El planeta, la vida y la humanidad, necesitan del aporte de todos nosotros para rescatarlos y salvarlos de las garras del capitalismo sionista explotador e inmisericorde. Es ahora o nunca.
miércoles, 2 de noviembre de 2011
La obscenidad: un comodín para disfrazar la hipocresía.
Javier Monagas Maita (*)
Sucede, que hay personas, que se visten de lujo, caminan de lujo, inventan currículo de lujos, comen de lujo, viven de lujo y se transportan de lujo. Generalmente esas personas utilizan la mirada de reojo, para marcar distancia del pueblo, del obrero, del campesino, de la cachifa. Su vocabulario es exquisito y refinado. Ellos no saben lo que es decir coño e’ la madre, o marico, o pendejo. No, ellos dicen Cáspita, Recórcholis, Eureka, o raro, o tonto, cuando deben referirse a otras personas en términos despectivos – que lo hacen a menudo - , esas personas utilizan la palabra amor, buen karma, felicidad, hermosura, bienestar, gloria etc., al referirse a sus status de vida y social. Generalmente se levantan a las 9 am para ir al negocio o empresa, lugar donde el personal obrero y productivo, ya tiene una hora o más laborando, para cuando el santurrón benevolente ha llegado. Pero el se da el tupé de llamar flojos a quienes producen de verdad y que son expropiados de su labor y de su sudor, a cambio de un mísero salario.
Esos personajes juzgan y condenan “el lenguaje procaz del vulgo”, pues sus oídos sensibles recienten las malas palabras. Pero su sensibilidad llega hasta allí. Cuando Éllos leen la prensa, o miran la televisión, o navegan en sus costosas computadoras, no se detienen en las cifras espeluznantes de muertos por las guerras que su sistema, sus religiones o sus negocios producen, no, eso no es grosería, eso solo es consecuencia de la lucha contra el comunismo, o contra terrorismo, o para imponer la democracia salvadora, que hará que dios, la raza elegida, el capitalismo y la religión santificadora reinen por siempre en el mundo, por las buenas o por las malas. Pero esos mismísimos hipócritas, justifican los bajos sueldos, el despojo de los campesinos de sus tierras o, el mal pago de sus cosechas, la ausencia de toda posibilidad de estudio para los pobres, la elitización de la educación, de las viviendas, de la salud, el incremento desmedido de los precios de los alimentos en las manos de los intermediarios. Para esos fariseos de falsos sentimientos imbéciles, eso no es grosería.
¿Qué mil trescientas millones de almas fenezcan por inanición en el mundo?, eso no es grosería, es solo un efecto colateral, que permite que el refinado anti grosería, viva como vive y piense como piensa. Esas mismas alimañas hipersensibles, preñadas de hipocresía, son las mismas que condenaron las canciones de Aly Primera, pero no condenan a un vaticano repleto de oro diamantes, obras de arte costosísimas; miles y miles de millones de Dólares o Euros, en sus arcas pudriéndose yo produciendo mas riquezas inútiles, en nombre de un dios de mierda . Mientras a su rededor, la gente y sus naciones se hunden producto de la explotación del capitalismo y mueren. Esa misma cofradía de mediocres, fueron y son el blanco de las canciones del cantor del pueblo. Son esos inmorales, los que defienden a una iglesia católica infestada de violadores pedófilos o un estado ilegal que se engrandece en el crimen y en la matanza masiva de personas, para robarles las tierras y las riquezas, de oligarcas obispo ataviados en oro y lujo sin trabajar, de apañadores de dictaduras represivas que llenan los cementerios, las cárceles u hospitales de inocentes o de conscientes luchadores de la real condición de las democracias representativas y de las religiones convertidas en drogas adormecedoras.
Es parte de la lucha por un mundo mejor, enfrentar esa falsedad indigna, que con apariencia de decencia y acompañada del chisme mal intencionado, va por el mundo fingiendo una sensibilidad que no es tal, que es solo una mascarada para cubrir el verdadero rostro del terror del sistema de dominación capitalista y sus avaras apetencias de dominación y neo esclavismo.
No estoy en contra de la fe y los buenos deseos, pero estoy en contra de la utilización de esa fortaleza de la humanidad, para ser convertida en instrumento de manipulación, engaño y dominación. Cuando hablo de fe, hablo de convicción, de amor al prójimo, de esperanza y deseos por que todos estemos bien, en justicia, con paz y con convivencia. En otras palabras: la fe es el cumulo de buenas intenciones y acciones de los seres humanos y eso no es potestad de ninguna religión ni de ningún dios mercantilizado. ES UNA POTESTAD Y UN DERECHO HUMANO. Así de sencillo
(*) Abogado bolivariano
javiermonagasmaita@yahoo.es javierdelvallemonagas@gmail.com
www.planetaenpeligro.blogspot.com / lo que será
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