martes, 11 de enero de 2011

Ejemplo de lealtad, perseverancia y dignidad: P.C.V

Javier Monagas Maita
¿Quien no conoce la historia del Partido comunista de Venezuela? a partir del año 31 del siglo XX, nace una organización que marcaria pauta de honor vergüenza, dignidad y perseverancia, siempre colocada al lado de los intereses de los más débiles sociales; esas mayorías marginadas y engañadas que con el sudor y el dolor de la marginalidad forzada son usados como medio de enriquecimiento de unos pocos ladrones que por añadidura se postran a su vez a los pies del imperio yanqui sionista. Juan Bautista Fuenmayor, Pío Tamayo, Rodolfo Quintero, Gustavo Machado, Eduardo Machado y Salvador de la Plaza. Son los nombres destacados entre otros revolucionarios, que dieron origen al PCV. Desde entonces el rumbo ha sido el mismo, la conducta, la predica y la lealtad por ese pueblo no ha cambiado. Muchos han sido los ataques en su contra, los traidores que desde su seno intentaron acabar con el partido, debieron irse a otros rumbos por la imposibilidad de destruir al PCV. Los más, han desaparecido del escenario político nacional, los menos están asumiendo banderas al lado de los intereses que decían defender dando vergüenza y lastima ajena, acompañando a quienes son el arma de atacar al pueblo, a quienes asesinaron, torturaron y desaparecieron ciudadanos, cuyo único delito fue exigir justicia y libertad. Ellos son cadáveres; mientras el PCV, se remonta por encima del egoísmo y bate sus alas jamás doblegadas. Aun en los momentos en que solitarios resintieron los embates de la propaganda desmoralizante que pregonaba el fin de la historia, la caída de la URSS, y el triunfo del imperialismo asesino yanqui sionista. Al igual que Fidel y la cuba gloriosa, el PCV nadó contracorriente; sostuvo sus banderas y principios de lucha. Solo era cuestión de tiempo: los pueblos y la historia no se detienen ni se acaban. Hoy encontramos al partido del gallito de pelea, al lado del comandante rescatista de los valores revolucionarios del pueblo venezolano. No podemos decir que renació, por que en verdad el PCV nunca murió ni entregó el testigo. Allí está incólume, fortalecido, orientado por la humildad de sus lideres, cuadros y, de quienes sentimos el orgullo de ser sus simpatizantes. El PCV no negocia, no pone tarifa a su lucha, no vende su condición, ni cobra por sus servicios al pueblo. Con una dirigencia fundadora, que es guía y farol de orientación como conducta necesaria poder decir “soy revolucionario”. De esas glorias hay unas generaciones de jóvenes y no tan jóvenes hoy, que tomaron las riendas del Partido Comunista de Venezuela, con la misma moral, mística y responsabilidad de sus pioneros. Honor al PCV Y GLORIA A LA REVOLUCION, VIVA MARX, VIVA LENIN, VIVA LA CLASE OBRERA Y CAMPESINA. ESTAMOS VENCIENDO.
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http://planetaenpeligro.blogspot.com/ lo que será

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