Javier Del Valle Monagas
Maita (*)
No creo, que exista alguien que no sepa, o haya escuchado hablar de
drogas, sus variedades y las consecuencias terribles de sus efectos. Hasta en las escuelas y liceos están dando
charlas informativas y preventivas sobre ese mal que se abate sobre la
sociedad.
Hay una droga no material. Pero que
puede hacer tanto o más daño que las tradicionales. Carlos Marx la definió como el opio de los pueblos. Y no se equivocó. La adicción a esa
manipulación de conciencia produce un efecto demoledor en la voluntad y animo
de las personas. Las vuelve conformistas y traidoras a su propia condición de
clase. Mediante su inducción unas elites mafiosas logran acumular multi millonarias cantidades
de dinero en cuentas particulares que
los hace muy poderosos. Como todo principio religioso, su poder se basa en el
narco terrorismo impuesto a través de
dogmas, amenazas y acosos. Todas esas drogas religiosas coinciden en poner la
figura de un dios impresente, inmaterial, inhumano, indolente y amenazador.
También coinciden esas mafias religiosas en afirmar que el dios de ellos es el
real, el único. Así existen en la farsa
religiosa del mundo una buena cantidad de dioses únicos, personalistas,
narcisista y acusadores. Mismos que son presentados como castigadores de la
conducta humana y siempre están prestos a aterrorizar a todo aquel que se sale
del libreto del dogma en el que le secuestraron. Da igual si es católico,
judío, musulmán, pentecostés, adventista, dios es amor, mormón. Se podría decir
que cada mafia crea su religión. Aunque todas ellas también coinciden en decir
que están para ayudar a los pobres, en su totalidad, establecen alianzas estratégicas
con los acaudalados y los potentados. Sin importar el origen o fuente de sus
riquezas.
En Venezuela actualmente hay una invasión
masiva de esas religiones-drogas malignas. Son tan peligrosas que hasta se
atreven a confrontar pública y abiertamente la medicina. Presentando unas
supuestas radiografías de un fibroma, que tenia una señora, pero que no hizo
falta operarse por que puso a rezar a San Pateste, y éste la curó, ayudada por
un frasquito de orine mañanero de Juan Pablo II, que ellos mismos le vendieron
por un módico precio. Así, prometiendo curaciones milagrosas con tan solo
comprar unos frasquitos de agua cochina, del rio donde Juan se lavó el culo,
denominada agua bendita. O pedacitos de piedra por donde supuestamente caminó
la abuela, del tío, del hermano, de un tipo llamado Jesús, se curaran. Dicen que quien carga ese pedacito de mineral común,
queda exento de todo mal terrenal. Como pueden ver, es toda una oferta
engañosa. Por supuesto que nunca falta el bendito diezmo (la razón real de toda
la obra circense). Primero les hacen un lavado de cerebro a los denominados
feligreses. Les hacen ver que el dios de
su fe sectaria, les premia cada vez que se bajan de la mula**. Y como la
ignorancia y la candidez tienen forma de pendejos, pues ellos pagan el peaje
dogmatico.
No me crean a si como así. Solo vayan a
cualquier local en Venezuela, donde antes había un cine. Allí Ud. podrá
deleitarse con la obra teatral. Podrá ver a un manipulador poner la mano sobre
la frente de un payaso y ver como el estafador se cae al suelo fingiendo
convulsiones, mientras el estafador mayor recita oraciones excitado, para al
poco rato se incorpore el cómplice diciendo que vio el paraíso, a San Lucas , a
san Genovevo y hasta el santo cachón. Exclamando sentirse
sanado.
Pero no crean que la estafa religiosa sea
en los cines nada más. Busquen en la televisión nacional, la regional y hasta
en las televisoras internacionales y podrán ver el mismo espectáculo. De paso
casi todos los pastores son brasileños o colombianos. Debo también señalar que
esa droga religiosa, destruye y divide hogares a montones, comete estafas y
hasta sirve para narco lavado de dinero.
¡Ah¡
pero espere (llame ya), - perdón me equivoque - . La mafia mayor de la iglesia
católica es más sofisticada. Tiene sus templos espectaculares. Sus obispos,
cardenales y curas, usan sus pupitos
para hacer proselitismo político y para oponerse a todo lo que huela a poder
popular o anti capitalismo. y el
gobierno se los debe reparar. Pero los muy depravados inmorales piden cuotas de
poder político y cuando se los niegan, entonces se montan en una de
conspiración para generar odio y rencor hacia el gobierno que no los premia. Manipulan
la palabra, misma que usan muy sabiamente. Pero con maldad para cambiar el
sentido y la interpretación de las cosas. A cada fenómeno natural, los
inmorales engañadores, dan un vuelco y
lo presentan como un castigo del fulano dios (terrorismo mediático y religioso)
así vemos a Urosa Sabino, Baltasar Porras, Luis Ugalde, Roberto Lûkert la CEV,
el papa, el OPUS DEI, los jesuitas, los marianos, los masca chicles, los come mierda de san Onofre, los pedófilos de san Andrés y los sádicos de
Chicago. Predicando a los cuatro vientos consignas contra el Castro Comunismo y
contra el Chavismo expropiador. Así
mismo enfermos de odio como Ovidio Pérez Morales, o el megalómano farsante y
pro nazi José Palmar, clamar a los diablos del infierno castigo para los
sacrílegos que no se les bajaron de la mula** con unos dinerillos para sus
negocillos. Y entonces usan sus pulpitos ¿sagrados? Para mentir y ofender al
prójimo, denigrar del pueblo y de sus ideas igualitarias. Apoyando golpes de
estados, actos de crímenes de lesa humanidad, participando en las mentiras
mediáticas para entregar al país al imperio asesino sionista del norte.
(*)Abogado del Diablo
**) Termino aplicado en
Venezuela a quienes cobran patentes de corso
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Maita
Planetaenpeligro / lo
que será
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