La casualidad o el azar es el consuelo de los pendejos. En una situación de guerra abierta y frontal, como la que protagoniza el gobierno a la sombra de Estados Unidos, contra Venezuela y otras naciones del orbe, no es nada fortuito lo que ocurra. Todo es parte de un plan cuidadosamente elaborado, con la actuación de agentes muy bien seleccionados, con actividades específicamente asignadas, en tiempo preciso y con el uso de recursos muy bien diseñados. Previamente las mentes receptoras de esas acciones, han sido muy cuidadosamente estudiadas, analizadas y estandarizadas. Es decir se ha elaborado una campaña Similar a como se hacen las de la publicidad de cualquier producto de consumo masivo que se quiere vender. En este caso el sustituto del producto a vender, es la sustentación del predominio imperial sionista yanqui (gobierno a la sombra en USA, que utiliza a la población de esa nación como borregos) para ello, la agresividad publicitaria, se enmarca dentro del esquema de destruir al enemigo en el territorio mental escogido. Cuando el pentágono y los servicios de inteligencia del imperio, hablan de combatir el anti Norteamericanismo, están hablando de imponer su visión tergiversada de la verdad, y de matar la otra visión que existe más cónsona con la verdad.
Hugo Chávez Frías, el socialismo, la libertad, la democracia, la justicia social, etc. Son visiones diferentes a las que quiere imponer el poderío sionista que controla el gobierno militarista y la industria de la guerra de Estados Unidos, para sostener su hegemonía mundial. Por lo tanto estos conceptos son molestos a la hora de seguir siendo el eje central de la política, como instrumento de la economía destructiva capitalista. Lo acontecido con el ALCA, en nuestro hemisferio, después de haberle fijado fecha para su implementación en Canadá y, demolida luego en Argentina, fue un golpe mortal a las pretensiones de anexión de los mercados de la región por parte del sionismo imperial yanqui. Quien pudo ver los gestos y posterior salida acelerada y molesta del presidente designado de la nación norteña: George W Bush, ha de haber detallado como la ira y el odio hacía parte visible solida del rostro de ese señor. No hay que ser adivinos, para saber cuales fueron las instrucciones para sus organismos de estado y gobierno yanqui.
Una vez hecha esta breve introducción, me remito a unas declaraciones: “Fenómeno meteorológico que nos afecta ha ocurrido 11 veces en los últimos 200 años
Por: Agencia Venezolana de Noticias (AVN)
Fecha de publicación: 07/12/10
Fecha de publicación: 07/12/10
Caracas, 01 Dic. AVN.-(Aurelio Gil Beroes) El fenómeno meteorológico que azota con intensas y continuas lluvias varias regiones del país, en especial en el Litoral Caribe, se ha presentado por lo menos 11 veces en los últimos 200 año” http://www.aporrea.org/actualidad/n170995.html.
Viéndolo desde el punto de vista informativo, se pudiera decir que para el que da la noticia, esta situación es normal cada 18.1 años, cosa que desmiento categóricamente, pues desde que tengo uso de razón (y de eso hace ya bastante rato), solo ha sucedido una vez, en 1999 en unas circunstancias y momento extraños y la otra, en el año que naci: 1951, con el suceso del 99, se quiso ocupar militarmente a Venezuela, bajo la excusa de la ayuda humanitaria. Rechazada por el presidente en su momento, cosa que pasó en Haití 11 años después, luego de un devastador y sospechoso terremoto, donde hasta el palacio de gobierno de esa hermana nación, fue ocupado por tropas yanquis y tomado el control de su aeropuerto. De acuerdo a esta información, deberíamos decir que el genocidio que se comete hoy en Colombia, Honduras, Panamá. Perú, Chile Argentina, contra los aborígenes, es justificable, por que se ha sucedido desde 1492, con la invasión Europea. Por lo tanto las nuevas formas de genocidio, la tecnificación de las masacres a los pueblos, no es un fenómeno nuevo que debe verse desde otra óptica petrificada que no sea la tradicional, de ser una costumbre, en esta caso, no cíclica, si no permanente… Continuará
Javier Monagas Maita
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