Javier
del valle Monagas Maita
Las cacerías no deben ser solo para uso de los eternos asesinos.
Criminales compulsivos que hacen de la muerte y el dolor, un negocio lucrativo.
Insisto con la ley del talión: diente por diente, ojo por ojo, terror por
terror, etc.
Quienes tienen el poder y se
han auto asignado la potestad de decidir, donde, cuando, contra quien, en que
circunstancias se ha de hacer una guerra. Están plenamente identificados, son
conocidas sus residencias, sus sitios de vacaciones, sus gustos, sus familias,
sus empresas, hasta sus horarios de trabajo, sus aviones, yates, etc. ¿Si ellos
no tienen escrúpulos para generar un genocidio en cualquier parte del planeta,
pensado solo en las ganancias y ventajas que esa acción les representa? ¿Entonces
que impide que la justicia popular los alcance?
Hasta ahora, las consecuencias de esas acciones de terrorismo de Estado,
principalmente de los Estado controlados por el sionismo judío (EE.UU) e Israel,
además de las victimas directas. Las sufren los
instrumentos que usan esos mercantilistas de la muerte. De tal forma, el soldado, el policía, el
agente activo en las arremetidas
armadas, es el que muere en la acción de agresión contra los pueblos.
Paradójicamente ellos son hijos del pueblo también, que gracias a la
manipulación y engaño, se convierten en mensajeros de la maldad de sus amos.
Pero ¿Por qué los Rothschild, Rockefeller, Bush, o dueños de las empresas
Douglas McDonald, Exón, Shell, Halliburton, etc. No son atacados directamente?
Si son ellos los promotores de las masacres, de las hambrunas, de las guerras,
del racismo, de la aniquilación de la naturaleza, del planeta.
No me vengan con el cuento de
incitación al odio o al crimen. Yo solo estoy señalando a los culpables de
todas las calamidades creadas en el planeta. Esos mismos culpables que se
escudan detrás de sus medios de comunicación, para desviar la atención hacia
otro lado. Los mismos que utilizan la cizaña ideológica, religiosa, económica.
Para impulsar odios, guerras y muertes que sirven de sustento a sus negocios de
ventas de armas o de ocupación de países para robarse sus riquezas sin que
nadie proteste o reclame. Son los mismos canallas que promovieron la guerra
contra Iraq, entre Irán e Iraq, contra Libia, en Somalia, en Mali, en
Afganistán, los que compran ejércitos mercenarios para matar a la población Siria, los que
pretender ser autoridad para impedir que otras naciones desarrollen sus
tecnologías de armas de defensa y ataques que ellos si poseen en cantidades
industriales. Los mismos que califican a
otros de terroristas, cuando en realidad son ellos los que andan atacando y haciendo guerras por todas partes
del mundo a los fines de tener supremacía y seguir siendo impunes a las
reacciones contra sus crímenes.
Pienso que las guerras
defensivas deben cambiar. Se debe ir directamente a las cabezas incitadoras y
promotoras del terrorismo de estado, terrorismo económico y terrorismo
saqueador. Es asunto de justicia, de
castigo al verdadero culpable ¿Hasta cuando la defensa es solo contra los
instrumentos, mientras los culpables están a salvo? No hay que atacar solo las
extremidades. Es necesario golpear a la culebra en la cabeza para poderla matar
y al morir ella, cesan sus agresiones.
Mientras existan cerebros
criminales inalcanzables para la justicia, no existirá paz. Vean que ellos si van directamente a las
cabezas pensantes y lideres de las resistencias. Ahora hasta disponen de
drones, para asesinatos selectivos ¿por que no retribuirles el mandado? A los
terroristas capitalistas sionistas, hay que llevarles el terror que ellos
siembran a sus propias camas. De no ser así. Siempre estarán en ventajas.
www.planetaenpeligro.blogspot.com
/ lo que será
Facebook: Javier Monagas
Maita
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