Javier Monagas Maita
No entiendo cual es el nerviosismo y el culillo que reflejan algunos compatriotas, por la nueva estructura de la asamblea nacional de enero del 2011, empezando que son una minoría, segundo los diputados del proceso tienen el respaldo de la mayoría de la población activa y no activa del país, tercero, los poderes públicos restantes, tienen una conciencia y una responsabilidad con el proceso, cuarto tenemos un presidente con coraje y capacidad de decisión, quinto una revolución apática, es como un rio sin caudal.
Que vengan, ellos representan el pasado, lo negativo, la decadencia, la inmoralidad, el desprecio al pueblo, el odio a su propio país, ellos son los instrumentos que utilizan los poderes económicos capitalistas foráneos, que pretende esclavizar a la población venezolana ¿creen que los venezolanos somos tan pendejos que se lo vamos a permitir? No camaradas. Hace falta el calor de la lucha para calentar la conciencia popular. En la pasividad y el ostracismo se pierde toda capacidad de avance. Esta lucha es larga y, si no tenemos un enemigo que nos haga reaccionar y nos mantenga alerta, tenemos que inventarlo. Si precisamente por lo que se ha tardado ente proceso en avanzar, se debe a lo cobarde y solapada de la oposición contrarrevolucionaria. Que no es que no ha dejado de atacar, lo que pasa es que la muy sibilina ha estado trabajando como las miserables serpientes, a escondidas, con sus cuadros de esquiroles y quintas columnas conspirando desde adentro, corroyendo como las ratas, pero socavando las bases populares de apoyo, esto también gracias a las comodidades que han absorbidos a algunos cuadros dirigentes, que se endulzaron con el sabor del dinero y el poder mal concebidos y se postran en un letargo cómplice de deleite, perdiendo el horizonte y la brújula hacia la verdadera revolución popular.
La nueva asamblea nacional, tiene en sus voceros revolucionarios, la responsabilidad de dar el salto hacia el poder legislativo popular, donde el pueblo tenga voz y voto como soberano ha hacer leyes, aprobar o rechazar propuestas, de manera organizada y democrática, libre de la coacción de los centros de poder sectarios de derecha y del reformismo seudo izquierdista.
En base a eso y en acatamiento de la constitución de la República Bolivariana de Venezuela, propongo: que se organicen desde el PSUV, PCV, otras verdaderas organizaciones políticas (no mamparas con más letras que militantes), de las demás estructuras revolucionarias no partidistas, sectores profesionales, técnicos, organizaciones obreras y campesinas. Comités legislativos de avanzada, que recojan las inquietudes del pueblo y las plasmen en proyectos de ley, incluso reformas constitucionales necesarias para afianzar el poder popular organizado en pro de la felicidad de la nación en su totalidad. Esto amparado en que por “ser soberano”, el pueblo tiene todos los derechos constituyentes de generar sus instrumentos de leyes que el garanticen el ejercicio de esa soberanía, mas allá de la simple representación que aun perdura.
Hagamos el trabajo colectivo que debemos hacer para acabar de una vez por todas con las viejas estructuras estatales obsoletas, que fortalecen a las fuerzas reaccionarias y frenan los cambios necesarios, hagamos cumplir las leyes, modifiquemos los sistemas penales, los sistemas educativos, los funcionamientos de los medios productivos, recreemos los valores morales, éticos y profesionales, hacia una convivencia social solidaria, donde cada cual ocupe el lugar que le corresponda con dignidad y aprecio de los demás, sin importar cual sea, a sabiendas que todos somos necesarios en lo que hagamos, que funcionemos socialmente como una gran red, donde cada hilo individual, se necesita para ser un todo colectivo que funcione en equidad. No le temamos al enemigo, tengámosle miedo a la inacción y al complejo de superioridad o de inferioridad. ACTUEMOS, SEAMOS CREATIVOS.
javierdelvallemonagas@gmail.com javiermonagasmaita@yahoo.es
http://planetaenpeligro.blogspot.com/ (lo que será)
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