De un correo de octavaestrella@yahoo.es
Fernando Vallejo, escritor nativo
de Colombia pero de nacionalidad mexicana, ganador del premio (venezolano) de
novela Rómulo Gallegos por “El Desbarrancadero”, hace en este
discurso una descarnada radiografía de lo que es la religión, la política, los
gobiernos colombianos y el presidente santos. Discurso
pronunciado en la feria internacional del libro de Bogotá, ayer, 23 de abril de
2016, en el que no dejó títere con cabeza… se los recomiendo de punta a
cabo… (mra)
¿No trajeron paraguas ?
Por si de pronto llueve ... …
Voy a hablar de dos
cosas. Una, de
Dios que no existe, de Cristo que no existió, y de su infame Iglesia que no
quiere a los animales y que se las da de buena y misericordiosa habiendo sido
cruel y asesina hasta donde pudo cuando pudo, más que el Estado Islámico de
hoy, pues este apenas decapita mientras que ella quemaba a la gente viva en las
hogueras de su Santa Inquisición… … Y dos, de nuestra asquerosa clase política, presidida por el
vagamundo que tenemos en la presidencia. Con todo respeto.
¿ Que Dios hizo el Universo ? ¿ Y
quién dijo que el Universo lo tenían que hacer, acaso es una mesa de
carpintero ? Si Dios, que no sabemos quién es, se hizo solo y
existe desde siempre, ¿ por qué no se pudo haber hecho solo y
existir desde siempre el Universo, del que tampoco sabemos qué es ?
Los astrofísicos de hoy, ampliando el horizonte de los astrónomos del
pasado, nos hablan de fenómenos cada vez más abstrusos: de materia
oscura, energía oscura, estrellas de protones, agujeros
negros, supernovas con luminosidades de galaxias... Un día de estos
ven con el telescopio Hubble a la Virgen orbitando la Tierra. Como esta
santa mujer ascendió al cielo en cuerpo y alma según el dogma de la
Asunción... Su alma estará ahora en el cielo con su Hijo Cristo y
el Padre Eterno, ¿ pero el cuerpo ? A algún lado ha tenido que ir a
dar el cuerpo. Cuerpo es cuerpo. Dios es la explicación del
bobo, la de Perogrullo, la que no explica nada. No sabemos
qué es el Universo y a lo mejor nunca sabremos ni cómo
surgió. Más aún, para no elevarnos ni un palmo del suelo, no
sabemos qué son la gravedad, ni la energía, ni la luz, ni la
materia. No pasan de ser palabras, vagas palabras.
Vivimos inmersos en lo inescrutable.
Le preguntó Napoleón por Dios al
astrónomo Laplace y éste le contestó: “Señoría, yo no necesito de esa
hipótesis”. Si no sabemos pues qué es el Universo, ¿ por qué lo tenemos
que cargar con la necesidad de un origen ? El que no sabe qué es una
cosa, que no diga de dónde salió la cosa. ¡ Dizque el Homo sapiens,
el hombre sabio ! Esto lo que és es el Simius mendax, el simio
mentiroso, que hace tres millones de años bajó del árbol donde vivía
alimentándose de hojas y frutas, a la planicie a cazar animales para
comérselos, y que se cree el rey de la creación porque se lo dice esa
colección de textos apócrifos, inmorales y estúpidos que
llaman la Biblia. La Biblia la inventó y
cambió en el curso de generaciones y generaciones una sucesión de
levitas carniceros y de copistas obtusos, todos
anónimos, y no es la palabra de Dios porque la palabra es
cambiante y sucesiva, y Dios es inmóvil,
fijo, igual siempre a Sí Mismo, y si de boquisuelto se pone a
hablar, entra en la corriente del Tiempo, que se lo lleva.
Ningún rey de la creación. El hombre es un simio alzado que excreta
sentado.
Paisanos (o ex paisanos, como
gusten)*, ya dejen de cacarear derechos y empiecen a asumir deberes: a no
tener hijos si no tienen con qué mantenerlos y a no comerse a los animales
porque también ustedes, todos nosotros, somos animales: como los cerdos, como
las vacas, con sangre roja con hemoglobina que lleva el oxígeno al corazón y un
sistema nervioso por el que sentimos la sed, el hambre, el miedo, la angustia y
el horror a la muerte como ellos cuando los llevan al matadero, donde los van a
acuchillar.
A mí primero me decían que era un
amargado. Pero como vieron que mientras más me lo decían más feliz me hacían se
cambiaron al cuento de la cantaleta: que lo que yo digo es
cantaleta. Ya van siendo bastanticos en este país los que me odian,
entre los cuales sobresalen dos que me detestan: un hippie viejo nadaísta
que escribe en El Tiempo y un huerfanito que escribe en El
Espectador. El hippie viejo está convencido de que a él también le dieron
el premio Rómulo Gallegos. Y el huerfanito prometió en carta pública no
volver a poner un pie en España si nos ponían visa a los colombianos. Nos
la pusieron y cumplió: no puso un pie. Los puso
ambos. ¿ Cantaleta ? Esto lo que es, és un memorial de
agravios.
Y dicen los clérigos del
cristianismo –curas, pastores y popes– que Dios es amor y que
Cristo nos ama. ¿ Y los terremotos, los maremotos, las hambrunas, las
sequías, las heladas, los tornados, la enfermedad, la vejez, la muerte, el volcán
de Armero ? ¡ Qué tal que no fueran amor y que no nos
amaran… cómo nos iría!
Dice el credo: “Creo en Dios
Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la Tierra, y en
Jesucristo su Único Hijo”. ¿ Oyeron bien ? Dijo
“único”, no dijo dos, ni tres, ni cuatro, ni cinco, ni diez, ni diez millones.
Único. Pero dice el padrenuestro: “Padre NUESTRO que
estás en los cielos”. “Nuestro” es plural, hasta donde yo sepa, no
singular. Entonces en qué quedamos: ¿ Tuvo un hijo, o tuvo
muchos ? El Padre Eterno tuvo más hijos que un costeño suelto preñando
viejas. Así que me van respetando, nadaístas viejos y
huerfanitos, hijueputicas, porque yo también soy hijo de Dios…
Pues este Padre desnaturalizado mandó a
su Hijo Único a la Tierra a que se lo crucificaran y se lo mataran dizque para
redimirnos. Dos mil años han pasado desde la supuesta redención
y miren cómo estamos: con uno, dos, tres, cuatro
millones de exiliados; cinco, seis, siete millones de
desplazados; ocho, nueve, diez, quince millones de
desocupados... La redención del Hijo sirvió para un carajo. El
hombre está perdido, no tiene redención: va rumbo
a la muerte, de vuelta a la nada.
Nadie puede probar la
existencia de Dios, los curas no encuentran la forma. Dicen entonces que
es cuestión de fe, de creer. Ah sí, ¿ entonces si usted cree
que hay una montaña de diamante en Marte, yo también tengo que
creer o si no me manda a quemar en la hoguera de la Santa
Inquisición ? Al que afirma la existencia de algo le toca la carga de la
prueba. Y si no hay Padre no hay Hijo. Padre sin hijo es una
aberración ontológica. No hay Hijo. Lo que sí hay es Cristos.
Muchos Cristos, veinte o más. Y ni uno solo real,
histórico, todos mitológicos,
ficticios, falsos, fabulados, inventados. Y todos
inventados después del año 100, no hay ninguno de antes. No
hay mención en ningún texto anterior al año 100 de las palabras Cristo y
cristiano. Cristo sí está en las Antigüedades judaicas
del historiador judío Flavio Josefo, quien las escribió en griego por el
año 90, pero mencionado en un solo un párrafo, el que se conoce
como el Testimonium flavianum.Pues bien, las Antigüedades judaicas, escritas
en veinte libros o rollos de pergamino y con cientos de personajes históricos,
reales, solo tiene ese párrafo dedicado al redentor de la humanidad. El párrafo es espurio. Fue interpolado,
agregado, y apareció por primera vez citado en la Historia eclesiástica de
Eusebio, el primer historiador de la Iglesia, escrita entre los años 312 y 324. Orígenes, el más grande erudito cristiano de la
antigüedad, muerto por el año 254, o sea antes de Eusebio, y quien conoció el
libro de Flavio Josefo pues lo cita repetidas veces en sus escritos, no
menciona el párrafo en cuestión, siendo así que para un cristiano, y padre de
la Iglesia por añadidura, sería la gran prueba de la existencia terrenal del
fundador de su religión. Otros escritores cristianos anteriores o posteriores a
Orígenes y a Eusebio y que como ellos escribieron en griego (la lengua en que
están escritos los 27 textos del Nuevo Testamento) y que tampoco conocen el
Testimonium flavianum, pero que citan a Flavio Josefo, son Clemente de
Alejandría, muerto en el 215; Juan Crisóstomo, muerto en el 407; y el patriarca
de Constantinopla, Focio, muerto en el 891 y a su vez
el más grande erudito cristiano de su tiempo. ¿ Por qué ellos tampoco lo
conocen ? Porque en la línea genealógica de manuscritos de las Antigüedades
judaicas, que se bifurca tras la incorporación del pasaje por Eusebio o por un
falsificador contemporáneo suyo, este pasaje, el llamado Testimonium
flavianum, no está incluido en la serie original, la
no-adulterada.
Por lo demás Orígenes es el más grande
genio del cristianismo: él fue el que inventó la fórmula para justificar
todas las inconsecuencias, incongruencias, contradicciones, inmoralidades y
estupideces de las Sagradas Escrituras (casi tantas como sus versículos): las explicaba
en sentido figurado, como alegorías, misterios o paradojas y
problema resuelto. Pregúntenle a un cura o a un pastor
protestante por qué dice la Biblia que Yavé o Jehová
o Eloím o como lo llamen, creó el mundo y
la vida en seis días, siendo así que hoy sabemos que se requirieron miles
de millones de años, y responden: “Ah, es que eso era
una forma metafórica de los antiguos para decirlo, ellos no
hablaban ni pensaban como nosotros”.
Dice el Evangelio de san Lucas: “Fuego
he venido a traer sobre la tierra, y qué quiero sino que arda…! ¿ Pensáis que
he venido a traer la paz ? No, sino la división. Pues desde
ahora habrá cinco en una casa divididos: tres contra dos y dos contra
tres. Se dividirán el padre contra el hijo y el hijo contra el padre, la
madre contra la hija y la hija contra la madre, la suegra
contra la nuera y la nuera contra la suegra”. Pues el que habla es
Cristo. Cristo vino a la Tierra como los Vallejo Rendón en ¡
Llegaron !, a acabar hasta con el nido de la perra.
Y oigan la maravilla de explicación que
dan de semejante monstruosidad de pasaje los del Opus Dei en su edición
del Nuevo Testamento: “El fuego expresa frecuentemente en la Biblia el
amor ardiente de Dios por los hombres. Con las palabras que nos transmite
san Lucas, Jesucristo revela las ansias incontenibles de dar su vida por
amor. Para que caminemos por una nueva vida los cristianos hemos de ser
fuego que encienda, como Jesús encendió a sus discípulos”. Pirómanos,
secuaces del estafador de viudas José María Escrivá de Balaguer, ¿ les
molesta el sentido literal de un pasaje de la Biblia ? Pues lo
interpretan en sentido figurado, como Orígenes, y santo
remedio…
Orígenes, que inventaste la
metáfora como explicación de la inmoralidad y la estulticia, desde aquí
te canonizo. Y ya llevo dos. Yo soy el que canonizó a Cuervo,
san Rufino José Cuervo, y lo erigió patrono de Colombia. Y
dejen que se me suelte la mano canonizadora y van a ver cuántos
santos le doy a esta patria amada. San Rufino José Cuervo es el santo
patrono de los gramáticos, ¿ y san Orígenes de quiénes va a ser ?
..de los estafadores.
Pregunta: ¿
quiénes son más estafadores, los curas católicos o los
pastores protestantes ? Respuesta: el
más grande estafador que ha parido la tierra en su vesania es el cura de la
iglesia de la Consolata, de Medellín, Colombia, vecina de la casa
nuestra, de la que después de trabajar toda una vida nos dejó de herencia
en el barrio de Laureles mi papá, el bobo honrado.
Cuando se estaba muriendo mi mamá, la viuda, empezó a visitarla el
tonsurado de la Consolata para practicar con ella la obra de misericordia del
cristiano, de ayudar a bien morir al moribundo. ¿
A bien morir al moribundo ? ¡ A que le escriturara la casa ! Donde
no llegue a tiempo mi hermano Carlos, que lo agarró con las
escrituras y el bolígrafo en la mano, habríamos quedado
los veinte hijos durmiendo a la intemperie…!
A Carlos no hay que presentarlo aquí
porque ya todos lo conocen. Salvo que no hayan leído “Mi hermano el
alcalde”. ¿ No lo han leído ? Está buenísimo. Pásense por el
stand de Alfaguara, que ahí lo compran por veinte pesos. Carlos Vallejo
fue además el que me reconstruyó a Casablanca, la de Casablanca la bella, una
casita vieja en ruinas que compré en el mencionado barrio de Laureles, con dos
cuartos con baño, por la que el gobierno me cobra impuesto a la riqueza.
¡ Cómo no voy a estar rico yo con esta infinidad de ediciones pirateadas
! Soy un best seller de la piratería nacional. “Maestro, no
corra, espérese –me gritó el otro día un vendedor callejero
de libros piratas en el centro de Medellín–, no sabe lo agradecido que
vivo con usted y lo mucho que lo quiero. Con la platica que me saqué el
año pasado vendiendo “La puta de Babilonia” me fui a Tolú a
conocer el mar. La pasé dichoso. Cuídese mucho. Que la Virgen
me lo acompañe”. Y después dicen que soy un amargado. ¡ Cómo
va a ser, por Dios, un amargado uno del que está enamorado el
pirata Morgan !
Vuelvo a los veinte
Cristos. Aquí les van: el Cristo de los elkesaítas, el
Cristo de los ebionitas, el Cristo de los ofitas, el Cristo de los
nazarenos, el Cristo de los adopcionistas, el de los docetistas,
el de los judaizantes, el de los gnósticos, el de los
simonianos, el de los valentinianos, el de los
harpocracianos, el de Basílides, el de Cerinto, el de
Carpócrates, el de Marción... más los tres del Nuevo Testamento que
son los que han quedado, refundidos en uno solo, el de los
católicos, los protestantes y los ortodoxos de hoy, con
el que hoy siguen estafando curas, pastores y popes:
uno, el Cristo de los evangelios de san Mateo, san Lucas y
san Marcos; dos, el Cristo del evangelio de san Juan; y
tres, el Cristo de las catorce epístolas de san Pablo. Lo
que hoy entendemos por Cristo es pues el sancocho de tres Cristos. Si
leen el Nuevo Testamento con el alma abierta, desprevenida, sin
prejuzgar, verán que en él hay tres y no uno…
El que diga que Cristo existió,
entendiendo por Cristo, uno histórico, de carne y
hueso, real, no un ser mitológico, fabulado,
inventado… me lo tiene que probar con documentos en la mano: con la
partida de nacimiento del ciudadano en cuestión, Christus Filius
Dei, Cristo Hijo de Dios, súbdito del emperador Augusto,
firmada por el rey Herodes, y autenticada la firma de Herodes
por el procurador romano Poncio Pilatos.
Y así como no hubo ningún Cristo,
tampoco hubo ningún san Mateo, ni ningún san Lucas, ni ningún san Juan, ni
ningún san Pablo, ni ningún san Marcos, ni ningún san Pedro. De suerte que me
les van quitando el santo a esas entelequias vaporosas, a esos engendros de la
mentira. Los cuatro evangelios, los Hechos de los Apóstoles, el Apocalipsis y
las epístolas de Pablo y Pedro y compañía, que constituyen el Nuevo Testamento,
los escribieron muchos, pero muchos es muchos, y en prueba los papiros y
pergaminos que quedan: fragmentos de un texto, fragmentos de otro, con una
variante aquí unos, con otra variante allá otros, con variantes cuando menos en
la tercera parte de la totalidad de los versículos, y todos estos papiros y
pergaminos posteriores al año 200. ¡Y eso dizque es la palabra de Dios! Dios,
ya lo dije, no puede hablar porque el lenguaje es sucesivo y Él es simultáneo,
y las palabras cambian en sus sonidos y en sus significados, y lo que nos dice
una palabra a los hombres de hoy puede ser lo contrario de lo que les dijo a
los del pasado o de lo que les dirá a los del futuro. Dios no
puede confiar su palabra a las deleznables lenguas humanas; al hebreo, por
ejemplo, en que está escrita la Biblia hebrea o Antiguo Testamento y que dejó
de ser lengua hablada por la época del cautiverio del pueblo judío en
Babilonia, en el siglo V antes de nuestra era, para quedar sólo como lengua
escrita; o al griego que se hablaba en la cuenca del Mediterráneo en el siglo
II de nuestra era, en el que están escritos los evangelios y demás textos del
Nuevo Testamento, y que es distintísimo al que hoy se habla en Grecia.
Tengo en mi casa la
edición en griego del Nuevo Testamento deKurt Aland y colaboradores publicada por las Sociedades Bíblicas
Unidas, un prodigio de la filología, con notas a pie de página de las distintas
variantes de cada versículo según los diferentes papiros y pergaminos de los
primeros tiempos del cristianismo, y
me quedo perplejo de la estupidez y la capacidad de dejarse engañar
del ser humano por lo que le
dicen unos estafadores ensotanados. ¿ Cuáles de todas las variantes que hay cuando menos
en la tercera parte de la totalidad de los versículos del Nuevo
Testamento, corresponde a la palabra de Dios ? Y así no cambiaran
las lenguas, si Dios no confía su palabra a la escritura, se la
lleva el viento. ¿ Y si la confía ? Si por mano de sus
amanuenses o por mano propia, Dios la escribe sobre unas
piedras, como las Tablas de la Ley que le entregó en el monte Sinaí a Moisés
entre rayos y centellas, ¿ dónde están esas tablas,
dónde están esas piedras ? A las piedras las deshace el viento. Mi señor
don viento que acabará por desintegrar las pirámides de Egipto. Y
si Dios las escribe sobre el hierro, las corroerá la lluvia y
las volverá herrumbre. Sobre el agua de un río, tal vez, por
lo quieta... No puede haber
palabra de Dios, no jodan más con ese cuento. No hay Sagradas
Escrituras, lo que hay es una colección de inmoralidades y
estupideces para consumo de inmorales y estúpidos.
A los cuatro
evangelios del Nuevo Testamento la Iglesia los llama canónicos, o sea
auténticos, dictados por Dios, para distinguirlos del montón de evangelios
apócrifos, o sea no dictados por Él. E igual pasa con los Hechos de los
Apóstoles y con el Apocalipsis, de los que hay varios. ¿Y quién decidió cuáles
de los múltiples evangelios y Hechos de los Apóstoles y Apocalipsis eran los
dictados por Dios y cuáles no, cuáles eran los canónicos y cuáles los
apócrifos? Lo decidió el Tercer Concilio de
Cartago en el año 397, el cual
declaró asimismo como canónicas las catorce epístolas atribuidas a Pablo y
siete más atribuidas a Pedro, Santiago, Juan y Judas Tadeo, escogidas entre los
miles de cartas o epístolas del cristianismo primitivo. ¿Y los cristianos de los cuatro siglos anteriores al
Tercer Concilio de Cartago cómo sabían qué era lo dictado por Dios y qué no? Y
los paganos que vivieron antes de Cristo, los del largo pasado de la humanidad,
a los que no les tocó la redención, ¿dónde están hoy, en el cielo o en el
infierno? Hasta mi juventud
estaban en el limbo, pero alias Benedicto XVI, durante su pontificado, borró el
limbo de un plumazo. Y ahora resulta que
alias Francisco, para no quedarse atrás y hacerse el bueno, dice que
no hay infierno. Miente. ¡Claro que lo hay, si estamos en él, si esa es la obra
de Dios, la de su Infinita Maldad! El universo entero es el infierno.
Hoy, por primera vez en el mundo, hay
niños y jóvenes que quieren a los animales y que no sólo no se los comen sino
que no consumen lo que ellos producen como la leche, los huevos y la miel, y
que usan zapatos de caucho porque son veganos, o sea más nobles que los
vegetarianos, y lo son no por razones de salud sino por las más elevadas
razones que pueda haber, las morales. En los milenios que registra la Historia
encuentro muy pocos hombres (nunca niños) que quisieran y defendieran a los
animales, y los cuento con los dedos de una mano. Antes de Cristo, Mahavira,
contemporáneo de Buda y quien fundó en la India los primeros asilos para
animales viejos y enfermos. Apolonio de Tiana, contemporáneo de Cristo, y
que era vegano. Y después de Cristo, el filósofo neoplatónico Porfirio, que
vivió entre el 232 y el 304 y del que nos quedan fragmentos de su libro Contra
los cristianos (Kata christianon en griego), el segundo gran libro
contra la nueva plaga que se abatía sobre la humanidad, siendo el primero “La
palabra verdadera (Aletes logos en griego) de Celso, escrito
a fines del reinado del emperador Marco Aurelio y comienzos del de
Cómodo, por el año 180. Ambos libros, el de Porfirio
y el de Celso, están escritos en griego, el idioma del cristianismo
primitivo, que no fue el latín, como muchos despistados de hoy pueden
creer. El latín desplazó al griego como lengua de la Iglesia
tiempo después de Celso y Porfirio, y sólo en
Occidente, no en el Oriente bizantino, y siguió siendo la lengua de la
Iglesia hasta hace poco, hasta el Concilio Vaticano II. Alias
Benedicto XVI todavía sabe latín, no así alias Francisco, que habla
en italiano, en un italiano de cocina, macarrónico como el latín de
sus antecesores. ¿ Por qué mejor no habrá puesto este farsante un restaurante
? Un restaurante argentino de pasta
asciuta...
“Essere cattolici non
significa fare figli come conigli”. Que no se reproduzcan como
conejos, dice. ¿ Y la encíclica Humanae vitae de
alias Pablo VI, qué ? ¿ No prohibía esta encíclica el sexo por fuera del
matrimonio, estipulando además que sólo podía practicarse en los días
fértiles de la mujer ? ¿ Y los 130 viajes de alias Juan Pablo
II por los cinco continentes predicando contra el preservativo
y el control natal, esos qué ? Durante los 26 años del pontificado de este polaco
simulador y dañino se le sumaron a la humanidad dos mil doscientos
millones, vale decir lo que se había tardado en alcanzar desde que el
hombre bajó del árbol hasta 1930, reinando alias Pío XI, y no
hubo causante mayor de tan criminal aumento de la población que la prédica
irresponsable de ese ensotanado diabólico azuzando la paridera. Las
calles atestadas, las carreteras atestadas, los aeropuertos
atestados, las cárceles atestadas, los hospitales atestados,
los polos derritiéndose, los ríos convertidos en cloacas y el
mar en un desaguadero de cloacas... El inmenso desastre ecológico en que vivimos tiene
una causa clara, el aumento incontrolado de la población humana, y un causante
principal, el tartufo polaco. Alimaña más dañina no ha
conocido la Historia, por sobre Atila, Hitler,
Stalin, Mao, Pol Pot... Y ahora viene alias Francisco y lo
canoniza. ¡ Ché,
Bergoglio, sos un desvergonzado…!
Un libro más de Porfirio que me llega
al corazón: Sobre la abstinencia de la carne. Este solo título
encierra para mí una moral más elevada y más bondad que lo que
hubiera dicho de noble Cristo. Porfirio fue un gran hombre, grande
de verdad. El Cristo triple del Nuevo Testamento era un loco rabioso que
expulsaba a los mercaderes del templo porque estaban buscando allí el
sustento. ¿ Si no quería que trabajaran, por qué su papá, el
Padre Eterno, no los hizo ricos ? Y el Cristo de los evangelios insultaba
con nombres de animales. “Serpientes, raza de víboras
–les dice a los fariseos en el Evangelio de san Mateo–, ¿ cómo
podréis escapar de la condenación del infierno ?”. Y le mandaba decir a
Herodes Antipas, en el Evangelio de san Lucas: “Id
y decidle a ese zorro que yo curo enfermos y expulso
demonios y al tercer día acabo”. Y en el Evangelio de san
Mateo a unos endemoniados de la región de los gadarenos les sacaba los demonios y
los hacía entrar en una piara de cerdos, “que enloquecidos corrieron a
arrojarse al mar, donde perecieron”. El Hijo de Dios, el paradigma de
lo humano, el ejemplo que todos debemos seguir, insultando con nombres de
animales como cualquier Fidel Castro, y haciendo arrojarse al mar a unos
inocentes y desventurados animales... Con razón el 24 de diciembre,
en este matadero de Colombia, acuchillamos a los marranos para celebrar
la venida al mundo del Niño Dios.
Los zorros y los cerdos
tienen un sistema nervioso complejo como nosotros, por el que sienten el
hambre, la sed, el miedo y el terror a la muerte,
como nosotros. Hay que acabar con las carnicerías, los mataderos, la
ganadería, la industria porcina, la industria avícola y la inicua Iglesia de
Cristo. No más carniceros ni matarifes ni más asesinos de animales sobre
la Tierra. Amo a los zorros, amo a las culebras, amo a los
cerdos, amo a los caballos, amo a las vacas, los animales son mis hermanos, mi
prójimo, mis compañeros en el dolor de la vida y en el horror de la muerte.
Miserable Iglesia cristiana, despiadada
y cruel, que tras dos milenios que llevas engañando ni siquiera los has visto.
Que san Francisco de Asís... Un hippie hijo de rico que se fue a andar mundo
todo andrajoso y sucio y que decía “hermano lobo”, cosa que lo ennoblece, pero
que también decía “hermano Sol y hermana Luna”, como cualquier hippie nadaísta
marihuano. ¡Cómo van a ser unos cuerpos inertes y monstruosos nuestros
hermanos! Y en el reglamento de la orden que fundó prohibía comer carne, ¡pero
sólo las fiestas de guardar! A san Francisco de Asís le sobra también
el santo, váyanselo quitando.
El cristianismo nos
pone desde que nacemos una venda en los ojos que nos impide ver a los animales
como nuestro prójimo: la venda moral. Yo me tardé media vida en quitármela
porque nadie me dijo lo que les estoy diciendo ahora. Espero que se la quiten
también ustedes. Los animales, todos, son inocentes, entre ellos no
hay hijueputas, sólo entre los seres humanos. Y
me quedé corto cuando les dije a ustedes que no tuvieran hijos si no tenían con
qué mantenerlos. No.
No tengan hijos. Nadie tiene derecho a imponerle al que no existe la
carga de la vida y la carga de la muerte. ¿ Por qué sacarnos de
la nada, si tenemos que volver a ella ? ¿ Porque
así lo dicta la naturaleza ? ¿ Y para qué ? ¿ Para cumplir acaso el
plan creador de Dios ? La naturaleza es cruel y despiadada, y el plan
creador de Dios está más fracasado que el quinquenal
del partido comunista.
El cristianismo ha
perseguido a los judíos desde que ascendió al poder, en el año 312,
cuando se subió al carro del triunfo del emperador
Constantino, un genocida,
y a partir de entonces hasta ahora, acusándolos de haber matado a
Cristo, uno que no existió. E igual los ha perseguido el mahometismo (esa otra empresa criminal que se llama a sí misma
pomposamente ‘el Islam’) porque
no se le sometieron en Medina y en La Meca a Mahoma, quien a diferencia de Cristo sí existió, y fue un
asaltante de caravanas, esclavista, contratador de esbirros y estuprador de
niñas, inventor de la yihad o guerra santa, vil y dañino hasta el tope. Sin embargo, pese a su odio por los judíos, el
cristianismo se apropió de toda su Biblia y la bautizó Antiguo Testamento, y el
mahometismo se apropió de sus cinco primeros libros, los que se conocen como el Pentateuco o la Torá. El tercer libro del Pentateuco, el Levítico, trata de
los sacrificios de animales a Yavé,
quien “se apaciguaba con el olor de la carne asada”, y lo comparten pues las tres religiones semíticas. Libro
más infame no se ha escrito. ¡El creador del mundo oliendo carne asada para
calmar la arrechera! Por eso la mitad de la humanidad, tres mil quinientos
millones (a saber dos mil millones de cristianos y mil quinientos millones de
musulmanes más unos cuantos millones de judíos), se siente bendecida por Dios
para comerse a su otro prójimo. No conozco mayor descaro que llamar
civilización judeo-cristiana a Europa y América, donde las iglesias y las
sinagogas jamás, pero jamás es jamás, han condenado los mataderos. Barbarie
judeo-cristiana querrán decir. ¡
Cómo va a ser civilizado un carnívoro! No logro imaginar una imagen más
repulsiva que un papa o una mujer embarazada comiéndose un filete
sanguinolento, con la sangre chorreándoseles de las fauces.
No tener aquí a alias Francisco para
que debatiera conmigo en esta Feria lo que digo. O en un seminario
católico o en un congreso apostólico, como le pedí en Buenos
Aires por conducto de los periodistas que me entrevistaron allí en el año
2007, cuando fui a promover “La puta de Babilonia” (expresión
del Apocalipsis, no mía), y cuando el lavapatas de hoy
todavía no era el papa de Roma sino un oscuro cardenal de un país lejano.
Y no estar aquí el cavernícola Ordóñez
para que me metiera preso por insultos a la religión, como ya intentó por
un artículo que escribí en la revista Soho sobre los evangelios: me
demandó, le gané el pleito y le zampé de postre “La
puta de Babilonia”. ¿ Por qué no me ha demandado por ella ? Por lo
demás él es de buena familia, hijo de una artista plástica: su mamá
pintaba bisontes en las cuevas de Altamira y de Lascaux.
Harto de tanto
incienso (que produce cáncer de pulmón), alias Benedicto XVI
colgó el báculo y la mitra para terminar de papa emérito.
Pues mi mamá también fue emérita, madre emérita. Cuando yo era un
niño y ella iba por los diez hijos, alias Pío XII, el del dogma de
la Asunción, le mandó un diploma felicitándola por los soldados que había
traído al mundo para engrosar los ejércitos de Cristo. Aquí me tienen hoy
a mí de abanderado, enarbolando el estandarte de los ejércitos del
loquito. Un vecino nuestro del barrio de Boston nos compró el
diploma en la Via della Conciliazione, la calle de la
simonía que desemboca en la plaza de San Pedro y que está
llena (o estaba, ya no sé) de almacencitos de artículos
religiosos donde vendían estampitas de san Juan Bosco con su Domingo Savio,
astillas de la cruz de Cristo, trocitos de la túnica de Santa Teresita de
Jesús, sangre menstrual de la Virgen... Las indulgencias las venden
en dos presentaciones: temporales y plenarias. Las
temporales sirven para dos, tres, cuatro, cinco años, según lo que pague
el bobo. Las plenarias, para toda la vida, sin fecha de
caducidad. Le voy a preguntar a mi hermano Carlos, gran coleccionador de
santos viejos, a ver si conserva el diploma para que me lo dé y lo instalo en
la sala de Casablanca, en la pared donde tengo entronizado al Corazón de
Jesús. A la entrada, arriba, escondido en una viga del techo
para que no me lo roben, tengo un cromo de la Sagrada Familia,
buenísima para ahuyentar ladrones. A ver si encuentro un santo que me
proteja de los desechables, que escogieron mi antejardín para hacer sus
necesidades entre las matas. ¡ Qué difícil es ser propietario en
Colombia, qué envidia me dan los pobres, mejor no tener uno nada
! La Iglesia por azuzar la
paridera y el Estado por no controlarla produjeron los desechables.
Conclusión: la Iglesia y el Estado se están
cagando en mi casa.
Y hay más. Con sus trabas, con sus
jodas y sus impuestos el gobierno nos quebró la empresita familiar:“Demoliciones
Vallejo”.
Expresado en los sucesivos gobiernos,
el Estado tiene como función esencial y razón de existir la de regular el orden
y proteger la vida y los bienes de los ciudadanos. Nunca, por lo tanto, ha
existido el Estado en Colombia: solo gobiernos, cada vez más atropelladores y
rapaces. En Medellín las bandas criminales o BACRIM extorsionan por
dondequiera, en los barrios pobres y en los barrios
ricos. En las escaleras eléctricas de las comunas cobran peaje
y en El Poblado les están cobrando cuotas mensuales a los apartamentos de
los edificios de los ricos, sin que las autoridades se den por
enteradas, ni de lo uno ni de lo otro ni de nada. A lo
largo y ancho de Colombia, en las ciudades y en el campo, el que
quiera, a cualquier hora del día o de la noche, atropella a sus
vecinos con su equipo de sonido. ¿ Y qué hacen las autoridades para
callarlos ? ¡ Y voy a pedir ahora en esta Feria que clausuren las
imprentas piratas ! Por las múltiples denuncias de la Cámara Colombiana
del Libro el gobierno sabe muy bien cuáles son y dónde están. ¿ Por
qué entonces no las cierra ?
Para volver a lo trascendental, solo
puede haber una moral, una sola verdadera, válida para todos los hombres, de
todos los lugares y de todos los tiempos, pero no la ha conocido la humanidad.
El judaísmo, el cristianismo y el mahometismo, las religiones semíticas,
impiden que aparezca. No sé cuáles mandamientos deba tener esa moral que digo,
pero creo haber encontrado la piedra angular para construirla: “Todo el
que tenga un sistema nervioso complejo por el que sienta el dolor es mi
prójimo”. Con todo y los catorce satélites artificiales que orbitan la
Tierra de su Sistema de Posicionamiento Global, la humanidad va al
garete. Le falta lo esencial, la moral. Por supuesto que solo
el hombre puede tener una moral, pero la moral no tiene por qué incluirlo solo
a él. Quedan incluidas pues en mi religión las ratas, a las que san Martín de
Porres, el peruano, también quería. Él sí fue un verdadero santo, no sé qué
andaba haciendo en el cristianismo, se equivocó de puerta. ¡Moral cristiana!
Inmoralidad cristiana, querrán decir. Y cuando oigo que a alguien lo califican
de “buen cristiano” traduzco de inmediato: o sea, malo…
Santos: en
la Historia de Colombia vas a quedar en una foto que te tomaron el 23 de
septiembre pasado en La Habana, cruzando tu mano con la de Timochenko por
mediación de la de Raúl Castro, quien aparece en medio. Timochenko es un
criminal y Raúl Castro otro, el hermano y
cómplice de Fidel, el carcelero de Cuba, el ser más vil
y dañino que haya parido América. Acabas de pedirle al Congreso
autorización para endeudarte en doce mil millones de dólares, para sumárselos a
los que ya nos has cargado como deuda nacional, y vendiste
a Isagén. ¿ No te alcanzan las remesas que te mandamos los colombianos
expatriados para tu mermelada ? ¿ Y qué fue de tu potencia emergente
? Esto lo que sí es, es una potencia exportadora: de
colombianos. A mí me exportó hace cincuenta años, cuando a los que
nos íbamos nos cobraban en el aeropuerto, al salir, un impuesto de
ausentismo, como si fuéramos unos traidores a la patria que se marchaban
por su gusto. Y cobraban también entonces un impuesto de soltería.
¿ Un impuesto de soltería en el país de la paridera que ya va en cuarenta y
ocho millones ? Hoy estarás de plácemes, Santos, porque nos
quitaron la visa para entrar a Europa a los colombianos. Claro,
para que nos quedemos allá trabajando de ilegales y te mandemos
dólares, y ni se diga ahora que se te cayó el petróleo, para
tu mafia. Uribe y Santos: ¿ para qué los tratados de
libre comercio que han firmado, si lo que exporta Colombia no necesita
tratados ? Los colombianos nos vamos solos, con tratado
o sin tratado, de legales o de ilegales, a
lo que venga…
Por 1960 cuando yo era un muchacho, y
durante varios años antes y varios después, Colombia encabezaba las
estadísticas internacionales del delito como el país más asesino del planeta,
con 40 asesinados por cien mil habitantes, que es como se mide el asesinato,
frente al dos por cien mil del país que le seguía. Recuerdo las cifras
vívidamente, como una herida profunda que no se cierra, y de las que aquí nadie
hablaba porque Colombia tiene la perversión de creer que lo grave no es
matar sino que se diga. A mí me ha atropellado cuantas veces ha
podido. Yo estoy entre los millones de sus hijos que esta mala patria exportó.
De muchacho me tuve que ir (pagando, por supuesto, el impuesto de ausentismo y
el de soltería por traición) y la mayor parte de mi vida la he pasado afuera,
pero como soy de una extravagancia rabiosa, volviendo siempre, una y otra y
otra vez, como ahora, tercamente, obtusamente, esperando a ver cuándo me mata.
Entonces vendrá la Muerte y mi abuela Raquel y mis perras Argia, Bruja, Kim y
Quina, a quienes más he querido y que ya no están, se me borrarán del alma y se
me borrará el alma y volveré a la Nada de la que un día ya lejano tan
injustamente me sacaron, a la Nada de Dios, quien a su vez es Nada, Nada al
cuadrado, menos que Nada.
Y tu vicepresidente, Santos,
haciéndoles casita a los pobres con la plata de los que pagamos impuestos, como
punta de lanza de su solapada campaña a la presidencia. A los pobres, Vargas,
hay que darles la oportunidad de que trabajen para que consigan con qué hacer la
casa, no la casa. Lleras tenías que ser de segundo apellido, mamón de la teta
pública por imposición de la sangre. Mendigos de votos de esta cleptocracia
demagoga que llaman democracia: han sumido a Colombia en la abyección
mendicante. Y lo que ustedes llaman justicia social se reduce a esto: atracar a
unos para envilecer a otros.
Pastranita el
locutor, hijo del presidente Pastrana.
Santos el actual, sobrino nieto de otro presidente Santos. Simoncito Gaviria,
hijo del presidente César Gaviria, mamando del presupuesto desde la cuna,
pegado de la ubre pública por la fuerza del ancestro. No lo destetan ni
jalándolo con un tractor. O a los huérfanos de Galán, hijos de su insaciable
padre quien después de pegarse de las que pudo murió soñando con la presidencia,
la teta más lactífera. Dizque “magnicidio” que lo mataran... Aquí llaman grande
a lo chiquito. ¡Exagerados! ¡Garcías Márquez!
Noticia del sitio Terra de Internet del
22 de enero de este año: “Un perro antiexplosivos del Ejército murió al evitar
que 30 soldados que acompañaba fueran víctimas de una mina antipersonas en una
zona rural del municipio de Suárez, en Cauca”. ¡Cúanto no me habría gustado que
en vez del perro los que hubieran volado con la mina fueran tus hijos, Santos,
o los de Uribe, o Timochenko, o Romaña, o Iván Márquez y demás cabecillas de
las FARC que mandan burros cargados de dinamita a volar los puestos de la
policía, o el general Naranjo, aspirante a la presidencia y exministro para el
postconflicto, o el actual ministro. ¿Estos son los que van a desminar? Estos
no. Que desminen los pobres animales y los muchachos del pueblo que reclutan
como soldados.
Raquel Pizano, abuela, te evoco ahora,
en esta Feria para recordar que de valorización en valorización y de predial en
predial te sacaron de tu finca Santa Anita a que te fueras a morir en una pobre
casa alquilada. ¡Con todo lo que trabajó el abuelo! Aquí llaman valorización a
las devaluaciones del peso. Aquí nos valorizan devaluándonos, y valorizados
como quedamos nos suben los prediales. Aquí lo atracan y extorsionan a uno por
un lado las BACRIM y los atracadores de la calle, y por el otro los atracadores
del gobierno, municipal, departamental o nacional, que se sienten buenos
ciudadanos.
Y cuando ya creía yo que íbamos a salir
por fin de la peste de la Iglesia católica nos cae la peste de las sectas
protestantes. De ningún mal lograremos salvarnos. En Colombia los males nuevos
llegan para sumarse a los de antes y quedarse, como una nueva capa de mugre se
les suma a las viejas.
Concejales de los concejos municipales;
diputados de las asambleas departamentales; senadores y representantes del
Congreso; magistrados de las cortes Constitucional y
Suprema de Justicia y del Consejo de
Estado: ¿ para qué queremos más leyes, si no se cumplen ? ¿ Para
qué aprobamos una constitución millones de colombianos, si nueve leguleyos
deciden por nosotros cuál es el capricho de la puta ? Corte
constitucional: 9 magistrados; Consejo de Estado: 31 magistrados; Corte
Suprema de Justicia: 29 magistrados. Pagados todos con la plata nuestra porque
más produce una vaca en Caucasia que los mamones de la teta pública. El
Estado colombiano se compone de zánganos, corruptos y
alimañas. No hacen ni dejan hacer, no rajan ni prestan el hacha,
atropellan y atracan. Y los del Cuarto Poder, los de la
prensa escrita, cacareada o televisada: vendidos,
prostituidos, arrodillados. El Poder Legislativo sobra, el
Poder Judicial sobra, el Cuarto Poder sobra. Sobran porque el
Ejecutivo los compra a todos. Compra desde un hacker hasta una reelección
inmediata. La división de poderes es una marihuanada de
Montesquieu, que se le ocurrió bajo la monarquía absolutista de Luis
XIV y Luis XV, pero que venía arrastrándose desde milenios
atrás, desde que el demagogo Pericles inventó la democracia. ¿ Y el
Ejecutivo ? Sobra también porque es el corruptor corrupto. ¿
Entonces lo que usted quiere es la anarquía ? me preguntarán. Yo lo
que quiero es morirme para que me canonicen y empezar a hacer milagros.
Gaviria: llegaste a la presidencia pasando sobre un cadáver y
permitiste que Pablo Escobar nos bombardeara a Medellín y a Bogotá y matara a
cientos de policías y jueces, y que construyera su cárcel privada, “La
Catedral”, desde donde siguió delinquiendo y matando y donde te metió preso a
tu viceministro de Justicia. Y con los cuatro mil millones de dólares que te
entraron por “la ventanilla siniestra”, producto del narcotráfico, abriste las
importaciones dándole el golpe de gracia a la industria colombiana, que ya tenía
asolada el contrabando, que no controlabas, y sin haber construido una calle ni
tapado un hueco llenaste el país de carros y lo embotellaste y de paso nuestro
destino.
Pastrana: de
candidato fuiste a los Llanos a abrazar a Tirofijo para ganar las elecciones, y
de presidente le entregaste el Caguán desde donde, protegidos y a salvo, los
criminales de las FARC pudieran atacarnos. En el 2000, bajo tu gobierno, las
FARC ya estaban en La Calera, a las puertas de Bogotá,
y si no se tomaron esto fue porque los monstruos de los paramilitares los
contuvieron.
Cura Uribe, al que el Espíritu Santo salvó dos veces de las FARC y
que chuzabas teléfonos y comprabas congresistas per interposita persona para
que te aprobaran tu reelección inmediata pues no solías dar la cara: ocho años
tuviste y miles de millones de dólares que te dieron los Estados Unidos para
vencer a las FARC, a lo que le dedicaste todos tus esfuerzos mientras el país
se derrumbaba. ¡ Qué las ibas a acabar, ¿ cómo ibas a matar a tu
gallinita de los huevos de oro ?... la gallinita reelectora ! Ya ibas
para tu segunda reelección y tu tercer mandato viento en popa pero no se te
hizo porque otros avorazados de poder como tú te lo impidieron.
¿ Cuántos millones se le sumaron a la
población de Colombia durante tus ocho años ? Tres, cuatro
millones que ya empiezan a sumársele a nuestro desempleo
monstruoso. Tu hijo putativo, tu Uribito, a través de quien
pensabas seguir mangoneando, hoy anda prófugo de la justicia en los
Estados Unidos. No bien subió el que designaste en su lugar y
te traicionó. Ya va el asunto para ocho años en que te quita el sueño,
pero te vas amansando. La otra noche te oí en televisión muy quejumbroso
refiriéndote a él como “el presidente Santos”. ¡
Ay, tan mansito que se puso el machito alfa dominante ! Será tu
presidente, vos que lo pusiste y nos lo dejaste de herencia.
El mío no, nunca he votado por ninguno de estos sinvergüenzas.
Y los paramilitares que reintegraste a la sociedad, hoy son los
integrantes de las BACRIM. ¿ Y por qué extraditaste a sus capos a los Estados
Unidos a espaldas del país, de la noche a la mañana, si aquí tenían causas
pendientes por los más horrendos crímenes de sangre y en los
Estados Unidos sólo por narcotráfico ? ¡ Y al diablo con tu Espíritu
Santo y tu Santísima Virgen, que los políticos no tienen por
qué andar invocando entelequias extraterrestres, como los curas !
Santos:
estafador que vendes ilusiones, traidor a los que te encumbraron,
gesticulador que no respetas el idioma, truhán que cuanto tocas lo
degradas, embrollador, embaucador, mentiroso que mientes con
el DANE y atracas con la DIAN: te oí decirle en enero en una
entrevista de televisión a Patricia Janiot que las reparaciones de las FARC a
sus víctimas iban a ser simbólicas, que lo que contaba eran las buenas
intenciones. Desvergonzado. Tu paz con los de las FARC no ha sido sino una
cortina de humo para ocultar el hundimiento del país. Hoy te pegas de un barco
naufragado, mañana te pegarás de una visita de papa. La naufragada es Colombia, y con alias Francisco no cuentes porque este jesuita que se las da de
franciscano es más calculador que tú. En cálculo alias Francisco te da sopa y
seco. Él se siente papa de todos los colombianos, santistas y uribistas por
igual. ¡Qué va a tomar partido por nadie! Tres años lleva la alimaña
pontificia reinando y sigue sin repartir las riquezas de la Iglesia entre los
pobres, como hizo creer no bien llegó, y sin cerrar el
corrupto Banco Vaticano. Nunca las repartirá, nunca lo cerrará.
Cuando las oleadas de refugiados del Medio Oriente y de África se volcaban
sobre Europa en noviembre pasado, prometió abrirles las puertas del Vaticano.
Acaba de acoger a doce, que se
trajo de la isla griega de Lesbos, a la que fue a que lo
fotografiaran. Doce, cuando son millones. Bergoglio
es más arribista, más oportunista, más mentiroso que Santos. El
año entrante vendrá a Colombia a hacerle al cuento de la humildad y
a asustar niños. Y el rebaño carnívoro de Colombia, envilecido por
políticos y curas, saldrá en masa a que lo bendiga. Yo también
bendigo. Mi mano canonizadora también es bendecidora. La
izquierda, la de Satanás, porque en asuntos de religión soy
zurdo. Por eso mis bendiciones sirven. Levantan muertos, como el
Viagra. Las de Francisco son fofas, inconsistentes, flácidas.
Están más devaluadas que el peso
colombiano. Con mil de esas no compran ustedes una empanada de iglesia.
—¿Y cuánto cuesta una de esas
bendiciones zurdas suyas, padre Vallejo?
—¿Una bien zurda, levantamuertos, bien
milagrosa?
—Sí, una levantamuertos.
—Un billetico de cien mil. Por ser
Feria del Libro están en promoción. Van con indulgencia plenaria.
Iván Márquez, Timochenko, Romaña: ¿a cuántos han
asesinado? ¿A cuántos han secuestrado? ¿A cuántos han extorsionado? ¿Cuántos
niños han reclutado? ¿Cuántas torres eléctricas han volado? Con las minas que
han sembrado en la tercera parte de los municipios del país han matado a cinco
mil y a otros tantos los han dejado lisiados de por vida. ¿Cuántas minas han
sembrado? Miles o decenas de miles que seguirán explotando durante años y años,
matando y lisiando a inocentes, a campesinos y a animales. No sólo minaron
ustedes el presente de Colombia: también nos minaron el futuro. ¿Las van a
desactivar ustedes? ¿O van a estar muy ocupados en sus campañas para el senado,
la alcaldía de Bogotá y la presidencia de la República? ¡Asesinos! ¡Hijueputas!
Y a ti, Santos, que te toque lo que te toque, alcahuete de
hijueputas.
Colombianos: a robar,
a extorsionar, a secuestrar, a matar, a volar torres
eléctricas, a sembrar minas, a dinamitar oleoductos, a
traficar con coca, que la impunidad es la reina de Colombia. Ha
quedado establecida aquí para lo sucesivo la justicia transicional, la
herencia que nos deja el gran bellaco.
*Fernando Vallejo nació en Colombia,
pero se nacionalizó mexicano en el 2007. Y renunció a la nacionalidad
colombiana.
*Nota de la redacción: Si va a
reproducir este texto, le agradecemos darle crédito al diario El
Espectador, que de ahí lo sacamos.
http://planetaenpeligro.blogspot.com/2016/04/las-verdades-de-vallejo.html
http://planetaenpeligro.blogspot.com/2016/04/las-verdades-de-vallejo.html
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