(Sencillito y corto)
Javier Del Valle Monagas
Maita
No es por casualidad que el odio, la
maldad, la envidia, son vicios que se anidan en el alma y corazón de quienes no
tienen en la vida más que adoración a lo banal, que se desviven por lo
material. De esas mentes surgen las guerras, las armas, los secuestros y el
desprecio por los demás. La ofensa, la mentira, la degradación son las
herramientas para destruir a sus rivales. No tienen ideas, solo deseos y
apetencias. Siendo así los valores espirituales de amor, convivencia y paz no
tienen sentido para Éllos. Solo son cursilerías sin ningún valor mercantil. Así
enfocan ellos la vida.
Nosotros, los revolucionarios, los
CHAVIZTAS. Estamos claros que el egocentrismo, no compagina con lo humano. Al
contrario es negación de la naturaleza. Esa naturaleza que nos da como guía
entre muchos soles a Simón Bolívar, Antonio José de Sucre y Hugo Chávez. Pero
no los hombres, no la materia por si mismas: las ideas y sus hazañas prácticas.
Inspiradas en la espiritualidad humana, no religiosa ni mercantilista, si no en
lo sublime de saber de la necesidad de servir a los demás, de saberse útil para
el colectivo, de entender que la libertad no es un derecho restringido para
unos pocos en detrimento de las mayorías. A esos soles entre muchos otros,
sumemos a LA MADRE TIERRA o la PACHAMAMA. Que nos sirve de base y sustento para
la vida y nuestros sueños.
El capital más hermoso y poderoso que tiene
un ser humano son sus ideas. Pero, ojo, las ideas solo pueden ser: positivas y
constructivas, de lo contrario, solo hay deseos y anhelos mal sanos. En estas
circunstancias el cerebro solo emite señales de rabia, ira y rencor. Esa es la
razón por la cual esos sectores alimentados por el imperio del mal Sion Yanqui,
solo agreden, ofenden, denigran y dañan
todo a su paso. Por eso incendian chaguaramos, destruyen obras de arte,
plazas, edificaciones y ofenden a su propia nación
Nosotros LOS CHAVISTAS somos alegría,
libertad, fe, convicción, amor, paz, soberanía, patria y honor. No necesitamos,
ni nos gusta hacerle daño a nada, ni nadie. Nuestras ideas y pensamientos van
dirigidos a lo bueno, a la solidaridad a servir de instrumentos libertarios de
otros pueblos.
Pero
que no haya error. No somos eunucos ni
estamos dispuestos a ser victimas de la opresión. Nuestra alegría no nos impide
reaccionar contra los avaros malvados que pretendan arrebatarnos nuestros
derechos colectivos y, para eso estamos preparados.
Antes de su reposo el líder nos dejó unas
instrucciones muy específicas. Nuestra fidelidad y capacidad de comprensión nos
indica lo procedente de esas
instrucciones y la necesidad de acatarlas. Son para preservar la patria que tanta sangre
y dolor ha costado durante toda nuestra historia. Para que esa alegría de
sabernos libres y soberanos perdure más allá de los tiempos y del espacio, en
nuestra alma y espíritu revolucionario.
Esa orden es. Hacer a NICOLAS MADURO MOROS presidente de ésta República Bolivariana y
Chavista de Venezuela. Para que continúe la zenda marcada hacia el socialismo y más allá
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