domingo, 10 de abril de 2011

La televisión comercial: un veneno a domicilio

Javier Monagas Maita
Sucede que de tanto ver, sentir o tener algo, su incidencia en nuestra vida, puede pasar desapercibido, hasta que alguna circunstancia o acontecimiento nos haga volver la atención sobre eso. Es el caso de la televisión comercial; un intruso que se entroniza en nuestra vigilia y sueño. Días atrás ante un alerta en la prensa escrita sobre los índices de violencia, el irrespeto a las personas y a las cosas más elementales de la sociedad que tienen implicación directa en la paz y la convivencia ciudadana, me puse a detallar la programación de las televisoras por cable. De un universo de 78 canales de televisión que posee el paquete de servicio; con la excepción de 15 que tienen una programación dedicada a animales, a la audiencia infantil y otros a la cocina y manualidades; los demás 63 canales entre nacionales y extranjeros, hacen una apología a la violencia, al delito, la pornografía y al consumo de drogas, que raya en lo obsceno. Inclusive es espantoso, como en algunos canales clasificados infantiles, el odio, la insidia y la discriminación son elementos centrales de las temáticas tratadas, amen de la frivolidad, el individualismo y el desprecio a los semejantes. Casualmente la mayor parte de esas programaciones son enlatados hechos en USA y otros países satélites. Los valores propios de nuestro país son desconocidos, en cambio se promociona y magnifica lo extranjero, predominantemente gringo y argentino. La homosexualidad es una constante y su estereotipo se promociona de manera vulgar (no lo digo con animo homofóbico), se siente el ataque permanente a la heterosexualidad y a los valores morales, sobre todo en las programaciones supuestamente divertidas que vienen desde el norte. El colmo es que hasta se presentan a los homosexuales como estúpidos vacios y a las mujeres como un simple adorno de uso desechable que se puede comprar con baratijas, de la misma manera éstas (las mujeres) se les induce a valorar lo netamente mercantilista, presentándoles como triunfadoras solo cuando rellenan su cuerpo de plástico, silicona y drogas, paseando sus voluminosidades corpóreas semi desnudas.
En esos medios, la historia contada es distorsionada al punto tal, que los agresores, invasores y asesinos, son presentados como héroes, y las luchas de defensa de los pueblos agredidos, se les clasifican como terroristas salvajes sin respeto por la vida. La televisión comercial, ha estereotipado todo lo bueno y positivo de la vida, las producciones cinematográficas que se hacen en países con ínfulas de imperio, destacan como bueno el egoísmo, el sectarismo, la competencia desleal y el racismo y la trata de blancas, incluso las producciones de países latinos, presentan como protagonistas de sus creaciones a personas con rasgos diferentes a su prototipo natural y copian los libretos preñados de violencia, odio y discriminación típicos del Norte depravado.
Ayer sábado 9/04/11, en el momento de descanso, me dedique a hacerle un seguimiento a las programaciones de los diferentes canales, sobre todo a los más violentos, que coincidencialmente son de origen norteamericano. Las masacres que se suceden en sus tramas, cometidas por los héroes, que lógicamente son catiritos, ojos verdes y, de estatura elevada, magnifican el desprecio por la vida humana. Casualmente los masacrados son pueblos o personas morenas, negritos, árabes y pobres, a quienes presentan como indignos, merecedores de la muerte y el despojo del que son victimas. Por que de algo si hacen énfasis esas programaciones: se les debe arrebatar lo que tienen los invadidos, por que no lo merecen.
Nadie debe dudar que la televisión y su programación hecha desde el Norte, esté diseñada con fines colonialistas. Es una forma de deformación de la conciencia de los pueblos a los cuales se les induce a aceptar como validas todas las humillaciones, vejaciones y crímenes que se cometen contra ellos por parte del imperio sionista yanqui y sus lacayos. Esa es una de las causa de tanto traidor. Por eso indios como Toledo, Vargas Llosa, Alan García de Perú; Uribe, Santos, de Colombia; Pinochet, Eduardo Frey, Michelle Bachellet de Chile; Videla, Galtieri, Carlos Menen de Argentina; Martinelli, Andara, Mireya Moscoso Panamá, Rómulo Betancourt, Carlos Andrés Pérez, Rafael Caldera Venezuela, Porfirio Lobo, Michelletti Honduras, la gusanera cubana en Miami, etc., se ponen al servicio de los enemigos de sus pueblos, unos neo malinches, que no tienen auto valoración, respeto ni dignidad, solo tienen intereses y desvergüenza para servir a los que desangran sus países y ofenden sus connacionales. En toda esta grosera degradación, la programación de la televisión comercial tiene una responsabilidad muy importante, pues se ha convertido en el intruso domestico con el que lavan el cerebro a las personas desde niños y hasta la vejez. Ha sido tal el poder de penetración de este medio y su imposición en la sociedad, que hasta las leyes y los gobiernos, temen enfrentarla, aun a sabiendas del daño que hacen. Incluso ya se han dado golpes de estado generados en el virtualismo de realidades ficticias y de mentiras convertidas en verdades a conveniencia por esos medios. Esto hace de la programación de las televisoras comerciales el principal enemigo de la familia, la sociedad y los pueblos de hoy, incluso los pueblos mismos de donde procede esa programación demoniaca.
Es digno de resaltar: que la televisión regional y nacional imponen una matriz de negativismo propia de la mayor mediocridad y mala intención de unos delincuentes que juegan al fracaso del país. Ante cualquier iniciativa oficial sobre cualquier cosa que beneficie a los excluidos de siempre, sigue una campaña bien orquestada de descredito y humillación hacia los favorecidos por esas medidas. Por ejemplo. Ante la decisión un poco tardía del gobierno nacional venezolano de proteger a los compradores de viviendas que venían siendo expoliados de manera grosera e indolente por las empresas constructoras y las concesionarias de vehículo, se acometió una cruzada de agresiones que van desde acusaciones falsas, calificativos indignos, y señalamientos de dictadura, antidemocrático y de enemigo de los empresarios etc. Se les calificó a quienes eran robados, desde lambucios, pedigüeños, pata’ en el suelo, mediocres, sinvergüenza, chulos, etc. Esos medios de des comunicación televisivos, generaron una aureola alrededor de los empresarios ladrones presentándolos como santos inocentes, héroes de la resistencia contra el comunismo, incluso uno de eso ladrones descaradamente declaró delante de las cámaras de televisión, que él si robaba, pero daba empleo. Acudieron hasta los organismos al servicio del imperialismo a denunciar al gobierno y al pueblo de Venezuela de ser unos saqueadores; de esa manera la OEA, la CIDDH, se inmiscuyeron en los asuntos internos del país, los servicios de inteligencia yanqui e Israelí, se convierten en asesores y fabricadores de matrices de opinión en contra de Venezuela, les financian económicamente sus campañas y demás gastos personales a los traidores apátridas dueños de los medios televisivos y sus cómplices de los partidos políticos de la derecha, al punto que los hoteles de cuatro y cinco estrellas donde se reúnen, y las botellas de whiskies 18 años, son pagados por la USAID, la NED, la VICC, ASSERTECOM y otras agencias fantasmas del gobierno y el congreso Norteamericano.
Es tanta la cobardía y entrega de esos medios televisivos nacionales venezolanos, que han llegado al extremo inmoral, de ofender los símbolos patrios y denigran de las hazañas de nuestros héroes independentistas, de hombres y mujeres que con calor, hambre, sueño, frio, dolor, sangre, sudor y lagrimas, pelearon hasta dejar la vida en el suelo patrio, abandonando para ello a familias y cuanto de valor poseyeron. Allí está el gran Simón Bolívar, que nació rico y murió pobre en la búsqueda de una patria y su libertad.
No cabe duda que lo que se hace con los medios televisivos y otros medios de comunicación tergiversadores, es dislocar la mente de las personas, acondicionándolas para reaccionar de forma inducida ante hechos cotidianos, justificando lo injustificable, aceptando como propio lo que es ajeno, por ejemplo el caso del halloween, una tradición anglosajona y hereje, impuesta por modismo y destrucción de la identidad nacional. Como una nota final, por ahora, les recomiendo averigüen quienes son los grandes productores de cine, comedia y otros programas audiovisuales. Descubrirán como es el sionismo judío, el que controla el negocio. Ese mismo sionismo es el gran beneficiario de las muertes y las guerras que se producen en el mundo, son los mismos que acaparan inmensas masas de capitales y se han organizado en un club (Bildelberg) que se pretende ser el gobierno mundial. Éllos son los dueños de las mayores empresas fabricantes de armas, y los que ponen y quitan gobierno en USA, Europa, etc. Es esa gente la que planificó el ataque de las torres gemelas en Manhattan, para usarla como excusa en la cruzada contra Irak, Afganistán, Pakistán, Irán, y hora Libia, que les sirva a sus egoístas propósitos. Es esa misma elite la que saquea el erario del pueblo Norteamericano, para alimentar las arcas los vicios y las tropelías del estado ilegal y paria de Israel.
Es una lucha difícil expulsar a ese intruso, deformador y perverso medio de nuestras casas. Le corresponde al gobierno y pueblo emprender una batalla muy dura contra el mal televisivo que nos está llevando hacia un nuevo tipo de colonización esclavista más allá de lo físico, hacia lo sicológico. Aclaro, que no es la tecnología como tal, es el uso que se le da y la tolerancia inerme de esta agresión mediática transnacional.
¿Cuantos estudios y análisis se han hecho sobre los niveles de influencia que tienen las programaciones violentas de la televisión en los episodios de masacres y violaciones de toda índole, en escuelas, liceos, calles y hogares del mundo? Es tan obvia la influencia, que hasta los modos de ejecución de los crímenes son al mismo estilo de los presentados en la televisión. La misma vida es despreciada en la programación de esos medios, sobre todo la vida de los latinos, negros, africanos, asiáticos y pobres. ¿Quieren más indicio de lo pervertida que es la programación de la televisión comercial? Se justifica una intervención más seria a este enemigo casero. Sus manipuladores son enemigos de los pueblos.
Javierdelvallemonagas@gmail.com javiermonagasmaita@yahoo.es
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