Javier Del Valle Monagas Maita
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| A U C. |
No me
refiero a la Colombia que es perseguida, desplazada, asesinada, despojada.
A esa Colombia que tuvo que ir a las montañas para proteger y defender su vida.
Refiero a esa Colombia, que es secuestrada por la oligarquía cachaca y que tras
masacrar al pueblo, se postra ante el
gang capitalista internacional o transnacional de forma servil,
entregándoles todo, incluso la vida del pueblo y sus posesiones más queridas:
tierras, minerías, soberanía, educación, salud, alimentación, servicios,
derecho a la vida.
Desde que el miserable Santander conspirara en contra del congreso
anfictiónico de Panamá y ontra el sueño bolivariano de la patria grande. Esa oligarquía cachaca degenerada. No ha
hecho más que convertirse en los mayores lame botas de la región del
imperialismo yanqui. Todo a cambio de limosnas y carantoñas como si fueran
simples perros de presa. Limosnas que
provienen del despojo permanente contra el noble pueblo, al que aterrorizan y
engañan para sostener un poder a medias que al final administran desde la casa
blanca.
Los
amos de los cachacos oligarcas, ya sienten que el trabajito maquiavélico
dentro del propio país, es suficiente.
Ahora van por la expansión. Creen
llegado el momento de sembrar la discordia Abiertamente en contra de la nación
con mayor reserva de petróleo del planeta, a la vez que tratan de explotar a
las nacientes CELAC Y UNASUR. Desde
antes del primer gobierno nefasto del mafioso narco terrorista y asesino Álvaro Uribe Vélez. Se desarrolló una estrategia a mediano plazo,
para generar las condiciones necesarias
según las cuales la cizaña, el odio y la muerte, serian el resultado
final entre Colombia y Venezuela, para favorecer los intereses de sus amos
norteños. Generaron un éxodo masivo de
pobres desde Colombia. Acosando y asesinando a su propio pueblo, dentro de los
cuales infiltraron a sus paramilitares entrenados en el crimen y el terrorismo.
Generan una falso positivo, con unas supuestas negociaciones de paz con los
hermanos dignos de las guerrillas. Según
creo es solo con fines de distracción y como forma de espiar y conocer las
posiciones de los campamentos de Estos para aniquilarlos o tratar de debilitarlos
(No es que crea que los hermanos de las FARC sean incautos; es por la maldad y
la complicidad del enemigo) Todo bajo
la égida de los servicios de inteligencia Sion yanqui. Estoy seguro, que no habrá acuerdo de paz y
que la mafia oligárquica se levantará de la mesa bajo cualquier pretexto o
falso positivo, como es su costumbre cobarde.
Todas las señales, de lo que pasa hoy en las fronteras entre
Venezuela y Colombia, es señal de la
continuación de una escalada que se aceleró con las falsas desmovilizaciones de
para militares, y que luego son infiltradas dentro del país. Luego del fracaso
del golpe de estado del año 2002- 3. De
nada valen las solicitudes y las
diligencias de los organismos regionales de integración. Los cachacos ya tienen sus órdenes y si no
las ejecutan, lo harán sus amos.
Es necesario que el gobierno venezolano, tome todas las previsiones
necesarias. Desde organizar un plan de
defensa de la patria, activar las
estrategias organizativas que implican al ejercito regular y a la milicia. Poner todo el armamento en operatividad
urgente, activar los servicios de inteligencia y hacer seguimiento a los
movimientos militares dentro de Colombia, de la cuarta flota y de los recién
llegados asesinos al Perú, entre otras cosas.
Creo conveniente organizar un plan de emergencia, para armar al pueblo
revolucionario dentro de los barrios,
pueblos y caseríos, a los fines de neutralizar a los paracos que están
sembrados en Venezuela. Si demostramos
capacidad, decisión y unidad. El enemigo
lo pensará. Ellos pretenden aplicar en
Venezuela, su estrategia usada en Libia
y Siria. Se debe hacer un llamado a todos los pueblos solidarios de la región,
para que estén prestos a activarse y que cualquier acto de agresión armada
contra Venezuela, incendie la región los intereses yanquis y los gobiernos
títeres del Sion imperio.
No tenemos miedo, como pueblo libre y
soberano, daremos la batalla y venceremos.
Si cometen la estupidez que tienen planificada. Será el fin del poder de la oligarquía
maldita cachaca en Colombia y en otras naciones de nuestra región Abya
Yala. El propio pueblo de Colombia debe
ver es estas circunstancias una oportunidad única de ser libres al fin y de
recuperar el país que les robaron.
¡VENCERMOS!
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