Envuelto en
una manta de cuadros, un agricultor mexicano pasó cinco días agonizando en la
puerta de un hospital. El personal del centro se negó a atenderlo por no tener
dinero ni seguro médico. El cadáver permanece en la parte trasera de una
funeraria a la espera de que las autoridades encuentren a algún familiar. De lo
contrario será enterrado en un nicho común dentro de una semana.
José Sánchez
Carrasco, un nombre pronunciado por él mismo con las pocas fuerzas que le
quedaban, se presentó con un caso severo de deshidratación en el hospital de
Guaymas, una ciudad portuaria de Sonora, al noroeste de México. Era miércoles,
16 de octubre. Como reconoció después el propio director del hospital, se
negaron a atenderle. El jornalero se instaló entonces con las pocas
pertenencias que llevaba en la entrada del centro. Se valió durante varios días
de la caridad de la gente que pasaba y lo veía ahí arrumbado. En el hospital
dicen que llamaron a los servicios sociales pero que estos nunca llegaron. Lo
encontraron muerto el pasado lunes.
El asunto ha
alarmado a las autoridades del país. La secretaria de Salud, Mercedes Juan, ha
pedido que no vuelva a pasar algo semejante "Lo delicado es que haya ocurrido
a las afueras del hospital y por ello debe investigarse a fondo lo
ocurrido", señaló este viernes a través de un comunicado. La ministra ha
programado una reunión con los directores estatales para abordar la crisis. El
director del hospital ya ha sido cesado.
El caso de
Sánchez Carrasco no hubiera pasado de ser una muerte anónima más si no fuera
por la entrevista que le hicieron los reporteros de El Chacoteo, un canal local
que emite por Internet. Ahí aparece debilitado, casi sin energías para hablar,
pero de repente tiene momentos de lucidez en los que aporta datos que pueden
ser útiles para armar el rompecabezas de su misteriosa vida.
El moribundo
cuenta que se crió en Casas Grandes, un pueblo de Chihuahua donde vive su
madre, "muy acabadita", y una hermana. Su padre ya falleció. Dice
tener 38 años. Llegó a esta zona de Sonora para trabajar como jornalero. Estuvo
empleado en la recogida de sandias y da a entender que faenando resultó dañado
de la espalda. Llegó en ambulancia al hospital, aunque ese dato no queda del
todo claro, y más tarde fue rechazado. "No puedo caminar, camino como
viejito, me canso… El doctor no me dijo nada. No me atendió. Ni siquiera habló
conmigo. Quítate la ropa para que se te refresque…".
En México el
seguro social está vigente desde los años 40 del siglo pasado, pero sólo
incorpora a aquellos que cotizan mediante un trabajo formal. Y aunque en el
gobierno anterior se quiso incorporar a más personas, sin importar el estatus
laboral, a los servicios de salud mediante una financiación llamada Seguro
Popular, es apenas ahora -en 2013- que México discute la posibilidad de crear
una cobertura médica universal. En el año 2000 se calculaba que unos 50
millones de personas no tenían ningún tipo de cobertura.
En las
últimas semanas, las redes sociales han difundido varios vídeos que denunciaban
el mal funcionamiento del sistema de salud mexicano. Dos casos de mujeres que
tuvieron que dar a luz sin ser atendidas por los servicios médicos en Oaxaca y
Puebla han despertado especialmente la polémica.
La policía de
la localidad donde vivía Sánchez Carrasco está tratando de localizar a sus
familiares pero por el momento la búsqueda no ha dado resultado. El jueves le
pidieron a una mujer llamada Bertha Alicia Sánchez Carrasco que se presentara
en comisaría. Coincidían los dos apellidos y daba la casualidad que la mujer
tenía a un hermano desaparecido. ¿Sería él? La mujer vio una foto y negó con la
cabeza. Después se enteró de que su verdadero hermano está preso en una cárcel
de Estados Unidos, según las autoridades locales.
El cadáver
del jornalero permanece a la espera en un frigorífico de la funeraria
Getsemaní, en el propio Guaymas. Si algún familiar reclama el cuerpo le pedirán
lo que cuesta el permiso municipal para enterrarlo y el costo de un ataúd
"presentable". En caso de que quieran trasladarlo a su pueblo la
factura se dispararía hasta los 16.000 pesos (1.200 dólares). "En todo
caso no se está cobrando ni la preparación básica del cuerpo ni su
levantamiento. No siempre buscamos que todo nos dé ganancia. En este caso
deseamos ayudar a la familia", cuenta por teléfono un responsable del
negocio con nombre bíblico. ¿Cuando dice presentable, a qué tipo de ataúd se
refiere? "Uno rústico, de madera". Más de lo que recibió en vida.
www.Planetaenpeligroblogspot.com
/ lo que será
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