jueves, 18 de agosto de 2011

Nada nuevo bajo el sol ¿hasta cuando?


(Solo la justicia y su aplicación insoslayable harán la diferencia)
Javier Del Valle Monagas Maita*
La conducta de los llamados Líderes de la oposición Venezolana y sus secuaces; a la cual no hay que seguir calificando de tal forma, pues no son ninguna clase de oposición, si no, agentes políticos y activistas militantes de los intereses del sionismo imperialista, enemigos de Venezuela. Empezando por decir que esa franquicia, no tiene una política propia y, que su acción no está dirigida a la mejora o estabilidad económica, social y política del país, si no a garantizar los intereses del imperio sionista yanqui, a cambio de dadivas miserables, entregando la vida y la libertad del pueblo a cambio.
Es persistente la conducta de esas lacras, insensibles, tarifadas, que solo piensan y sienten por el bolsillo y las apariencias. Ciertamente que ellos no tienen ningún objetivo definido para la superación y mejoramiento del país y por ende del pueblo. Este mediocre espectáculo que están dando con el asunto del retorno de las reservas económicas de oro nacional al espacio de donde jamás debieron salir (BCV), es una repetición de lo que ha sido su costumbre. Pero es aquí donde está la esencia conductual de esos agentes del imperialismo capitalista sionista yanqui. Ellos por mandato externo, se encargaron de endeudar a la nación, repartirse los dineros públicos provenientes del petróleo y de la deuda interesadamente adquirida entre ellos mismos. Los importadores nacionales mal llamados empresarios (por que lo único que emprenden es el asalto a erario y los fondos públicos) se apertrecharon de toda la basura exportable existente, para que luego un presidente títere y borracho, llamado Jaime Lusinchi, se encargara convertir a esas malayas deudas en responsabilidad de la nación, cometiendo de esa manera la mayor estafa publica que se ha cometido contra este país y este pueblo. Quiero aquí hacer un alto para decirle al gobierno actual del Presidente Chávez y a la Fiscalía General, que es su responsabilidad hacer que ese daño sea resarcido a la nación, a los venezolanos y los bienes de todos esos empresarios maulas y de Lusinchi y su familia deben ser expropiados como parte del cobro de la deuda de esos ladrones con el país, de la misma forma, que los juicios civiles por robo, estafa agravada y por lucrarse de cosas provenientes del delito.
Ante este espectáculo deprimente. La nación, por intermedio de quienes la regentan, está obligada a restituir el derecho violentado de manera flagrante y permanente, pues mientras no cese la situación de impunidad y esas estafas sigan proporcionado intereses a los ladrones que la ejecutaron y se benefician de la acción, hay una situación perenne de flagrancia. Amen de que el capital ilegitimo del que se hicieron, es delito.
Es indudable que las contradicciones de clase se agudizan en Venezuela, más que en otras regiones del sur caribeño y latinoamericano; eso es producto del limitado acceso que el pueblo ha tenido al poder, pero poder al fin. Es menester, que se siga despojando a la oligarquía del poder que aun retienen, para aplicarle la justicia que por razones inexorables se deben aplicar a los que siempre cometieron delito contra el pueblo y la patria.
Toda la sangre vertida en el suelo patrio, debe tener a su culpable sancionado, no puede ni se debe dar impunidad o borrón de delito, eso seria una afrenta al sacrificio desinteresado de tantos y tantas camaradas, compatriotas, hombres y mujeres del pueblo, muchos de los cuales murieron con el grito de dolor e impotencia ahogado, atravesado entre garganta y corazón, en plena tortura, pero con la ilusión en los ojos de saber que en el futuro serán resaltados a la historia, mediante la justicia de los hombres justos y sin egoísmos.
Esos agentes de la traición de hoy, de ayer, y los pocos que posiblemente hereden la bajeza en el mañana, tienen que pagar su traición al pueblo, a la patria, a la humanidad. No es asunto de venganza, de retaliación. Es cuestión de justicia limpia y justa (valiendo la redundancia) para sentar precedentes y ejemplificar con hechos lo que es una obligación aplicar por la traición y la complicidad contra la vida, la integridad física, mental y espiritual del pueblo, contra la patria soberana y colectiva.
A propósito de luchas de clases: hay un amplio sector de venezolanos, creyentes e impulsadores de la revolución, que estamos entre dos bandos bien definidos, los cuales pujan por destruir las bases ciertas de esta revolución. Uno, tratando de enterrarla de golpe y porrazo, o por golpe de estado o por la intervención directa del imperio decadente sionista yanqui, lo cual les representa de paso un dinerito para sus caprichos traidores. El otro, para mí el más peligroso: el que se enquistó dentro de la estructura del poder de la revolución, y que fuerza por impedir la radicalización del proceso, tratando de evitar la consolidación del poder colectivo empoderado en el pueblo. Es ese sector que se pone una camisa y gorra roja, pero que en su alma y corazón solo esperan sustituir el poder decadente por el poder que ellos están acumulando a la sombra del proceso, En base a manipulaciones, trácalas, obstrucciones, desvíos hacia el reformismo y secuestro del poder político y económico, hacia una sociedad controlada por ellos. Lo que acabaría en una simple caricatura de cambio.
*Abogado Bolivariano
Patria socialista o muerte… venceremos
javiermonagasmaita@yahoo.es javierdelvallemonagas@gmail.com
www.planetaenpeligro.blogspot.com / lo que será

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