Javier Del Valle Monagas
Maita
Nuestra
nación – Venezuela – siempre ha sido un país receptor de refugiados y
derrotados extranjeros, sobre todo europeos y últimamente árabes y chinos que por razones de sobrevivencia y de
humanidad acuden a nuestro terruño, después cruentas etapas de terror, persecución, hambrunas u otras cosas terribles en sus lares
originales. Jamás nuestra población ha puesto
excusas racistas, culturales o de otra índole para recibirlos.
Simplemente llegan, se les acepta. Incluso nos reclaman solidaridad, y se las
concedemos en relación a sus conflictos
nacionales y con otros monstruos invasores
que los acosan y obligan a abandonar sus terruños. Tal como los Árabes, palestinos, portugueses,
judíos, españoles y chinos. Que poseen en nuestro país comercios de venta y reventa de mercancías como
electrodomésticos, en un caso y alimentos en otro. Pero que ahora, se
vuelven parte de la agresión contra
Venezuela y su pueblo al elevar de manera vulgar los precios de los productos
que compraron en su oportunidad para vender a un precio, pero que luego inflan
para obtener más ganancias, dañando así a la nación que en mala hora los
cobijó.
Lo molesto,
triste y de vergüenza ajena. Es que cuando en Venezuela, la tierra que los
acoge, estas mismas alimañas, se vuelven contra el proceso que los ampara y les
brinda solidaridad, contra ese pueblo y contra el país. Lo hacen simplemente
para aprovecharse de las maldades económicas que les permiten estafar y saquear
al pueblo venezolano haciendo comparsa
con el enemigo Sion - judío - yanqui que los ataca y los obligó a emigrar. Pero para jodernos a nosotros a cambio de
capital y dinero para ellos, no escatiman en éticas ni moralidades.
¿Quiénes
son los dueños de los almacenes,
detallistas, de repuestos de refrigeración, automovilistas, ferreterías,
abastos, etc. de lo que el pueblo venezolano consume a diario? Pues son estos
mal agradecidos sátrapas traidores. Nos piden solidaridad, pero nos pagan con
traición.
A diario
veo en mi entorno como estos extranjeros, se burlan y humillan a mi pueblo,
solo por ansias de dinero. Por allí van
en sus camionetotas. Robando al venezolano con unos créditos maulas y comprando
a precio de gallina flaca terrenos,
casas; que luego sirven para construir mansiones con los dineros mal habidos.
Se pierde la paciencia. Ellos en su mayoría se han convertido en nuestros
enemigos internos. Siempre he tratado de ser comprensivo y solidario con los
que creyendo débiles se han refugiado en
mi país para tener una oportunidad de vida, para luchar por sus derechos y su
nación Pero ahora cuando veo a estas alimañas acompañar al enemigo Sion yanqui
estafador y capitalista en su afán por destruir a mi país y su proceso, no me queda mas que despreciarlos rechazarlos
y asumir posición contra ellos. No voy a decir que son todos, pero si ellos
como colonia extranjera no son capaces de controlarse y respetarnos, entonces
hemos de asumir nosotros esa función y cobraremos las afrentas que nos quieran
imponer.
Viví la
realidad del caracazo dentro del propio seno del escenario. Créanme. No fue
fortuita la agresión, ataque y quema de los negocios de italianos, españoles,
portugueses y chinos en ese momento. Eso fue simplemente un pase de factura,
por los grotescos abusos que venían cometiendo de hacia 3 años aproximadamente
y que respondían ala estrategia de los gobierno anti pueblo de entonces ya de
las políticas del FMI .personalmente veía como los camiones de leche, azúcar,
café, arroz despachaban a los abastos, y
luego cuando el pueblo iba a comprar le negaban el producto, diciendo cobardemente que se acabó. Pero que luego
revendían por otros canales a cuatro, cinco, seis veces el precio original. Eso
está pasando ahora y si explotamos como pueblo, los estafadores no van a sobrevivir
ni a volver… no es solo el oligarca el que nos jode, también están los mañoso
cómplices ladrones cazadores de
fortuna. Con nombres y apellidos:
árabes, chinos, portugueses, españoles, italianos y traidores venezolanos que pretenden hacerse ricos por razones de política y
explotación mancillando al pueblo venezolano
¿Recuerdan
la quinta columna que derroto a la república española? Pues aquí no prosperaran
sabandijas cobardes y traidoras… No me
acusen de chovinista ni de discriminador.
Eso lo veo a diario y lo asiento permanentemente. Es tiempo de poner fin
al abuso de esas lacras. Si no respetan, no los respetamos cuidado si quieren
hacer aquí lo que les hicieron a ellos en sus tierras.
(*) Abogado con patria
http://planetaenpeligro.blogspot.com/
lo que será
Facebook, Javier Monagas Maita
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