viernes, 29 de marzo de 2013

LO QUE NO ENTIENDEN DE CHAVEZ, PROPIOS Y EXTRAÑOS



 (MI TESTIMONIO DE CALLE)
Javier Del Valle Monagas Maita


      No voy aquí a cometer el imperdonable error de desconocer las virtudes de estratega militar, de genio de la política y de gigante de las relaciones públicas que fue Hugo Rafael Chávez Frías. Esta nota rondó mi mente desde antes de la enfermedad del camaríta  Pero por razones de comprensión de la humildad del mismo, no me atreví a escribirla. Luego de su lamentable muerte, hube de esperar por el momento más propicio, luego del dolor y la pena del pueblo y su familia, que en resumidas cuentas, es una sola cosa. Un solo dolor y un solo amor
     El camaríta no destacó tanto por todas esas virtudes sobresalientes antes señaladas. Si no, por su humildad, por su bondad, por su respeto y amor comprobado hacia el pueblo, por esa sensibilidad tan pura, de entender y comprender que las necesidades de los  pobres no tienen mucho espacio de espera.
    Hugo Chávez, fue un hombre, simple y mortal, que se alejó de los halagos y las jaladas de bola. Él mismo decía que era preferible la crítica constructiva, franca y abierta a una adulancia encerrada. Tuvo la virtud de no olvidar su origen, y lo más grande, no cedió al chantaje, a la tentación diabólica de una burguesía que le montó todas las trampas posibles para absorberlo en creencia de su máxima engañosa de que “todos tenemos un precio”.  Aun antes de salir de prisión ya esa burguesía enferma de ansias de poder le tendió una emboscada con Luis Miquilena a la cabeza. Afortunadamente el pueblo supo ser irreverente con el camaríta y lo previno por doquier que iba. Hubo muchas palabras duras del camaríta contra ese pueblo que lo alertaba a cada oportunidad de lo maligno de Miquilena. Tiempo después el propio  Hugo reconoció con propia voz y públicamente ese error, a la vez que alabó a ese pueblo que oso  decir lo que presentía o sabia. Más el nexo Chávez - pueblo jamás se rompió, contrariamente se fortaleció, al punto que 20 años después la unidad fue in crescendo.
    Más de una vez, escuché a mis hermanos de la vida, de la calle, del campo, de las fábricas, decir frases y hacer propuestas de gobierno y acción, en conversaciones cotidianas, y luego como algo mágico, casi al caletre, las escuché de la boca del camaríta en cualquier intervención pública en algún rincón de la patria o del mundo.
     La gran angustia de Hugo Rafael Chávez Frías, fue la burocracia, la inoperancia, la falta de capacidad y de cualidad, del aparato estatal (De ahí las misiones). Por más que pidió y solicitó apoyo para combatir ese verdadero cáncer que dejaron adecos, copeyanos, no tuvo la suficiente colaboración administrativa para esa lucha. A ese longevo mal estatal, se le sumó el arribismo clientelar promovido por muchos seudos dirigentes “revolucionarios” quienes para tener una plataforma política personalista, reclutaron a profesionales del periodismo y otras ramas sin conciencia, solo para que le sirvieran de garantía a sus apetencias. Muchos  esos personajuchos hoy son Alcaldes, Concejales, jefes de oficinas publicas, asambleístas, tanto a nivel nacional como regional y son los primeros en estorbar al proceso y en seguir aplicando la táctica politiquera de la cuarta república, personalmente conozco muchos casos aquí en Yaracuy (denunciados en otros escritos con nombre y apellido) y tengo conocimiento de muchísimos más en el resto del país. He visto reuniones cuasi secretas del PSUV (regional) donde los toletes se reparten los cargos burocráticos de forma descarada, manipulando la voluntad del pueblo. Todo eso es contrario al espíritu de cambio de Chávez, más no se respetó al verdadero poder popular y utilizando el chantaje de un cargo, se galopa sobre la necesidad de un cambio político, económico, social y de valores. Pregunten aquí en Yaracuy a los señores Carlos y Ángel Gamarra, Francisco Capdevielle, Julio León, Esther Quiaro, entre otros llovidos del cielo como lideres repentinos. Quienes incluso, hasta inventaban informaciones falsas en el diario donde eran efe de redacción, contra los campesinos, para justificar luego, acciones judiciales y represivas a favor de terrofagos extranjeros.

     Pese a todas esas trabas, el hombre sencillo, el ser humano de carne y hueso, el mortal Chávez. Superó las limitaciones egoístas propias de los hombres y supo cumplir con su conciencia. Por que si algo inmensamente grande habitó en Hugo, fue y, es su conciencia de clases y de pueblo, su ubicación en el concierto histórico de sus intereses humildes, reales y no fingidos. Por algo pretendieron sus enemigos burgueses, colonizados mentales y colonizadores: hollar en su reputación y no pudieron. El camaríta es una roca muy firme y dura para hacerle mella. Tu grandeza camarada Hugo, es que fuiste y eres un simple ser humano, que superó los egoísmos y las limitaciones de tu tiempo.
Gloria victor bellator
Planetaenpeligro / lo que será
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