Javier del
valle Monagas Maita
La integridad es un valor de dignidad humana, que no se puede comprar, mucho menos alquilar. Simplemente es un don, que se siembra en el alma y espíritu de la
persona que se valora a si misma y a los semejantes.
En estos tiempos, en los cuales las apetencias
del dios dinero que sustituye incluso a los
dioses falsos de las religiones (Es esa razón de la conducta perversa y
pervertida de los miembros de la C.E.V) y, de las ansias de poseer cosas, que se han
impuesto a las personas vía inducción, vía agresión, vía engaño, por diferentes
métodos y canales de sugestión o presión. Han hecho que la cualidad y calidad
humana se degrade. Hasta el punto, de
hacer negocios con el dolor y el sufrimiento de otros. Es así, como todo el terror y horror del capitalismo han
avanzado en cruzadas de sangre, muerte y genocidio. Amparados en poderes que se arropan con la cobija de los derechos
humanos, la solidaridad, la democracia y la libertad. Amen de organismos fraudulentos
como la ONU, OEA. Pero que en verdad son
peores que lo que dicen combatir. Incluso, generan situaciones y actores que accionan
perversamente, con el único fin de dar la excusa perfecta para intervenir y
agredir a su conveniencia. Mientras tanto
el mundo ve, se entera y sabe esa verdad. Más, hipócritamente la tolera y acepta. O por complicidad o, por
temor; pero permanece inerme pese a todo el horror y dolor que produce.
Pocas son las naciones, que en la
historia remota, mediana o presente, han osado retar esas aberraciones.
Vietnam, fue la antepenúltima y
venció. Siria la ultima, la presente, la
actual. Pero eso no quiere decir que toda esa maldad se concentre allí y sea
ajena al resto del mundo. No, estas dos naciones son las más representativas. Pero
no las únicas. He allí que en todas las regiones del planeta, donde existe un país
o pueblo, que ha emprendido una lucha por su soberanía y auto determinación. Son
blancos de ataques por parte de las mismas lacras criminales tributarias de los grandes monopolios
transnacionales capitalistas.
Venezuela: La mayor reserva petrolera
del orbe y, poseedora de otras riquezas. Amen de una situación geoestratégica
clave. No escapa de semejante
monstruosidad. Para nuestro
pesar. A nuestro lado habitan unas
alimañas con instintos tan bajos y
miserables, que hasta su propio pueblo;
lo han entregado como rehén a los grandes monopolios económicos transnacionales
Sion capitalistas. Cometiendo contra ese
pueblo. Los más inverosímiles actos de maldad y perversión imaginables y hasta más
allá de la simple imaginación sana.
La cobardía del poder impuesto a la fuerza
en esa Colombia. Es el arma de agresión del real enemigo. Es decir: el
sionismo capitalista sanguinario,
expoliador mundial. Utiliza su poca moralidad y demasía apetencia,
para ser usada como perro de caza. Ya están lanzadas sus jaurías contra el
nervio y corazón de la patria venezolana.
Utilizan el calculo mediático y efectista, junto a la presión de otros
lacayos miserables, débiles y serviles. Que gobiernan en Chile, México, Panamá,
Costa Rica, España, etc. En su locura,
pretenden reeditar episodios usados en el pasado contra el Chile de Allende, o
la Libia de Gadafi, o Siria de Bashar. Sacan
mal sus cálculos. Se estrellaran en Venezuela, como se están estrellando en
Siria.
Juan Manuel Santos. Es un imbécil con capital. De familia
adinerada y dueña de medios. Es así como se convierte en el sucesor muy adiestrado de esa calamidad llamada Álvaro
Uribe Vélez. Su hipocresía y baja ralea,
no tienen como ser ocultadas, detrás de
una aparente cultura vacua. Lo que se esconde, es lo mas bajo y depravado que
pueda ser de la indignidad humana.
Colombia la oligarca, es solo droga, crimen,
muerte y propaganda. Su aparente
bienestar económico. Se circunscribe a una elite inmoral y sanguinaria que
explota y mata a su propio pueblo. Lo demás
es mediático y complicidad clasista burguesa. Su reflejo es miseria, hambre,
desplazamiento, represión, crimen y cementerios clandestinos
Esa despreciable oligarquía, pretende
jugar hoy al gato y al ratón con Venezuela. Siendo que ya le crujen a su interior
los engranes del derrumbe económico y político.
Las costuras de su tren de vida llevado a costa del contrabando, robo y
engaño a Venezuela se le quedó al descubierto.
Ya no puede más. Ahora actúa, es en base
a las ordenes de su verdadero amo y patrón. El Sion imperio yanqui. Ellos saben que están muy mal, que no pueden
ocultar su descalabro. Los millones de dólares con los que les compraron
para imponerles el narco plan Colombia, no es suficiente para compensar lo que obtenían
del saqueo a Venezuela. Huyen hacia adelante como los sátrapas que son. El Juan Santos se hace el de rogar, para una solución
al asunto narco paramilitar y de contrabando
fronterizo con Venezuela. El cachaco,
sabe que si no hace las concesiones necesarias. Venezuela no le volverá a soltar
el salvavidas económico y político, con el que vivió parasitando muchos
años. Mas ya no será así. O el chachaco
y su élite de chulos entran por el carril del respeto, o tendrán que pelear para sobrevivir. En ambos caso, esos
miserables pierden. El pueblo colombiano y venezolano ganamos. De ahora en adelante
todas las relaciones entre los dos países habrán de cambiar drásticamente. Ya no
será igual. O cambian o los cambiamos
¡VENCERMOS!
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