(Contra el capitalismo)
Javier Monagas Maita
“La Sociedad de Conservación Sea Shepherd”. Este es el nombre de de estos hermanos por la vida que desde hace tiempo vienen dando la pelea por los derechos de los que no tienen derechos y por supuesto no se les respeta. Me estoy refiriendo a los mamíferos más grandes del planeta y que tienen la virtud o, la mala suerte tal vez, de habitar en el mar y de contar con unos enemigos a los cuales no hacen maldad, pero las persiguen con saña criminal y mercantilista, conduciéndolas a su casi extinción, sin que ningún organismo internacional de esos que se llenan la boca con retoricas de conservación del planeta, y que se cargan también los bolsillos como aportes para la protección de la fauna y la flora, pero que solo se ocupan de las cuentas personales bancarias y de servir a los depredadores que paradójicamente alimentan sus fondos con dineros procedente de la caza y la pesca indiscriminada.
Las ballenas, en realidad no son victimas de unos montones de locos aislados. Ellos son movidos por el desequilibrio mental que por la ambición y el amor al dinero, no les importa destruir la cadena biológica del planeta. Ese montón de desquiciados avaros, son los representantes del terrorífico y sanguinario sistema económico que jamás ha conocido la historia de la humanidad. Me refiero al capitalismo. En realidad esa locura no se comete solo contra los gigantescos e indefensos mamíferos marinos; es contra cualquier ser de la fauna o la flora, que tenga valor económico ante los ojos hambrientos del capitalismo salvaje existente
No creamos que sea fácil y sencilla la hazaña de estos valientes, que con su vida por delante, enfrentan a las huestes criminales, quienes por obtener un puñado de dólares inorgánicos arrasan con lo que se les atraviese. Ante los ojos de cualquier insensible y despreocupado ignorante, estas causas pasarían inadvertidas. Pero en verdad tienen tanta trascendencia como las luchas por los pueblos y su liberación. Diría que ambas cosas son parte de una misma causa por la vida.
Los cerebros del capitalismo mundial, se las ingenian para disminuir el efecto que las organizaciones por la defensa de la naturaleza en sus diferentes tipos, hacen por mantener un planeta habitable y un trato digno a todo: desde los seres humanos, la fauna y la flora. Algunos desprevenidos o interesados del capital dirán que la flora y la fauna no tienen dignidad. Pues les digo que si; todo lo que es parte de la natura tiene dignidad y como tal hay que tratarlos. Por eso es que el capitalismo es tan dañino, por que rebaja las cosas a simples mercancías, a números y estadísticas que producen ganancias sin importar el efecto que como consecuencia negativa en su explotación produzca. En algunos casos esos cerebros maquiavélicos que rigen la norma del capitalismo, penetran a las organizaciones humanitarias honestas, en algunos casos las desvirtúan y contaminan hasta ponerlos a su servicio, vean los casos de los reporteros sin fronteras, los médicos sin fronteras y hasta amnistía internacional, unas organizaciones que en sus orígenes, nacieron tal vez con intenciones nobles, pero que el capitalismo los desvió.
Pero ahora solo debo agradecer a los hermanos de “La Sociedad de Conservación Sea Shepherd”. Por su noble y valiente lucha y por el logro al detener a los carniceros balleneros japoneses en su desalmada agresión contra los nobles mamíferos marinos. Ojala y esta victoria se extiende a favor de toda la fauna depredada hoy por los buitres capitalistas sionistas y sus agentes criminales.
Es necesaria la destrucción del sistema capitalista global y sus actos de terrorismo mercantilista contra la vida en el planeta. Presionemos por un sistema de justicia global libre de la influencia y manipulación del sionismo que gobierna en USA, Israel y sus gobiernos títeres Europeos.
En estos momentos los pueblos del mundo viven las consecuencias de la terrible dictadura global del capitalismo: explotación laboral, sexual, pérdidas de empleo, encarecimiento de los alimentos, depredación de los mares y los bosques, desertificación de los suelos, sequias brutales, inundaciones descomunales, aumento de la hambruna a más de mil millones (1000.000.000.000) de personas, cuando se produce alimentos para sostener dos veces a la población existente, pero la gula capitalista prefiere votar y desperdiciar ingentes cantidades de alimentos para los que los precios de sus productos no de desvaloricen, etc.
¿Cuándo la humanidad despertará de esa pesadilla en la cual la han sumido los capitalistas, según la cual solo lo individual y lo personal importa? No hay que ser un iluminado o un gran sabio para descubrir que el verdadero bienestar, es cuando todos disfrutamos de la armonía y las posesiones necesarias para una vida holgada, decente, sin el derroche inmoral que produce escases a otros. La felicidad es tal, solo cuando es compartida entre todos. No hay toletes de felicidad, eso solo es avaricia, acaparamiento y ambición; que se traduce en enfermedad de posesión. La mayoría de los males del planeta desaparecerán cuando desaparezca el capitalismo. Esa es una ecuación muy simple. Avancemos en los ejemplos como los de los amigos de “La Sociedad de Conservación Sea Shepherd”, multipliquemos la batalla
javiermonagasmaita@yahoo.es javierdelvallemonagas@gmail.com
http://planetaenpeligro.blogspot.com/ lo que será
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