Javier del valle Monagas Maita
Estado de beligerancia: Se denomina beligerancia a la participación contendiente dentro
de un conflicto determinado, o a
dar la suficiente importancia a alguien como para acceder o reconocer contender
con él. Generalmente es un concepto usado en el Derecho internacional
público para designar a
la nación o sujeto político que está en guerra, o en política a los
participantes más visibles en algún conflicto social. – wikipedia –
RAE: 1. adj. Dicho
de una nación, de una potencia, etc.: Que están en guerra. U. t. c.
s. U. m. en pl.
Según
comprendo: Para que exista beligerancia, es necesario que existan dos o más
partes en conflicto, que se reconozcan mutuamente como fuerzas opuestas en una
guerra, batalla o confrontación. Es más, por razones de conveniencias políticas
e intereses de clase. Que una parte, tenga que lidiar por la vía armada y
política, a sabiendas que la contra parte controla y gobierna en una porción de
territorio en disputa militarmente. Así pretenda desconocer el estado de
beligerancia. Pero si existen combates y una presencia reconocida de la contra
parte en territorios y fortaleza militar. Es imposible desconocer ese estado de
beligerancia. Lo que concede
automáticamente el derecho tomar prisioneros de guerra a ambas partes, no a una
sola.
En Colombia existe una guerra con
implicaciones sociales, económicas y políticas.
Por un lado hay una oligarquía empoderada del aparato estatal, que
controla también el poder económico y utiliza la represión, el sometimiento, la
fuerza militar, policial, paramilitar y del vicio. Para perpetuarse en el
poder, negando educación, salud, vivienda, empleos dignos, tierras para la
siembra y desconociendo otros derechos humanos básicos deliberadamente, para
mantener a las mayorías populares viviendo en precariedad y marginalidad
Es por esas injusticias sociales,
políticas y económicas que en Colombia existe una guerra desde hace mucho más
de cien años. No es cierto que esa
guerra empezó con el asesinato de Jorge Eliecer Gaitán. Pues desde antes, ya se venia combatiendo entre pueblo y
oligarquía. El descarado asesinato del
líder Gaitán, lo que hizo fue agudizar aun más las diferencias de clases en la
sociedad colombiana y la comprensión de los dirigentes y cuadros políticos
populares, de que no era posible vivir en una nación donde el terrorismo de
estado servía de palanca de apoyo a la élite sanguinaria gobernante, que con el
uso del poder y las leyes parcializadas, impusieron una dictadura que permanece
hasta los días presentes.
En lo referente al proceso de paz, que
fue forzado y buscado responsablemente por las fuerzas del ejercito popular
guerrillero, en procura de evitar males mayores a la población. El gobierno
colombiano, aunque procede a sentarse a
negociar y a aparentar que desea la paz
en Colombia, utiliza practicas desleales y deshonestas. Por un lado niega la
posibilidad de un cese al fuego bilateral,
mientas negocia. Ataca y usa los aparatos tecnológicos que le facilita el imperio yanqui sionista,
para rastrear y ubicar a los mandos de la FARC,
que obligatoriamente deben comunicarse y coordinar las propuestas,
contra propuestas de las negociaciones en Cuba.
Aplicando cobardemente operativos para obtener ventajas militares. Irrespetando y desconociendo suspensión
unilateral de actividades militares
propuestas por las FARC,
El gobierno y la oligarquía colombiana, no
aceptan que las FARC tomen prisioneros de guerra a efectivos militares y
parapoliciales. Mientras éllos, asesinan
a tropas y vanguardias de la guerrilla, mantienen prisioneros de guerras, a
guerrilleros, en situación de
precariedad, desconociendo sus derechos humanos elementales y hasta los
acuerdos internacionales respecto a los prisioneros de guerra. Inventándoles falsos expedientes civiles.
Deportándolos bajo cargos falsos a USA.
Montando cacerías de brujas contra el pueblo inocente, acusándolos de colaborar
con la guerrilla. Despojándolos de sus tierras, siembras y espacios de vida
rural y citadinos, para que los poderosos y
altos jefes militares las tomen para si.
Empujando a ese pueblo desplazado a engrosar los cinturones de miseria
alrededor de las grandes ciudades, a la vez que los corrompen y destruyen con
drogas y prostitución, usando como apoyo a la televisión de la oligarquía, sus
radios, prensas escritas, etc. Fue
así, como Álvaro Uribe Velez, entre
otros oligarcas. Su familia, sus
allegados políticos y narcotraficantes, se apoderaron de millones de Hectáreas de
tierras que eran del pueblo. Dejando tras de si y, gracias al narco
paramilitarismo. Cientos y cientos de
cementerios clandestinos de pobres y
campesinos, y hasta inventando “los falso positivos”. Una de las obras macabras
más representativas del poder corrupto y criminal de la oligarquía colombiana,
amparada por el narco, Sion - imperio yanqui.
Cuando hay beligerancia, ninguna de las
partes implicadas en negociaciones, puede imponer condiciones especiales para
un bando, en detrimento del otro. Si de verdad quieren la paz para Colombia. El
gobierno oligárquico colombiano, debe partir de igualdades mutuas en todo sentido. Aceptar una tregua militar si se quiere
hasta vigilada por países neutrales que
de verdad pongan empeño en la paz y no en la guerra. Países que no tengan
intereses con la oligarquía ni con la guerrilla, liberar según acuerdo de las partes. A sus
respectivos prisioneros de guerra, reconocer a los contrarios sin ambigüedades
y aceptar reconstituir las podridas y amañadas estructuras del estado,
controlado por una clase política, social y económica egoísta y avara. Solo asi habrá paz. Lo demás es ilusión.
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