Tengo que decirlo, estoy obligado a
decirlo, el orgullo me impulsa a decirlo. Mi nación, mi patria madre Venezuela,
mi patria grande Abya Yala, mi naciente sistema político, económico y social
están dando resultados. Obviando las malas voluntades y los malos deseos del
enemigo del desarrollo popular. Avanzamos hacia una sociedad de sana
competencia y de destaque de sus hijos en todas las lides del que hacer. Con
tropiezos y fallas, pero avanzamos.
Mi norma diaria es abrir los medios de
comunicación digital ya no alternativos (de ahora en adelante medios
responsables), si no obligatorios, antes que los diarios de la derecha amoral
(medios farsantes). La razón es simple: en los primeros se reflejan las miles
de cosas buenas que pasan en mi país, mi región y el mundo. Aunque también las
cosas negativas. En los segundos, solo se destroza la verdad y se degenera lo
positivo hasta el punto de desaparecerlo si no es posible destruirlo. Así conformo mi primera visión de la realidad. La
cual contrasto con mis vivencias hasta
concluir en lo que es mi concepción definitiva de lo que sucede en mi entorno. Y
por lo cual me guio para sostener mis ideales y la redacción de mis humildes
escritos.
Últimamente esos medios responsables, ya no
alternativos, si no obligatorios, destacan informaciones frescas y comprobables
de logros maravillosos en lo deportivo, lo económico, lo social, lo político y
lo humano. Venezuela destaca a nivel de
competencia mundial en esgrima, en Ajedrez, en atletismo, Futbol. Voleibol,
natación, Beisbol – infantil, juvenil, profesional, amateur- Boxeo. En lo
educativo: El aumento de la matricula escolar, media y universitaria. la
presidencia de UNASUR, De MERCOSUR, la disminución del desempleo, de la pobreza y de la pobreza
critica, mayor cobertura popular en salud, la masiva construcción de viviendas
para el pueblo, la dignificación y adecentamiento de los barrios con el plan
tri color. Mejores contratos laborales, respeto estricto a los derechos
humanos, a la libertad de expresión, el manejo soberano de nuestros recursos,
la distribución equitativa de las riquezas nacionales, el inicio del proceso de
industrialización técnica y científica, hacia una independencia tecnológica
(aquí hace falta mayor empeño y preparación de personal calificado con
objetivos definidos y a largo alcance, que vayan mas allá de un gobierno, si no
como política de estado), lo que no niega lo avanzado, incluyendo
comunicaciones y manejos satelitales. Lo
bueno y favorable de todo esto es que se ha logrado son robar, sin invadir, sin
asesinar, sin prepotencia, sin soberbia, sin hipotecar el futuro del pueblo,
sin arrodillarse ante ningún imperio y ejerciendo plenamente la soberanía nacional
y la solidaridad internacional ayudando a los pueblos hermanos del mundo, sin
pedir nada a cambio.
Hoy podemos decir que recuperamos el
orgullo nacional y el orgullo regional latino caribeño. Sentimos el dolor de
nuestros hermanos, reímos sus alegrías, celebrando sus triunfos y sus logros,
asumiéndolos como propios.
Pese a la mala cizaña importada, reímos y
gozamos de la vida, laboramos, producimos, consumimos y lo más importante:
tenemos deseos de superación, no nos conformamos y vamos a más. No somos
rencorosos, pero amamos la justicia.
Exigimos que las instituciones revolucionarias demuestren su carácter de
efectividad y aplicar las leyes al calor de las violaciones de la norma, sin
pararse en miramientos de que sean o no acaudalados los corruptos, asesinos,
sicarios o contratistas de sicarios para lograr sus fines perversos y para
defender un status. Cometan delitos como es el ejemplarizante acto criminal
impune de Henrique Capriles Radonski, que por incitación publica a delinquir provocó
la muerte de quince personas inocentes y de mas de cien heridos. O de María
Corina Machado Zuloaga y del fecalisimo Ramón Guillermo Aveledo, quienes de
forma perversa adulan a una potencia extranjera diabólica y criminal como USA, para
que intervengan en nuestra prospera nación, a los fines de instaurarse de nuevo
la godarria en el poder.
Pese a esas alimañas, somos un país
valorado en el concierto mundial de los países. Así Venezuela tiene relaciones
diplomáticas con todo el planeta de todo tipo de forma positiva. Relaciones que
redundan en beneficio para el pueblo venezolano y no para una elite. De esa forma nuestra política exterior se
define en el centro de poder nacional y por las autoridades facultadas para tal
fin. No como en el pasado infeliz de la cuarta república, cuando era desde la
casa blanca que se definían nuestras acciones diplomáticas y relacionistas. Hoy
sin prepotencia, ni soberbia, decimos con pruebas y hechos comprobables que
somos una nación libre, independiente, soberana y solidaria con los pueblos
oprimidos y hasta nuestra visión del mundo cambió para ver a los que nos habían
invisibilizado en el pasado, pese a estar a nuestro lado. Hoy Venezuela tiene
el honor y orgullo de denominarse: Republica Bolivariana, chavista, socialista,
anti imperialista y de justicia social.
(*) Abogado Bolivariano
http://planetaenpeligro.blogspot.com/
lo que será
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