miércoles, 3 de abril de 2013

Quien no ha vivido, no ha sentido. No es igual vivir que existir (yo el otro loco)



Javier Del Valle Monagas Maita

 Quien le de la gana créalo
        Cuando mi madre murió,  en el hospital de algodonal, en Antimano,  producto de una descalcificación y una complicación cardiaca.  En el preciso momento de su fallecimiento, los vidrios de la sala de hospitalización tronaron como cuando se golpean con piedra muy fuerte.  Luego cuando fui a mi casa en los Frailes de Catia, para asuntos personales, y preparativos para el sepelio, junto a mi hermana Omaira.    Sobre una fotocopiadora Xerox, que tenia  en  el lugar para reparación, tan pronto entramos, una pequeña ave ( Reinita), se posó sobre el aparato y empezó a trinar alegremente y a danzar sobre la maquina - Primera vez en  más de treinta años que eso pasa viviendo allí – sentí un impulso, busqué arroz y le puse sobre el aparato.  Luego fui al baño y mi hermana fue a organizar su ropa a su cuarto. En avecilla, recorrió toda la casa trinando, no comió del arroz. Cuando ya estuvimos listos para partir a lo concerniente. La avecilla voló sobre nosotros cerca de la puerta a la salida en círculo mediano, y desapareció  fugazmente. Transcurrieron aproximadamente 40 minutos entre entrada y salida de la casa, hasta que el ave se volara 

      Anteriormente, un hermano (Roberto Monagas)  que falleció por leucemia.   Por razones de costumbre y petición de los familiares, lo velamos en casa (la misma casa de la narración anterior). Debo decir sin exagerar que mi hermano era una persona muy tranquila, familiar y de buena conducta social.
     Cuando llegó su féretro a la casa, un perro se introdujo en la misma, se echó cerca de la puerta hacia la pared. Curiosamente sentí el mismo impulso de darle de comer, y aunque algunos pidieron lo echaran, me opuse y le coloque algo de comer en un platico viejo. El animalito no comió, permaneció toda la noche en vela cerca de la puerta y del féretro. Cuando al otro día como a las diez de la mañana, se sacaría la urna para ir al cementerio general del sur.  El animalito se paró, acompaño el cortejo hasta una esquina de distancia aproximada de 8 metros de la puerta de la casa de forma igual de fugaz como lo del pajarito antes señalado, desapareció.
     Esto lo digo, para que aquellos imbéciles sin sentido ni capacidad de comprensión o raciocinio,  se deleiten en burlas, o traten de pensar.  Si es que pueden.
     No soy creyente religioso, desprecio las religiones y las iglesias estafadoras, pero  se entender que hay fuerzas poderosas más allá de  nuestra pobre y limitada capacidad de comprensión de la naturaleza en general. Tampoco creo en dioses ni pueblos elegidos, igual que no creo en discriminación ni racismo.   Pero lo narrado lo viví en pleno uso de razón y conciencia. No pretendo convencer a nadie. Simplemente doy mi testimonio: MADURO DICE LA VERDAD.   Yo le creo. Haya los demás.  Ojo, no soy fanático, soy consciente y critico
Planetaenpeligro/ lo que será
Facebook. Javier monagas Maita

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