martes, 15 de enero de 2013

Los peligros de la decadencia imperialista o, del miedo Sion – yanqui al progreso Chino y Ruso


Javier Del Valle Monagas Maita



Javier Del Valle Monagas Maita

      Los principios, como los finales son traumáticos.  En el caso del  fin o, del principio de la decadencia del imperialismo sionista yanqui,  la situación genera una conmoción mundial, debido al poder y alcance que ese imperio logró alcanzar en su momento cumbre.  La geo -organización mundial se resiente debido a la escalada que ese imperio impone en el planeta, tratando inútilmente de evitar las condiciones y circunstancias que impidan su eclipse.
      La escalada guerrerista, la intervención en países para modificar sus geografías, sus ideologías, sus economías, sus autonomías, sus religiones y sus costumbres, etc. Hacen comparsa con la escalada armamentista en procura de presentarse como una potencia imbatible e invencible,  de tal forma, con la presión sicológica ejercida sobre el resto del mundo, han tratado de erigirse en los policías contralores de todo, desarrollando políticas injerencistas en cada rincón del planeta.  Pero el plan les ha fallado. Vietnam enseño al mundo que sin poseer grandes desarrollos tecnológicos. Pero, si con buena estrategia, capacidad humana y militar, se pueden derrotar a los súper poderes técnicos - militares, con esa verdad, arroparon al imperio francés e ingles en su momento
        Hay angustia en el seno del imperio sionista yanqui,  de eso testifica como osadamente, ubican sus armas más poderosas en las propias fronteras de los países que tienen capacidad militar de enfrentarlos y de producir un caos global.  Una a una, atacan a las naciones aliadas o estratégicamente situadas cerca de esos países, me refiero a China y Rusia. Establecen estaciones de misiles claramente amenazantes, pagan a agentes y traidores dentro del corazón de esas naciones para sabotear, establecen alianza con otros ex imperios decadentes de la vieja Europa, utilizan nuevos poderíos en guerras sicológicas y mediáticas, como jamás antes poseyó imperio alguno: Cine, prensa escrita, televisión, radio, internet, volantes, telefonía, satélites, aviones, satélites espías, canciones, vicios, drogas, etc.
       Ante toda esa madeja de poder militar y sicológico imperialista. Existe una nación que avanza a pasos agigantados, convertida hoy en amenaza a la supremacía técnica, científica, militar, económica, productiva y geo - estratégica.  Esa nación es China.
       No existe ninguna gama de la vida actual, en la cual la nación asiática no esté al acoso del poderío sionista yanqui.  Tan es así, y ya lo comprendieron los líderes de ese imperio en decadencia, que han debilitado su influencia en regiones que antes les eran indispensables y de mucha importancia.  Para concentrar esfuerzos en la región Asia – pacifico.  Hoy el imperio Sion – yanqui tiene una deuda gigantesca con el coloso Chino, su economía es altamente dependiente de la producción China.  Dependen en alta proporción de materias primas de metales de tierras raras, necesarias para la tecnología científica de hoy,  china avanza a velocidad para desarrollar energías alternativas al petróleo,  según expertos,  en el 2019, ya China superará económicamente a USA.  China hoy, tiene mayor cantidad de países como socios comerciales. Los mismos países aliados de EE.UU, son dependientes del gigante asiático.  Mientras el imperio Sion – yanqui es rechazado u odiado  en casi todo el mundo,  en cambio, los Chinos, son vistos como alternativa comercial y de apoyo para el desarrollo.
       A lo interno, en USA.  Los desequilibrios sicológicos y emocionales, conllevan un estado de zozobra social  de la población en general  y, que deriva en crímenes,  en escenarios tan disimiles e impredecibles como escuelas, universidades, hospitales, centros comerciales, parques públicos, etc.  El suicidio casi pandemico de ex soldados que regresan de las guerras allende los mares con la mente derruida por tanta perversidad y violencia contra seres inocentes, y por el efecto de las drogas que les son suministradas a las tropas yanquis para que venzan artificialmente el temor.
       La sociedad norteamericana, está enferma. Los poderes dominantes han construido calabozos mentales, para tratar de impedir las protestas naturales, producto del despojo de empleos, bienes, sueldos, ahorros, viviendas, estabilidad, etc.   Las familias son desintegradas al deportar a los inmigrantes que ya habían formado núcleos y que le rindieron fruto laboral a esa nación.  La discriminación, el abuso policial, los asesinatos impunes contra personas cuyo único delito es ser negros, latinos,  humildes ciudadanos de diferentes nacionalidades y fe religiosa.
       Toda la descripción anterior presenta un panorama sombrío en el seno de la sociedad Norteamericana.  Así mismo es obligada a pagar el precio de subvencionar a un estado sanguinario y criminal como es el estado ilegal Judío Israelí.  Mientras por un lado, la población humilde es recargada de impuestos, intereses bancarios, despojada de sus bienes y servicios,  les es negada la asistencia social básica. Por el otro lado les son dadas millonarias cantidades de dólares al sionismo internacional judío, en efectivo y en armamentos, como pago de regalías por la dominación colonial, comercial y económica que ese sionismo mantiene en la nación norteña.  Ese colonialismo, utiliza a los hijos de ese país como instrumentos de asalto y guerra, contra otras naciones del mundo. Para acrecentar los intereses del sionismo y defender las aventuras macabras de esa mafia que cabalga sobre la religión judía, usándola también como rehenes de sus maldades y oscuros intereses mercantilistas.  De la misma manera,  la sociedad Norteamericana es espiada hasta en el baño, los que osan romper el cerco informativo que les imponen pagan su pecado con cárcel, tortura, persecución, acoso de sus familias, negación del debido proceso (ver casos: Bradley Manning, Aarón Swartz ) Es por eso que hay que diferenciar entre sionismo depredador y la religión judía.  Bien sabemos que gran cantidad de judíos, no comparten las actitudes pervertidas y pervertidoras del sionismo, incluso muchos pagan con prisión la defensa de los derechos palestinos. 
     Mientras el dragón surge con ímpetu, el águila calva pierde sus plumas y la piel se le corroe por la maldad. A eso se le agrega el oso siberiano expectante y con poder de hacer daño si lo provocan. La naturaleza es infalible  en sus leyes.  Lo que será, será. Ojala la humanidad salga ilesa de esta batalla inevitable entre el dragón, el oso, los pueblos del mundo, contra el águila malvada calva
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