martes, 28 de julio de 2015

INTROMISIÓN Y AGRESION COLOMBIANA


Javier Del Valle Monagas Maita

Cementerio Clandestino "La Macarena" Colombia


      Colombia nace traicionada bajo el ala de dominación yanqui. Francisco de Paula Santander, fue el primer miserable oligarca colombiano que entregó el destino de una nación a las garras de los perversos herederos de la maldita Albión.  Desde ese momento, el pueblo colombiano queda condenado a la más brutal y vil  agresión empobrecedora y al más horrendo secuestro de su destino.  Se podría decir que Colombia nace con el incierto destino de un pueblo empujado a la emigración y desplazamientos forzados  ante  el despojo que le hace la oligarquía colombiana, para complacer intereses extranjeros.  Esa atorrante oligarquía, prefirió una historia indigna, antes que un destino cierto de gloria e independencia como Bolívar le ofreció.
     Desde la convocatoria al congreso anfictiónico de Panamá. Mucho antes del 29 de     Enero de 1830 en el Congreso Admirable. Colombia fue entregada en bandeja de plata a los nacientes sanguinarios imperialistas de Estados Unidos. El artífice de tan baja traición ya se conoce y su permanencia en la conjura se debe a un gran error de Bolívar al no fusilarlo como hizo con otros conspiradores, (Como el almirante padilla), cambiándole la pena de muerte por destierro y, donde el Libertador, salvó la vida milagrosamente.  Desde esa época y por esos sucesos, el pueblo de Colombia es rehén del colonialismo yanqui, derivado hoy en Sion imperio capitalista genocida.
      En los momentos actuales, Venezuela, es blanco de todo tipo de agresiones, presiones y chantajes desde Colombia la traicionada.  La gran masa popular desplazada y empobrecida en empujada a salir de sus tierras ya buscar  cualquier forma de vida decente fuera de sus lares o allende fronteras. Millones y millones de hectáreas de tierras productivas son arrebatadas a la fuerza a los pueblos humildes de esa nación y entregadas a las empresas transnacionales o a los capitalistas oligarcas colombianos.  En ese despojo, quien no quiere ceder, paga con la vida suya y la de sus familiares, y acaba en cementerio clandestinos como la Macarena, entre muchos más.

     A Colombia la convirtieron en un gran productor de drogas desde donde se alimenta el vicio que consume al Sion imperio yanqui y, su lacayo europeo a la vez,  generador de asesinos y terroristas narco paramilitares.
     La pobreza y miseria impuesta al pueblo colombiano, se usa como carne de cultivo del delito.  Esos delitos son trasladados a países vecinos y no tan vecinos, como es el caso de México. Convierten sus necesidades en armas de agresión. Así el contrabando, el sicariato, el narcotráfico, las invasiones fronterizas, el secuestro, chantajes y la violencia. Van de la mano de muchos emigrados colombianos, o de criminales entrenados y preparados para generar caos como forma de negocios.  Claro está, la mayoría del pueblo humilde colombiano es honesto y trabajador.  Pero una proporción de el, es captado y usado como ejercito mercenario al servicio de quienes les empobrecieron y les expulsaron de sus tierras, ofreciéndoles riquezas y beneficios que nunca les darán.
     El poder en Colombia lo ejerce la burguesía oligarca, por lo tanto, la acción de esos gobiernos es a favor de sus patrones imperialistas, que les dan limosnas.  Una de las más resaltantes características de esa oligarquía, es la hipocresía, y la traición. Y así como engañaron y traicionaron a Simón Bolívar, también engañaron y traicionaron a Chávez, al pueblo y a quienes incautamente les creen.  Así van hoy, tratando de engatusar a los hombres y mujeres dignas de las Farc, ELN, en un falso plan de paz, que temo, acabará como los otros planes de “paz” con el M19, etc. yo no dudo que harán concesiones en el papel. Eso es una práctica cotidiana de la oligarquía colombiana.  Pero tampoco dudo que no las respetaran.  Mientras tanto, Venezuela, Ecuador, Panamá, Brasil; son victimas de esa distorsión social colombiana y sus productos, son impulsados por los intereses capitalistas imperialistas, para generar problemas y violencia en nuestros países y en la propia Colombia.  Así reina la oligarquía, e impone el terror como ley  de dominación social en beneficio de sus amos Sion imperialistas.
     El gobierno de Venezuela debe presionar al de Colombia, para que se defina y aplique políticas de control de su violencia y crímenes. Deje de promover y proteger a sus paramilitares, que trafican con drogas, muertes, violencia y contrabando y son usados ahora para fines políticos, de la mano de su capo mayor: Álvaro Uribe Vélez.

http://planetaenpeligro.blogspot.com/2015/07/intromision-y-agresion-colombiana.html
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