Javier Del Valle Monagas Maita
Siempre se ha
creído que eso de la lucha de clases, es una acción desesperada de los pobres
por tratar de reventar los esquemas de poder de la burguesía, a los fines de
imponer la mejor distribución de las riquezas y por darle un acceso más
equitativo al valor del trabajo para quienes producen esas riquezas. Es decir a
los trabajadores.
En
base a esta predica, y meta utópica. Es que el mundo ha visto guerras,
masacres, represiones, torturas, persecuciones, despojos de territorios,
riquezas y vidas. Para conformación de grandes capitales y derroches, al lado
de inmensas extensiones en condición paupérrima humana. Se conocen países y continentes,
sumidos en esa espantosa pobreza crítica
y dolor. Pero que no duele, no preocupa, ni ocupa, a las grandes urbes y
organismos de defensa de derechos humanos. Por que en su valoración hipócrita su
condición es considerada no humana y, se les considera solamente daños
colaterales por que tienen un color de piel oscuro y una tierra de origen
diferentes a los centros de poder capitalistas. Nada más. Contra ese genocidio, no hay imputaciones
legales, ni culpables, ni victimarios. Simplemente son pobres, negros,
infelices, al margen del gran sueño americano o europeo. Pero que son lo que
son, por ser lo que les hicieron. Por que debían pagar el precio del saqueo
para que las minorías glotonas dueñas del gran imperio Sion yanqui viva mejor y
posean mayores caudales económicos a costa de la salud, educación, y falta de
alimentos de esos explotados seres. Incluso hasta sus países y continentes son
convertidos en bagazos demolidos y exprimidos al máximo
Ese sistema
capitalista criminal e insensible, está hoy en guerra contra una utopía llamada
Venezuela socialista. Es que no puede ni
debe tolerar disidencias ni alternativas de vida. O te sometes. O te sometemos.
No hay escapatoria. Pero eso si: tendrás lo que tienes, mientras las
elites no lo apetezcan. Al llegar tu
momento, mejor no resistir y ceder todo. Es la ley del capitalismo maldito,
pero que se disfraza de libertad y democracia para asesinar, oprimir y
encarcelar. Actualmente en Venezuela hay
una lucha de clases pero a la inversa. Una elite burguesa, que ha perdido
algunos privilegios y ventajas económicas, con sus respectivos debilitamientos
políticos. Ha tomado la calle del medio
de manera violenta. Se han declarado en rebelión y han
conformado sus guerrillas urbanas. Atacan, asesinan, imponen zonas liberadas,
desconocen el orden constitucional, económico, social, legal e institucional.
Utilizan cualquier arma de guerra. Pero se escudan detrás de apariencias de manifestaciones pacificas, de estudiantes
burgueses, títeres que sirven de escondrijos de paramilitares a sueldo pagados
por esa burguesía, que son apoyados por enemigos del pueblo muy poderosos. Y
que controlan la mass media propagandística mundial, como garantía de impunidad
y engaño (USA, ISRAEL, EUROPA).
Es
extraño pero cierto: Son minorías, son débiles internamente, son agresivos,
asesinan, destruyen, incendian, aterrorizan, usan los medios y vehículos del
mismo estado y los propios para atacar,
para agredir al pueblo. Pero imponen opiniones y matrices externas según las
cuales. Ellos, siendo agresores, asesinos, torturadores y perseguidores. Se
reivindican como victimas, a la vez que proponen a los atacados como agresores.
Entiendo que la prudencia
debe ser una herramienta y capacidad con la cual se debe ir hasta para el baño.
Pero hay momentos en los cuales se deben analizar las cosas en frio y
preguntarnos ¿Que queremos?, ¿Para que lo queremos? ¿Cómo lo queremos? ¿A costa
de que lo queremos? Y luego juzgar con ciencia cierta, si nuestra meta no nos impone
decisiones oportunas y fuertes, pese a sus consecuencias.
¿Cuánto tiempo debemos vivir
en convivencia con el capitalismo para
construir definitivamente el socialismo? Ya que hemos logrado reventar los
esquemas del capitalismo al costo de un inmenso dolor y pérdidas en vida,
¿debemos ser pasivos, incautos, inactivos y ponernos a la defensiva, mientras
nos atacan y nos acosan para destruir nuestros logros? O contrariamente ir de
frente hacia su demolición total.
Considero que es el momento
de acabar con las bases internas del capitalismo. No es posible seguir viviendo
y comiendo con el enemigo al costado y
con un cuchillo izado permanentemente para ser clavado en nuestra humanidad al
menor descuido. Ese enemigo capitalista
nos ataca con sangrienta saña y violencia, para distraernos de las necesidades
históricas, para qué las medidas políticas de demolición de sus bases
capitalistas no se tomen. Ya no somos los socialistas los que queremos sobrevivir.
Ahora son ellos. Eso implica que debemos ser certeros y oportunos en las
decisiones. No debemos cederles la iniciativa del ataque. Ese fue el error de
la URSS, Salvador Allende, de Milosevic,
de Torrijos, del Chaves en el 2002, de Mel Zelaya, Fernando Lugo, etc. Después que se accesó al poder con el
respaldo del pueblo. No se tuvo coraje ni sentido de oportunidad, para atacar
al enemigo y sostener ese poder a cualquier precio. A cualquier precio
ahorrativo, pues mientras menos fortaleza tenga el enemigo, mas dolor,
sufrimiento y pena se evitaría, mas vidas se salvarían. Esa es una ecuación
demostrada y comprobada en el Chile de Allende, por ejemplo. Pues al no darle
al pueblo armas para defenderse, creyendo que así se evitarían masacres. El
resultado fue al contrario. El pueblo indefenso sucumbió a la violencia. Sin defensa alguna. Y, al final, solo sirvió
de abono orgánico para los campos de
concentración nazi fascistas. Lo que siguió después fueron relatos, condenas o
avales. Pero el enemigo retuvo el poder y el pueblo hundido en la más aberrante
miseria y oprobio jamás visto. Al punto, que los mismos vejados se han
convertido en algunos casos en defensores de sus torturadores, e indiferentes,
indolentes del dolor y sufrimiento de sus hermanos de clase.
Acabemos con esa falsa e hipócrita libertad de expresión. Sancionemos y
pongamos al hilo, a todos, absolutamente todos, los medios de des comunicación
burgueses. En fin que ya al Presidente Maduro. Al camarada Hugo y al pueblo
organizado, ya nos demonizaron sin razón. Démosles ahora, la razón razonable en
ese sentido. Lo que quiere decir, que ya no nos pueden acusar de lo que antes
fuimos acusados. Lo que cuenta hoy es la libertad, soberanía, e independencia
del país y de nuestro pueblo. Los que hacemos un cambio para bien colectivo somos
nosotros. No ellos. Ellos son el enemigo y aman su putrefacto y corrompido
pasado, como tales hay que tratarlos. Al
fin que ellos así nos consideran y nos tratan. ¿Si o no?
(*)Abogado
Con Patria
Facebook,
Javier Monagas Maita
Por favor ayude a
difundir este blog para enfrentar a la
matriz des-informadora de la derecha. Dale me gusta al blog
Twit: @javiermonagasm
el próximo 21 de marzo recordamos en puerto rico la masacre de ponce, el asesinato de 19 puertorriqueños ordenado por el gobernador yanki en 1937, un domingo de ramos.
ResponderEliminar