Javier del valle Monagas Maita (*)
La complejidad de la actual Venezuela, pasa por varias vertientes que
convergen es la realidad.
Una: somos un país enfrentado a las fuerzas más poderosas del planeta desde
el punto de vista económico, político y militar. Esa fortaleza les permite
maniobrar y hacer daño. Pese a que tienen sus propios problemas económicos y
sociales internos.
Dos: Al ser nuestra nación
parte integral de un mundo, cuyas leyes vigentes aun responden a los intereses
de los grandes capitales internacionales, queramos o no. Sus problemas nos
afectan. Mas aun si nuestras importaciones y exportaciones se hacen en dólares.
Esto implica una dependencia muy
peligrosa respecto a la nación matriz
del dólar.
Tres: no están
dadas aun, las condiciones internacionales y nacionales para lograr romper por
ahora con la dependencia de una moneda, que es puro papel y tinta, que ni
siquiera es respaldada por una economía sana, si no por el contrario por una economía muy enferma y cada día mas
débil e improductiva.
Cuatro: a lo interno del país, tenemos una oligarquía económica que posee
control de la mayor porción de la economía nacional. Eso hace que tengan
capacidad de imponer un ritmo diferente al del proceso. Es lógico, por que
ellos son antagónicos a cualquier cambio que de poder a las mayorías en
detrimento de sus intereses de clase burguesa. Esa oligarquía, juega con la
economía nacional usando para ello varios factores que generan inquietud colectiva:
la falta de conciencia, la complicidad política, el miedo, el engaño, la
manipulación mediática, y sobre todo el desprecio hacia el pueblo llano. Esa situación hace que el pueblo en muchas circunstancias
reaccione por instinto contra sus propios intereses. Es decir basta una campaña
mediática que diga de la posibilidad de
uno o varios artículos de consumo, para que
se produzca una estampida que provoque la desaparición de esos artículos
del mercado. A eso debemos sumar que esa oligarquía económica, previamente, ha
desabastecido al mercado y previamente notifica a los comerciantes minoristas,
para que ellos racionen a su vez las existencias disponibles, a los fines de
especular después con los precios ¿La meta?: culpar al gobierno y usar su
propia maldad especulativa, para beneficios políticos
Cinco: dentro de
la estructura de gobierno y de las organizaciones político partidistas que
dicen apoyar al proceso, se ha colado una serie de mercantilistas de la
política que han hecho un buen trabajo para retrasar y desviar los avances del
proceso. Incluso muchos son neo potentados económicos y cuando hablan de
revolución, lo hacen en el sentido de desplazar a la elite burguesa actual, y
favorecerse ellos. Sustituirla por
ellos, pero manteniendo la relación laboral igual, y la propiedad de los medios
de producción en sus manos. Son esos
disfraces de revolucionarios, parte de los residentes hoy en Miami, Perú, Costa
Rica, Colombia, etc.
Seis: la dirección honesta del proceso ha fallado. No se ha atacado al
consumismo en su esencia, y hasta puedo decir, que se ha estimulado. A eso a contribuido la
dirigencia media del proceso, la cual se
ha empeñado en promover ese consumismo y en detrimento de impulsar la mejor
distribución de los recursos económicos entre la población de forma mas
ecuánime y productiva. Esa misma
dirección media, ha subestimado y en muchos casos despreciado las críticas y
comentarios sanos que desde la base el pueblo hace a diario. Esa dislocación
política ha generado una separación de la base respecto a sus líderes medios,
incluso los captan como algo lejano y sin conexión legitima. Ha situación ha
degenerado, que incluso hasta los lideres naturales del pueblo, cuando ya no
pueden ser ignorados, son cercados e
imbuidos en una especie de bolsa, donde va perdiendo poco a poco el contacto
con el pueblo. Llegando hasta el punto de hacerse enemigos de quienes hacen las
criticas dentro de las organizaciones de manera honesta. Muchos de esos
dirigentes medios, se dedican a crear parcelas de seguidores, a costa de
favores, descuidadando la esencia educativa e ideológica del proceso.
Siete: el desprecio hacia el proceso educativo y formativo ideológico en las
organizaciones de apoyo a la revolución,
se ha acentuado tanto, que lo único que se hace es repartir algunos panfletos y
libritos, con los discursos del presidente y de uno que otro autor reconocido,
pero sin profundizar en la esencia del mismo. Afortunadamente, la conexión
pueblo - presidente, ha servido para que
sea este ultimo, el único vehículo.
Cuando se realizó una campaña desde la base, de algunos militantes que
entendían de esa necesidad, se nombraron unos comisionados de ideología, que al
final sirvió para que se impusieran
elementos que lo que hicieron fue proyectarse ellos y sus entornos, abandonando
el eje central del proyecto. Lo que terminó en un simple fraude decepciónate.
Ocho: Desde el
punto de vista productivo, se dieron financiamientos y asistencia económica a
proyectos que solo fueron una excusa o un medio para hacer un dinerillo a costa de la revolución. No hubo, ni
hay la asesoría técnica ni el personal responsable y consciente para
desarrollar una estrategia y hacer un
seguimiento a esos créditos y dineros entregados, a los fines que generaran
productividad eficiente y permanente. Entes como CVA Azúcar por ejemplo,
rotan un responsable o gerente casi como
cuando uno se cambia de interiores. Ninguno ha sido eficiente, incluso ponen a
personas sin la suficiente calificación y responsabilidad política y
profesional, para ser eficientes. Todos se vuelven discursos, sueltan dinero y
nada más. Mientras tanto el campo sigue siendo un caos. No se organizan los suelos, no se respeta su
clasificación, ni se asignan producciones en base a su calidad y necesidades
del país. La seguridad del campo es caótica. Siembras como el plátano, el maíz,
auyama, frutas, etc., son victimas del bandidaje rural que des cosecha antes
que el productor. Sumemos a eso, el margen
de ganancia tan pésimo que obtiene el productor y los márgenes tan descomunales
que de la misma siembra obtienen los intermediarios, debido a la incapacidad de
esos productores de colocar sus cosechas en lugares de acceso directo a
consumidor, donde este ultimo pague menos y el productor gane más. El estado creo empresas de mecanización
agrarias, que no aparecen por ningún lado, entregó maquinarias a cooperativas
de mecanización, que cobran más caro que los mismos prestadores de servicio
privados. Se adquirieron centrales azucareros, para supuestamente darles
respuesta oportuna y más rentable a los productores de caña de azúcar. Y lo que
ha hecho es dejar las siembras en el suelo perdiéndose y ocasionado perdidas a
los productores, mientras unos vivos relacionados con esos centrales y grupos
políticos del entorno predomínate, se llenan los bolsillos refinando
azúcar bruta importada de otros
países, pongo por ejemplo el Central
Santa Clara y el Cumanacoa, entre otros.
Nueve: Como
militantes con visión y capacidad política, debemos asumir la responsabilidad
ante toda esta debacle. Tenemos responsabilidad al permitir como dueños del
voto, de la voluntad propia, que se nos impusieran a muchos parásitos pseudo
líderes, que solo demostraron capacidad de maniobra para acomodarse en posiciones políticas desde las
cuales han cabalgado en el potro del los
favores militantes y sembrando parcelas,
donde solo ellos cosechan el beneficio personal y grupal que envenena a las
organizaciones revolucionarias y causa
distorsión en la conciencia del pueblo común.
Por una devaluación, no vamos a vender ni
entregar este proceso. En eso debemos estar claros. Lo que hay que exigir y
reclamar es participación popular cierta en las decisiones del proceso, pero para
poder participar hay que prepararse, no podemos dejar que empíricos o asomados sin capacidad en los temas, impongan
criterios u opiniones. Tampoco vamos a fusilar a aquellos compañeros que hasta
ahora nos han mantenido lo mas alejados posible de las consecuencias de la
crisis económica artificial provocada por las mafias Sion capitalistas que
pretenden imponer una dictadura global a costa de la miseria, vida y dolor de
los pueblos. Tenemos que hilar muy fino
y entender que estamos en guerra y el enemigo ataca. Lo que debemos hacer es
atacar también, pero organizadamente y en armonía revolucionaria. No permitamos
que el enemigo nos disperse. “por que si
la lucha se dispersa, no habrá victoria popular en el combate” Aly Primera
Pasa que muchos de los que se rasgaron las
vestiduras pregonando al mundo y a los
extraterrestres, que son serán y serian chavistas revolucionarios por sobre
todas las cosas. Ahora dicen que la oposición tiene razón y que el gobierno está
devaluado. Por aquello de: ”con mi bolsillo y capital no te metas”
www.planetaenpeligro.blogspot.com
/ lo que será
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