Javier Del Valle Monagas
Maita (*)
Es nuestra responsabilidad, nuestro deber,
nuestra obligación. No se trata de una
tarea fácil. Debo decir que en el pasado
muchos han fracasado, pese a tener líderes honestos y destacados. Pero la
traición, la ambición, la cobardía, el personalismo, la inconsciencia y la
estupidez han privado sobre la razón y el deber. MÁS HORA LA COSA SERÁ DIFERENTE: EL PUEBLO
TRIUNFARÁ
Estamos en un momento estelar. Un momento que nos diluye en pueblo, que nos
obliga a ser muchos y no individuos. Es el momento de dar sin pensar en
retribución o pago. Debemos tener claro que la mayor aspiración a recompensa
debe ser tener patria libre y soberana. Una nación para los que nos seguirán y
a quienes les debemos garantizar libertad, educación, salud, vivienda,
nacionalidad y orgullo patrio. Un gentilicio que se proyecte más allá de las
fronteras y que sirva para alimentar a la patria grande, linda, hermosa y
poderosa. Que sirva de cobijo a los hombres y mujeres de buena voluntad y de
temor a los abusivos, a los opresores a los imperios.
La independencia y soberanía no es un regalo empaquetado, envuelto en
papel de lujo. Es algo que se logra con el concurso de todos y cada uno de quienes
aspiran a ser dignos de tener patria. Es el batallar diario contra los vicios,
depredadores, explotadores, adoradores de dinero, dioses o religiones. Es la
fajina contra los sembradores de mentiras, odios, y traiciones. Es tan noble,
que hasta la vida debemos poner a su disposición si es necesario.
Concebir a Maduro en este momento como individuo, como persona, como un
solo ser, es hacerle el juego al enemigo. Maduro hoy, tal como Chávez, deja de
ser una persona para convertirse en proyecto político, económico, social. Solo entendiendo y acatando eso tendremos
autoridad moral para juzgar, criticar y proponer rectificaciones. Nuestro proceso, pese a sus defectos, es un inmenso
salto cualitativo, cuantitativo, comparado con el pasado de la falsa democracia
representativa. No se trata de
pretender que todo esté bien, per se trata de tener una plataforma perfectible,
que ha dado muestras de avance de reconocimiento, respeto y dignificación del
ser humano. De poner a disposición de las mayorías, antes excluidas, todos los
derechos humanos y otros, necesarios para una vida digna. Gracias a este,
nuestro proceso en Venezuela hoy el pueblo se educa, hace deportes, se
alimenta, trabaja, tiene acceso a viviendas dignas y cómodas, a servicios
públicos, (en algunos casos ineficientes) pero en vías de mejoras.
Nuestra Venezuela, y la región sur Abya Yala sufre hoy los embates de
una feroz agresión por parte del eterno enemigo – sionismo - yanqui - europeo.
Somos blancos de ataques de toda índole. Desde económica, pasando por políticas
hasta de secuestro de los bienes básicos de sustentación. Tal como pasó en
Libia, pasa en Siria, en Venezuela se ha infiltrado el narco paramilitarismo
parido por Uribe en Colombia, bajo la egida y patrocinio de los gobiernos de
USA e Israel. En ese ataque despiadado, los medios de comunicación privados
–radio, televisión, cine, prensa escrita- llevan la batuta de disociación y
distorsión de la realidad.
Debemos tener claro, que frente a esta agresión permanente, jugar posición
al lado del gobierno popular de Nicolás
Maduro y el proceso bolivariano, es clave. La magnificación de lo malo, la desmejora intencional de respuestas y de
la calidad de bienes y servicios, son obras del enemigo interno y externo, para
quebrar la unidad y confianza del pueblo en su proceso. Afortunadamente aun es fresco el horrible
panorama que nos trajo el pasado de los gobiernos que hoy se asocian con el
imperialismo para tratar de retornar al poder y
así poder regalar la patria a las bestias mafiosas Sion - judías –
católicas - masonas criminales y sanguinarias.
(*) Abogado con patria
http://planetaenpeligro.blogspot.com/
lo que será
Facebook, Javier Monagas Maita
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