Javier Del Valle Monagas
Maita
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| La estafa de sotanas y habitos |
Esas religiones y sus deidades, hablan de la pobreza, y hasta la
presentan como un destino manifiesto de las mayorías. Incluso promulgan las
cargas de penurias de los pobres como meritos y les piden conformidad,
resignación ante el sufrimiento y denigran de la abundancia poniéndola como
algo malo de las minorías explotadoras, ladronas y engañadoras (dentro de las
cuales están sus representantes) pero sus lideres comulgan y viven de las ¿glorias?
Elitistas y viven holgadamente, sin esfuerzos ni sacrificios. Sus centros de poder acumulan inmensas
cantidades de tesoros y riquezas hasta grotescas por sus abundancias. Pero no las
comparten con nada ni nadie. Más, son expeditos en pedir e imponer a los
pobres, a que den de lo poco que tienen a sus instituciones de lujo, para
mantenerlas y a ellos también... Sus representantes emblemáticos acompañan
guerras, genocidios, invasiones, despojos, maltratos y vejaciones. Piden a los
pobres que peleen sus guerras en forma de ejércitos, pero a la vez alaban a la
paz en sus pulpitos. Se presentan
públicamente e hipócritamente como amigos defensores de los pobres. Pero cuando
hay acciones populares por lograr un cambio de condiciones sociales favorables
a las mayorías, se cuadran del lado de los opresores y hasta usan sus insignias
e identidades religiosas, para conspirar y hacer propaganda contra los derechos
populares. Dos ejemplos de dos épocas venezolanas nada más, para no meter las
cruzadas ni la invasión de nuestras tierras en 1492, con sacerdotes bendiciendo
masacres de pueblos inocentes: el terremoto de 1812, en plena faena libertaria
venezolana y el pronunciamiento eclesiástico denotando que el terremoto era un
castigo de dios por retar al rey de España. El otro, hoy y la posición inmoral
de la C.E.V, el Cardenal Urosa Sabino,
José Palmar, o el ladrón Baltasar Porras, un enfermo sexual, que hasta tiene un
apartamento para citas sexuales en Mérida, formando parte y rezando contra el
pueblo, ante el narco ataque terrorista de la derecha venezolana, acatando órdenes
del sub imperio yanqui. Y que ha costado las vidas de cientos de venezolanos
inocentes y de funcionarios para derrocar al gobierno legitimo nacional.
El asunto es que ahora nuestra nación ha sido penetrada por una droga
perversa y pervertida, peor que las drogas alucinógenas. Me refiero a esas
iglesias evangélicas, que ocupan todos los canales de televisión nacionales y
regionales, emisoras de radio, periódicos, cines que representan un peligro,
ofreciendo sanaciones sin medicinas. Pero estafan vendiendo mariqueritas,
piedritas del rio Jordán, frasquitos de aguas milagrosas de donde Cristo se
lavó el culo. Figuras, adornos y cuanta basura se les ocurra, para estafar al
pueblo creyente. Lo peor de todo es que casi todos son brasileños, ofrecen
curaciones y muchas fantasías más que lo que hacen es destruir la voluntad de
trabajo y las convicciones del pueblo común. Yo no entiendo como el estado
permite esa estafa. Es cierto que la constitución contempla la libertad de
culto. Pero también sancionan las leyes la estafa, la usura y el engaño y es
precisamente eso lo que hacen esos ladrones estafadores de esas iglesias. ¿De
donde sacan plata para pagar todos esos programas de televisión, radio, prensa,
casi todos los locales de lo que antes fueron cines en toda Venezuela? Pues
robando al pueblo, estafando, engañando ¿Por qué no les hacen una inspección a
esas iglesias, de sus cuentas bancarias, de las de sus pastores y el destino
final deseos fondos? Si lo hacen se encontraran grandes sorpresas y hasta
podrían encontrar hasta trafico humano. OJO, OJO, OJO
No dudo en calificar la acción de esas mafias disfrazadas de religiones
y sectas evangélicas de una droga muy peligrosa y dañina, además de adormecer
la conciencia de sus feligreses, los induce a la pasividad, esperando
ilusamente las soluciones a sus problemas sociales, económicos a una suerte de
favor divino que algún día llegará, mientras tanto les imponen que deben hacer
meritos para tal favor y ese merito va de la forma de pagar patente de corso
alas mafias estafadoras.
Se está engañando y poniendo en peligro la salud y estabilidad emocional
de un amplio sector del país, cuando se les explota la fe en forma de venderles
curaciones milagrosas solo por imposición de manos de unos ladrones, o
vendiéndoles frasquitos de aguas sucias o, piedras con propiedades milagrosas y curativas. El estado
está obligado a intervenir en esta aberración disociativa del sentido común
colectivo y que despoja descaradamente a los pobres que creen engañados en esas
drogas religiosas de los pocos recursos económicos que tienen. El destino de
esas inmensas cantidades de dinero y hasta
bienes raíces, van a parar a los bolsillo de los ladrones mayores,
dueños de las franquicias religiosas. Es
necesario darle un parao a tiempo a esos despojos inmorales de los dineros y
otras posesiones de un gran sector dela población nacional. De los cuales son
cómplices como siempre los grandes y pequeños
medios de comunicación nacionales regionales, con pocas excepciones, pero en la
generalidad, las mayorías de esos medios mercantilistas de comunicación
engañadores
(*)Abogado Con Patria
http://planetaenpeligro.blogspot.com/2014/05/el-rostro-mas-peligroso-maligno-y_11.html
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