembro y ni siquiera alguien vinculado a al-Qaeda [39].
Sin embargo, KCM Y ben al-Chaiba fueron, de todas maneras, capturados y
torturados.
El
Informe de la Comisión
sobre el 11 de Septiembre se basaba en gran parte sobre relatos elaborados por
terceros a partir de lo que estos detenidos habían declarado al ser torturados
–«2 de las 3 partes[implicadas] en
la comunicación eran empleados gubernamentales» [40].
La propia Comisión escribió que los «capítulos 5 y 7 se basan ampliamente en
las informaciones obtenidas de los miembros de al-Qaeda capturados» [41].
En realidad, más de la mitad del Informe de la Comisión sobre el 11 de
Septiembre se basa en testimonios totalmente sesgados ya que fueron obtenidos
mediante la tortura, testimonios a los que la Comisión no tuvo
absolutamente ningún acceso –ya que ni siquiera fue autorizada a entrevistar a
los interrogadores. Los testimonios de KCM, obtenidos mediante la tortura, son
citados 221 veces en el Informe. Y los de ben al-Chaiba son citados 73 veces.
En total, la Comisión
utilizó como fuente uno o varios de esos «interrogatorios» en 441
ocasiones en las notas de su informe.
El
gobierno de Estados Unidos admitió que Zubeida había sido sometido al suplicio
de la bañadera [también conocido en español como “el submarino”. NdT.] en 83 ocasiones
y que KCM fue torturado de la misma manera 183 veces. Sabiendo que la mayoría
de las personas no soportan esa tortura más allá de unos cuantos segundos, es
evidente que aquellas sesiones no estaban destinadas a obtener información.
Pero sí pudieron haber tenido como objetivo la eliminación de información
sensible a través de la destrucción física de las víctimas. En los breves
testimonios que sus abogados fueron autorizados a presentar, Zubeida describió
también cómo fue mantenido durante largos periodos en una jaula que calificó de
«minúsculo sarcófago» [42].
Nominado a los premios
Golden Globes y Oscar, el filme “Zero Dark Thirty” (2012) afirma que ben Laden
pudo ser eliminado gracias al uso de información obtenida mediante la tortura.
Las
torturas que sufrió Zubeida fueron utilizadas específicamente para apoyar las
alegaciones sobre los planes y acciones de ben Laden, las orientaciones de
al-Qaeda, el reclutamiento de los secuestradores aéreos y de los demás agentes
de esa organización, así como los detalles sobre los responsables de la
planificación del 11 de septiembre [43].
Según la autora Jane Meyer, el agente de la CIA John Kiriakou declaró que «Zubeida admitió
abiertamente su papel en los ataques del 11 de septiembre [y que] dijo sentir arrepentimiento por
haber matado tantos ciudadanos de Estados Unidos» [44]. Es evidente que la Comisión sobre el 11 de
Septiembre estimó que aquella declaración no era creíble, pero aceptó otras
informaciones dudosas que parecen haber sido obtenidas torturando a los
sospechosos [del 11 de septiembre].
Después
de ver los evidentes «errores» vinculados al hecho de que se describiera
a Zubeida como un líder de al-Qaeda, importantes revisiones de la versión
oficial del 11 de septiembre parecen necesarias. Pero en realidad es poco
probable que las informaciones atribuidas a Zubeida sean excluidas a estas
alturas del mito oficial que legitima la guerra contra el terrorismo y también
las correspondientes acciones del gobierno de Estados Unidos. La razón es que
las torturas aplicadas a Zubeida fueron utilizadas como instrumento de apoyo
para actos y cambios políticos sin precedente:
El presidente Bush en persona
utilizó la importancia atribuida a la captura y a la tortura a la que fue
sometido Zubeida para justificar los métodos de tortura de la CIA , así como la detención de
sospechosos en las prisiones secretas de esa agencia a través del mundo [45].
El gobierno de Estados Unidos utilizó las dudosas informaciones obtenidas [torturando a] Zubeida para justificar la invasión de Irak. Los responsables gubernamentales declararon que Zubeida era la fuente de las alegaciones que vinculaban a al-Qaeda con Irak. Esas alegaciones apuntaban a que esa organización y ese país entrenaban en conjunto a individuos en el uso de armas químicas. Esas acusaciones nunca fueron objeto de una verificación independiente [46].
El testimonio de Zubeida obtenido mediante la tortura fue utilizado también para justificar la utilización de tribunales militares, lo que impide procesar a los supuestos sospechosos de al-Qaeda ante las jurisdicciones civiles y públicas. En un discurso pronunciado en septiembre de 2006, el presidente Bush pidió al Congreso que elaborara reglas especiales para juzgar a Abu Zubeida ante una comisión militar en Guantánamo [47]. Pero al final del mes de abril de 2002, o sea menos de un mes después, Zubeida era «un candidato casi ideal para un juicio ante los tribunales [civiles]» [48]. Irónicamente, Zubeida pudiera ser el único sospechoso principal [del 11 de septiembre] que nunca será juzgado.
Además de la justificar la utilización de los métodos ilegales de tortura, la administración Bush utilizó la captura de Zubeida para acelerar la aplicación de su programa de espionaje interno. El argumento utilizado en aquel momento fue que ese programa permitiría actuar rápidamente para explotar los números telefónicos y las direcciones obtenidas durante el arresto de Zubeida [49].
El gobierno de Estados Unidos utilizó las dudosas informaciones obtenidas [torturando a] Zubeida para justificar la invasión de Irak. Los responsables gubernamentales declararon que Zubeida era la fuente de las alegaciones que vinculaban a al-Qaeda con Irak. Esas alegaciones apuntaban a que esa organización y ese país entrenaban en conjunto a individuos en el uso de armas químicas. Esas acusaciones nunca fueron objeto de una verificación independiente [46].
El testimonio de Zubeida obtenido mediante la tortura fue utilizado también para justificar la utilización de tribunales militares, lo que impide procesar a los supuestos sospechosos de al-Qaeda ante las jurisdicciones civiles y públicas. En un discurso pronunciado en septiembre de 2006, el presidente Bush pidió al Congreso que elaborara reglas especiales para juzgar a Abu Zubeida ante una comisión militar en Guantánamo [47]. Pero al final del mes de abril de 2002, o sea menos de un mes después, Zubeida era «un candidato casi ideal para un juicio ante los tribunales [civiles]» [48]. Irónicamente, Zubeida pudiera ser el único sospechoso principal [del 11 de septiembre] que nunca será juzgado.
Además de la justificar la utilización de los métodos ilegales de tortura, la administración Bush utilizó la captura de Zubeida para acelerar la aplicación de su programa de espionaje interno. El argumento utilizado en aquel momento fue que ese programa permitiría actuar rápidamente para explotar los números telefónicos y las direcciones obtenidas durante el arresto de Zubeida [49].
Recientemente,
un segundo abogado de Abu Zubeida escribió otro artículo, que apareció en la
prensa de gran audiencia. En ese artículo, la abogada Amanda Jaconbsen subrayó
que:
«Los responsables [del gobierno] estadounidenses han declarado que
Abu Zubeida era un terrorista de primer plano en al-Qaeda. Dijeron que era el
“Número 3”
de esa organización, el jefe de operaciones que trabajaba directamente con
Osama ben Laden. Afirmaron que estaba personalmente implicado en los ataques
del 11 de septiembre de 2001, así como en cada operación importante de
al-Qaeda, y que conocía en detalle los planes de los futuros ataques.
Pero todas esas acusaciones eran falsas.» [50]
Pero todas esas acusaciones eran falsas.» [50]
Ahora que el gobierno de Estados
Unidos ha reconocido que no existe ninguna razón para acusar a Abu Zubeida y
que este último nunca tuvo la menor relación con al-Qaeda, ¿lo van a liberar?
¿Será autorizado a contar su propia versión de la historia, como ha solicitado
su abogado Brent Mickum? Pregunta más importante aún: Para que las falsas
informaciones sobre Zubeida dejen de alimentar la guerra contra el terrorismo,
¿será revisada la versión oficial del 11 de septiembre para eliminar las
afirmaciones atribuidas a Zubeida (así como las acusaciones de las que fue
objeto)?
La
respuesta es que no, es casi seguro que no.
Una
decisión de tipo jurisdiccional impone que se considera clasificado [o sea,
secreto. Nota de la Red
Voltaire.] «cualquier testimonio pronunciado por los acusados»
durante los juicios de KCM y de los demás sospechosos [del 11 de
septiembre] [51].
Pero si Zubeida es autorizado a declarar, descubriremos quizás que su mente no
fue totalmente destruida por las torturas a las que fue sometido. Y la leyenda
oficial sobre el 11 de septiembre y al-Qaeda podría acabar desmoronándose ante
los testimonios públicos –no obtenidos bajo la tortura– de las personas
acusadas de haber cometido esos crímenes. Finalmente, parece que el caso de
Zubeida representa una amenaza para el propio al-Qaeda. Ese caso constituye
además una confesión pública de que ciertas mentiras tienen que subsistir para
poder mantener el engaño global que legitima la guerra contra el terrorismo.
Traducido al español por la Red Voltaire a partir
de la traducción al francés de Maxime Chaix.
Consecuencias
en Francia de las confesiones arrancadas a Abu Zubeida
«El comité ejecutivo de al-Qaeda se compone entonces, aparte de ben
Laden, [sobre todo de una] sección encargada de acoger a los
muyahidín. Esta última está bajo la autoridad de Abu Zubeida, cuyo nombre
aparecerá constantemente en todos los procedimientos judiciales franceses.» Juez Marc Trevidic, Au
cœur de l’antiterrorisme (febrero
de 2011)
Las confesiones falsas arrancadas mediante a Abu Zubeida mediante la
tortura fueron transmitidas a la
Fiscalía antiterrorista francesa y utilizadas en numerosos
procesos. Fueron avaladas por las confesiones, igualmente imaginarias, de
Djamel Beghal, considerado por un tiempo como el responsable de al-Qaeda en
Francia.
Lo importante aquí es que las confesiones obtenidas mediante la tortura
sirvieron de base a la elaboración de análisis políticos y militares erróneos
que justificaron restricciones inútiles de las libertades públicas.
Es importante observar que aún se mantienen en circulación
los numerosos libros y trabajos sobre al-Qaeda y sobre las redes yihadistas que
diversos «expertos en antiterrorismo» redactaron basándose en las falsas
confesiones de Abu Zubeida y que esos libros y trabajos siguen sirviendo como
basamento en la elaboración de nuevos análisis políticos y militares, a pesar
de estar basados en testimonios enteramente imaginarios.
Red
Voltaire
[1]
Comisión Nacional sobre los ataques terroristas contra Estados Unidos, Informe
Final de la Comisión Nacional sobre los ataques terroristas contra Estados
Unidos, versión francesa disponible desde el 2 de febrero de 2005. La
versión original, disponible en este
vínculo, está fechada el 22 de julio de 2004.
[4] Zayn al Abidin Muhammad Husayn vs. Robert Gates, Respondents Memorandum of Points and Authorities in
Opposition to Petitioner’s Motion for Discover and Petitioner’s Motion for
Sanctions. Civil Action No. 08-cv-1360 (RWR), septiembre de 2009.
[7] Donald
Rumsfeld News Transcript, Departamento de Defensa, 3 de abril de 2002.
[8] «Report: Insider May Testify On
Zubaydah», United
Press International (UPI), 2 de abril de 2002.
[9]
United States Helsinki Commission Briefing Transcript Political/Congressional
Transcript Wire, 22 de junio de 2007.
[10] Transcripción de un reportaje de Kelli Arena sobre
Guantánamo, transmitido por CNN el 24 de septiembre de 2006.
[11] Department
of Defense News Briefing, Departamento de Defensa, 1º de abril de 2002.
[12]
Gerry Gilmore, «Rumsfeld
Confirms Capture of Senior Al Qaeda Leader», Departamento de Defensa, 2 de
abril de 2002.
[13]
«Profile: Abu
Zubaydah», BBC News, 2 de abril de 2002.
[14] Remarks by the President at
Connecticut Republican Committe Luncheon, discurso del
Presidente George W. Bush, Hyatt Regency Hotel, Greenwich
(Connecticut ),
9 de abril de 2002.
[15] President Outlines War Effort, George W. Bush’s Remarks at the Virginia Military
Institute, 17 de abril de 2002.
[16] Remarks by the President in Address
to the Nation, discurso del Presidente George W.
Bush, Casa Blanca, 6 de junio de 2002.
[17] Remarks by the President at Thaddeus
McCotter for Congress Dinner, discurso del
Presidente George W. Bush, Ritz Carlton Hotel, Dearborn
(Michigan ),
14 de octubre de 2002.
[18] Jeff Bliss y Tony Capaccio, «Iraq Group May Attack Outside
Nation, McConnell Says», Bloomberg.com, 5 de febrero de 2008; Richard Esposito y Jason Ryan, «CIA Chief: "We Waterboarded"», ABC News, 5 de febrero de 2008.
[19] Philip Shenon, «MIDEAST TURMOIL: INTELLIGENCE;
Officials Say Qaeda Suspect Has Given Useful Information», New
York Times, 26 de abril de 2002.
[21] David A. Vise y Lorraine Adams, «Bin Laden Weakened, Officials Say», The
Washington Post, 11 de marzo de 2000.
[24] Massimo Calabresi y Romesh Ratnesar, «Can we stop the next attack?», CNN News, 4 de marzo de 2002.
[25] Ibidem.
[26]
«Who’s Who in al-Qaeda?»,
BBC News, 27 de abril de 2007.
[28] Marlise Simons, «A NATION CHALLENGED: FRANCE; Ninth
Man Held in Suspected Plot Against Paris Embassy», New
York Times, 4 de octubre de 2001.
[30] Philip Shenon, «A NATION CHALLENGED: BALKAN TRAIL;
U.S. Labels an Arab Captive a Planner of Qaeda Attacks», New
York Times, 23 de enero de 2002.
[31] «U.S. Seeks New Head of Al Qaida
Anti-American Operations», United Press International (UPI), 15 de febrero de 2002.
[35] «BANK TERROR ATTACK FEAR; Warning issued after
interview»,Birmingham
Evening Mail, 20 de abril de 2002.
[37] «Bush Faces Dissent on European Trip», transcripción, CNN News, 23 de mayo de 2002; «Bush: ‘No war plans on my desk’ for
Iraq», CNN.com,
23 de mayo de 2002.
[38] George Tenet, At
the Center of the Storm: The CIA During America’s Time of Crisis, Harper
Perennial, New York ,
2007.
[39] Peter Finn y Julie Tate, «CIA Says It Misjudged Role of
High-Value Detainee Abu Zubayda, Transcript Shows», The
Washington Post, 16 de junio de 2009.
[40] Washington ’s
Blog, «The Reason for the Cover-up Goes
Right to the White House», 18 de marzo de 2010.
[41]
Comisión Nacional sobre los ataques terroristas contra Estados Unidos, Informe
Final de la Comisión Nacional sobre los ataques terroristas contra Estados
Unidos.
[42] Jane Meyer, The Dark Side: The Inside Story of
How The War on Terror Turned into a War on American Ideals, First Anchor Books, New York , 2009.
[43] El
Informe de la Comisión sobre el 11 de Septiembre basó 11 de sus acusaciones en los
testimonios de Abu Zubeida obtenidos mediante la tortura: las notas 18, 43 y 75
del capítulo 2; las notas 19, 31, 35 y 106 del capítulo 5; las notas 8 y 125
del capítulo 6 y las notas 90 y 108 del capítulo 7.
[45]
George W. Bush, discurso de septiembre de 2006; «Bush
Concedes CIA Held Suspects in Secret Prisons», NPR, 6 de septiembre de
2006.
[46] Ron Hutcheson y James Kuhnhenn, «Iraq deal with
Congress nears Bush says», Milwaukee
Journal Sentinel, 26 de septiembre de 2002; «Bush Says He and Congress Will Band Together on
Iraq; Capitol Hill Still Sour», Knight
Ridder/Tribune Business News, 27 de septiembre de 2002; Andrew Sullivan, «One tortured lie: that’s all it took for war», The
Sunday Times, 26 de abril de 2009.
[47] Warren Richey, «‘Alternative’ CIA tactics complicate Padilla
case», The Christian Science Monitor,
15 de septiembre de 2006.
[48] Neil A. Lewis, «A NATION CHALLENGED: THE DETAINEES;
U.S. Is Seeking Basis to Charge War Detainees», New
York Times, 21 de abril de 2002.
[49] James Risen et Eric Lichtblau, «Bush altered rules on spying»,International Herald Tribune, 17 de diciembre
de 2005.
[50] Amanda L. Jacobsen, «Why hasn’t Abu Zubaida been tried?»,The Washington Post, 28 de marzo de 2012.
[51] Peter Finn, «Judge’s Order Could Keep Public From
Hearing Details of 9/11 Trials», The
Washington Post, 7 de enero de 2009.
Ancien directeur du laboratoire d’expertise chimique de
Underwriters Laboratories. Il fut renvoyé après avoir mis en cause le rôle de
sa compagnie dans l’établissement du rapport du NIST sur les attentats du
11-Septembre. Il est co-rédacteur en chef du Journal
of 9/11 Studies. Il est membre fondateur de Scholars for 9/11 Truth &
Justice et du 9/11 Working Group of Bloomington.
http://planetaenpeligro.blogspot.com/
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