jueves, 16 de mayo de 2013

VENEZUELA, INDEPENDENCIA, ECONOMÍA, Y ¿EMPRESARIOS?



Javier Del Valle Monagas Maita (*)


        Una nación es soberana en la medida,  que satisface sus necesidades internas de consumo en alta proporción o,  en su totalidad.  Lógicamente un país no puede generar  en su totalidad la producción de todos los bienes, servicios y especies que consume. Eso sería algo casi imposible, tomando en cuenta el estado de los suelos, las condiciones climáticas, las posesiones de recursos económicos, naturales, etc. En toda esta concepción se habla de auto abastecerse de los elementos básicos o elementales para la subsistencia de la población sin depender de las importaciones. Es decir lo básico. Dentro de ese marco se encuadran los alimentos de la dieta diaria, las fuentes de energías, bien sean renovables o no renovables, etc. El Estado, como ente aglutinador del concepto de la nacionalidad, desde el punto de vista legal, económico, social y ahora hasta tecnológico, tiene la obligación de velar con el gobierno de turno, por que un país sea soberano. Por que su población  tenga cubierta sus necesidades básicas, con producción interna.
       En el sistema capitalista, el Estado pasa a ser un estorbo después de que las fuerzas económicas  acumulan poder y fortaleza.  Cuando los grandes capitales sienten que las normas, los conceptos tradicionales de justicia, paz, organización, derechos y equidad los frenan en sus apetencias, entonces el estado deja de ser útil.  Es por cosas como esas que a partir de los años setenta, se inicia en el mundo una escalada neo liberal, en la cual se endeudan a los Estados por intermedio de gobiernos irresponsables, títeres y en el basamento legal de una  representatividad mal concebida, sostenidas en leyes burguesas, que impiden a las mayorías después de elegir, opinar  sobre su destino y la soberanía de la nación a la cual pertenecen. Para colmo de males, ese periodo de cesión de poder bajo engaños, presión, promesas falsas y mentiras, dura al menos cuatro años en algunas naciones o más. Suficiente tiempo para demoler al estado y entregar sus bienes a los grandes capitales. Dejando a las naciones convertidas en rehenes de os empresarios. Por eso pasa lo de Chile, lo de Panamá, lo de Europa, sobre todo Italia con Berlusconi, solo como ejemplo, como quisieron hacer aquí en Venezuela con  Carmona  Estanga ¿Ven la relación?

      Realmente no hay países del primer mundo, segundo, o tercero. Simplemente existen pueblos más saqueados que otros, según convenga a los intereses de los grandes capitales.  De tal forma. El desarrollo tecnológico es un derecho asignado a ciertas naciones, sobre todo a aquellas donde residen los grandes capitalistas, y ese derecho lo asignan los amos del poder político y económico. Las demás naciones que poseen riquezas naturales, simplemente  son productoras de materias primas, cuyos  aportes, son cedidas a las primeras, para su transformación. Desde donde saldrán productos finales que son vendidos luego a los mercados capitalistas de consumo. Según su clasificación. Es de hacer notar, que estos mercados de consumo, si  se clasifican: en primeros o segundos.  Las altas tecnologías se quedan en los centros de consumo periféricos a los centros de transformación industrial  de las materias primas.  El resto, los ya superados, los reciben los países fuera de la orbita primaria.  Esto es así para evitar  algún desliz que pretenda copiar esas tecnologías, pues, lo harán con cosas obsoletas. Aquí entra en juego la trampa del derecho de autor. Una estafa, que no favorece a quien inventa, si no a quien compra y explota la patente de invención (Remember 3M, o el robo a Nicolás Tesla y Marconi, entre otras)
      Las inversiones en ciencias y tecnologías están vedadas a los países productores de materias primas por los mafiosos del poder dominante capitalista. En esas naciones, sus empresas solo viven de las maquilas, del uso de patentes y de la importación de productos finales.  En Venezuela: siendo que tenemos un capitalismo parasitario, de mentalidad colonizada, sin iniciativas, incapaz de invertir en el desarrollo y fabricación de tecnologías originales propias, a pesar de que poseemos energía abundante y barata, materia prima y materia gris calificada, no existe ningún empresario  capaz de invertir en la fabricación de un automóvil desde su concepción original. Ellos prefieren ser ensambladores, importadores de repuestos o importadores de autos acabados.  Por decir un ejemplo.  Es decir: apuestan al dinero fácil.
      La misma lógica capitalista dicta que los márgenes de ganancias deben tener un tope.  Pues, en Venezuela,  no.  Los parásitos importadores que se hacen llamar empresarios, y los que viven del productor agrícola nacional, pagan la materia prima del campesino a precios irrisorios  y venden los productos finales elaborados a sobre precio: Es decir roban al productor y roban al obrero.  Inclusive, tazan sus intereses y ganancias en monedas extranjeras, favoreciendo así,  a otras economías y generando una dependencia de la nacional a los rigores y deseos de centros foráneos manipuladores de la economía global. Es una especie de prostitución económica masoquista que hace que el denominado “empresario nacional” haga la felación mercantilista a las grandes transnacionales, permiten que ataquen  la economía nacional para hacerla vulnerable a los intereses económicos  internacionales, que luego les premian con alguna concesión de licencia  para explotación local de patentes.
       Cualquier empresario digno, con auto estima y con respeto por el país y por si mismo, se hubiese alegrado con la noticia que en su momento dió el camarita Chávez de instalar en Venezuela una fabrica madre de fabricas. Pues no. Los maulas parásitos de Fedecamaras,  se molestaron y conspiran para que se quiebre el proyecto.  Ellos prefieren seguir siendo esclavos del gran capital tecnológico internacional colonialista e imperialista.  Esos decrépitos  y descerebrados capitalistas dependientes, desprecian la organización económica regional (MERCOSUR) que puede ayudar a fortalecer la economía de la región y convertirse en un trampolín para ellos crecer. Prefieren seguir siendo los lacayos serviles de un capitalismo depredador y sanguinario como el capitalismo sionista que controla a USA, Israel Y EUROPA. Y que hoy siembra terrorismo económico, mediático y militar en el mundo.
      Nuestro  gobierno actual  también (desde 1999) ha sido timorato o,  hasta cómplice  de toda esta maldad – quizás por ingenuo -. En nombre de una paz social en comodato con los capitales y los eunucos empresarios nacionales, ha permitido que esas empresas privadas maulas, se fortalezcan y utilice a la vez esa fortaleza, para atacarlo y para acosar al pueblo hasta el punto del terrorismo mediático, económico y político; llegando al extremo de producir muertes populares en cuantías,  contra campesinos, obreros y estudiantes.  Una paz social que es despreciada y atacada a cada momento por el capital nacional y transnacional  establecido en Venezuela.

Propuesta
     ¿Por qué no se legisla  para que un 10%  al menos, de las ganancias de esos seudos empresarios, se invierta en el desarrollo de tecnologías nacionales? ¿Por que no se crea un centro nacional de ingeniería y desarrollo tecnológico,  que con ese 10% de las ganancias netas de capital comercial o empresarial, desarrolle las técnicas o tecnologías propias para instalar complejos industriales que apunten al desarrollo nacional, tomando en cuenta nuestras necesidades industriales técnicas y científicas? ¿De qué que vale formar ingenieros, matemáticos, científicos en nuestras universidades y escuelas técnicas, si luego es el gran capital expoliador internacional el que se beneficia, en una especie de chuleo educativo transnacional, donde el estado invierte,  el empresario se beneficia y el pueblo pierde?
     Solo produciendo materialmente, físicamente, educativamente, económicamente lo que necesitamos,  con dignidad y con auto estima, y para beneficio colectivo, es que podemos ser libres, soberanos y fuertes.  Debemos fortalecer un Estado ductor y conductor de las fuerzas y potencialidades humanas del país para su desarrollo armónico. Al principio habrá que imponerlo  a la fuerza, hasta que la conciencia cale, y se entienda que es por el beneficio de todos y no de un sector específico y exclusivo.  Ni siquiera por motivos de enfrentamientos de clases. Es por simple seguridad nacional y diría que hasta regional.
     Pero para lograr eso: es necesario derrotar a las fuerzas contra patria que se alojaron en Venezuela y que sirven de quintas columnas al imperio  saqueador y sanguinario yanqui sionista.  Es ahora o nunca.  No podemos perder esta preciosa oportunidad.  Es hora de hablar claro y actuar en consecuencias.  No será fácil. Lo importante  es empezar de una vez.

Planetaenpeligro / lo que será
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1 comentario:

  1. esperemos que la muerte de nuestro comandante, no sea el final de esta bella historia que nos ha dejado el comandante . nos dejo patria para amarla por toda la eternidad, y no dejar que esta oposicion apatrida siga carcamiendose este pais .aunque ellos por pedacitos se conforman por que esos pedacitos son millones de dolares que le entran a sus bolsillos

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